Días pasados en Neuquén, en la 11º Jornadas de Energía, los Ceos de las empresas mas importantes de Vaca Muerta coincidieron en señalar dos temas fundamentales.

Primero, el enorme potencial de los yacimientos neuquinos y el crecimiento vertiginoso de la producción que generan todas las compañías.

El segundo punto de coincidencia fue la contestación a una pregunta: "¿cuáles son los cuellos de botella que ven a futuro?". Todos respondieron: “La falta de mano de obra capacitada. A Neuquén llega mucha gente a buscar empleo, pero muy pocos reúnen las capacidades que se requieren para trabajar en la industria de hidrocarburos. Ése es el cuello de botella que vemos en el corto y mediano plazo”.

O sea que un país con altos índices de desocupación tiene una actividad que ofrece altos salarios, que hoy van de 2 a 7 millones de pesos, y debe importar operarios de Venezuela o cualquier otro lugar del mundo porque nuestros jóvenes no están preparados. Y en esto ya no podemos culpar a las empresas sino más bien a una dirigencia estatal dormida o que mira para otro lado.

En Neuquén Horacio Marín, Ceo de YPF, explicó que la empresa está concentrando sus esfuerzos de inversión en Vaca Muerta para llegar a exportar 30 mil millones de dólares en el 2030, y expresó: “Yo le hice la cuenta al gobernador de cuánto va a recibir en regalías, y son 3600 millones de dólares año”. Hoy el presupuesto total de la Provincia de Neuquén son 2 mil millones de dólares año, que incluyen regalías y demás recursos nacionales y provinciales. Si en el 2030 solo de regalías van a ingresar 3600 millones es lógico que muchos quieran gobernar una provincia con ese presupuesto.

Mirando hacia atrás, hay que reconocer la visión del ex gobernador Jorge Sapag, quien en 2013 hizo aprobar por ley la primera concesión del consorcio YPF-Chevron, que fue el puntapié inicial de Vaca Muerta. Y lo hizo pagando el costo de un conflicto en las calles, con la oposición de los partidos de izquierda y los gremios estatales. Gremios estatales que hoy están entre los beneficiarios de estos cuantiosos recursos provinciales.

Hay que tener claro que estos proyectos de gran magnitud requieren de grandes inversiones y largos plazos de maduración. Y es obligación de los gobernantes apostar a grandes proyectos que incluso ellos no van a llegar a ver. Otto von Bismarck, decía que “el político piensa en la próxima elección; el estadista, en la próxima generación".

Por citar un ejemplo, en 1950 luego de una experiencia fallida en la Isla Huemul Perón creó la Comisión Nacional de Energía Atómica. Recién veinticuatro años después, en marzo de 1974, se inauguro Atucha I, la primera central nuclear de la Argentina y de  Latinoamérica. Quiso el destino que, poco antes de fallecer, Perón participara como Presidente de su inauguración y puesta en marcha.

Tal vez los futuros dirigentes políticos y sociales que vayan a gobernar la Provincia dentro de 10 o 15 años todavía no estén en el radar de la política. Pero es obligación de los actuales empezar a capacitarse para entender lo que viene. Porque en la medida en que estén bien informados van a poder tomar decisiones que impactarán en los próximos 10 a 15 años.

Estos días hemos leído en alguna prensa poco informada títulos tamaño catástrofe sobre el proyecto offshore, y todo porque el consorcio Equinor-YPF-Shell comunicó en frío lenguaje técnico que el pozo exploratorio Argerich resultó “pozo seco”. Convengamos que “seco” es un adjetivo poco feliz. Pero son los términos que usan los especialistas de la industria. No les preocupa mucho el “timing” comunicacional.

En Noruega Equinor perforó 34 pozos secos antes de encontrar sus yacimientos productivos. Y aproximadamente 27 pozos secos fueron perforados en la Cuenca de Santos antes del descubrimiento del yacimiento Tupi en 2006, que marcó el inicio de la explotación del Presal en Brasil y llevo a Lula decir : “Esto ratifica que Dios es brasileño”.

Brasil, que hasta hace pocos años era importador neto de gas y petróleo, acaba de subir al séptimo lugar entre los productores de crudo del mundo, y el primero de Sudamérica por encima de Venezuela.

Gracias al fracking y el offshore EEUU es el primer productor mundial de crudo, seguido por Rusia y Arabia Saudita. Suena contradictorio que ciertas corrientes políticas argentinas, que se dicen anti-imperialistas, se opongan a producir gas y petroleo en suelo nacional para que lo terminemos importando desde EEUU.

No sé si los directivos de Shell leyeron algunos diarios porteños que explicaron “el fracaso del offshore” en la Cuenca Argentina Norte. Si leyeron ese razonamiento, se habrán asombrado: en los próximos meses, Shell piensa invertir 80 millones de dólares en exploración sísmica, en un área pegada al Argerich.

Esto solo remite a dos opciones: o a los tipos de Shell les gusta pasear en barco y gastarse 80 millones haciendo ruido para asustar ballenas, o el fracaso anunciado por algunos diarios goza de muy buena salud.

Por todo esto es indispensable que los dirigentes políticos, sindicales y empresariales bonaerenses comiencen a profundizar su información sobre los proyectos de hidrocarburos costa afuera. Porque solo con una dirigencia que tenga claro hacia dónde vamos se podrán aprovechar las oportunidades de desarrollo económico y social en un mundo tan complejo y competitivo.

Y también es deber de las actuales dirigencias generar propuestas educativas vinculadas a la producción y el trabajo. Si el litoral bonaerense va a convertirse en la nueva Vaca Muerta, es necesario comenzar desde hoy a capacitar la futura fuerza laboral. Para que no existan cuellos de botella por falta de trabajadores capacitados, y para que sean los jóvenes de esta provincia quienes puedan aprovechar las oportunidades laborales que traerá esta nueva actividad.