Un violento femicidio conmovió este fin de semana a la ciudad bonaerense de General Belgrano. Nataniel Thierry Schouten, policía de la Provincia de Buenos Aires con licencia médica, asesinó a su exsuegra, Marcela Costilch, y fue detenido cuando estaba atacando a palazos a su expareja E.P.Ese mismo viernes, seis horas antes de que matara a mi hermana, mi sobrina lo había ido a denunciar. Ella estaba con un botón antipánico, pero nadie hacía nada”, denunció Lorena Iuliano, la hermana de Marcela, en diálogo con Página 12.

Este domingo por la tarde, vecinos y vecinas de la ciudad se movilizaron frente a la comisaría local para pedir “Justicia por Marcela”. Fueron cuatro cuadras colmadas de personas que atendieron al llamado y se sumaron a reclamar y acompañar a la familia. “General Belgrano desde ayer que está apagado, triste”, contó a este diario Lourdes Dilda, integrante de Fuegas Feminismo y Diversidad, organización de General Belgrano que desde 2018 trabaja en la visibilización de las problemáticas de las mujeres y disidencias a nivel local y nacional. “Acá nos conocemos entre todos y hoy la marcha fue muy movilizante, durante varias cuadras avanzamos en silencio, muchas seguimos consternadas”, agregó.

Este sábado por la madrugada, efectivos policiales llegaron al domicilio de la calle 54 tras un llamado desde la central de monitoreo municipal hacia la Estación de Policía Comunal (EPC), que advertía sobre la activación de un botón antipático. Allí encontraron que Schouten “le estaba pegando con un palo” a su expareja. El parte policial informó que inmediatamente lo redujeron y en ese mismo momento el hombre confesó que hacía tan solo unos minutos había estado en la casa de su exsuegra y la había asesinado.

E.P. se salvó porque llegó a activar el botón antipánico que le habían otorgado luego de las numerosas denunciar que había hecho contra su expareja. Marcela no tuvo la misma suerte. Cuando los efectivos llegaron a su casa, ubicada a poco más de dos kilómetros de distancia, vieron que nadie atendía y en presencia de una vecina ingresaron al domicilio y constataron el crimen.

“Esto empezó hace un año aproximadamente, cuando ellos se separaron”, contó Iuliano al volver de la marcha que pedía justicia por su hermana. “A partir de ahí E.P. empezó a presentar denuncia tras denuncia. De hecho este mismo viernes, seis horas antes de que matara a mi hermana, mi sobrina lo había ido a denunciar. Ella estaba con un botón antipánico, pero nadie hacía nada. Nunca las escucharon”, sostuvo.

“E.P dormía con candado en la reja y con llave en su habitación. Después de matar a  Marcela, él rompió la reja y la puerta y entró a buscar a mi sobrina y a su hijo. Con solo tres años, Bastián tuvo que salir a pedir ayuda por su mamá”, detalló Iuliano y agregó: “Él decía que si no podía ver a su hijo no tenía nada que perder. Mi sobrina lo había denunciado por alimentos y el nene no podía verlo para proteger la salud mental del chiquito”.

Se supo que ya la semana anterior, Schouten había perseguido a E.P. hasta Ranchos, donde la atacó en su auto y la amenazó para que retire las denuncias que había hecho. Los vecinos pudieron ayudarla y él se dio a la fuga. Este jueves 25 de julio la Justicia le había impuesto una restricción perimetral y ya se había iniciado un expediente en su contra por "lesiones leves y amenazas".

“Esa misma noche que mató a Marcela él estaba cenando con el comisario del pueblo”, denunció la hermana de la víctima. La sorpresa por la impunidad alrededor del hombre sacudió a la familia entera. “Estaba de carpeta por problemas psiquiátricos, que claramente tenían que ver con las tantas denuncias que presentó Eloana, y había ido a jugar al pádel y después a cenar con el comisario”, declaró Iuliano y sostuvo que presentarán como prueba los videos que lo avalan.

La investigación del femicidio quedó en poder de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) número 10 de Chascomús, a cargo del fiscal Jonathan Robert, del Departamento Judicial de Dolores. La causa fue caratulada inicialmente como "homicidio calificado y lesiones".

La ex pareja del femicida sobrevivió a los golpes, pero debió ser trasladada de urgencia al hospital más cercano y fue asistida y contenida por un equipo interdisciplinario de la Comisaría de la Mujer y la Familia local. “E.P. se está recuperando en su casa de a poco porque tenía toda la cabeza rota y el cuerpo golpeado”, contó su tía.

La ciudad ya conocía el historial de violencia de Schouten. El 29 de diciembre de 2013, el hombre había golpeado brutalmente a su novia de ese momento después de una fiesta y en 2016 fue efectivamente condenado por el hecho. A pesar de las numerosas denuncias por violencia de género, solo se le dictó una medida de prohibición de acercamiento, y sorprendentemente, fue reincorporado a la fuerza policial después de cumplir su sanción.

“En la actualidad él se encontraba en servicio, es decir que alguien avaló que se reincorpore a la policía luego de haber estado denunciado y condenado. Estaba trabajando en Pila, localidad vecina de General Belgrano”, explicó Dilda.

En ese sentido, la integrante de la organización feminista contó: “Una sobrina de Marcela nos comentó que hubo ocasiones donde no se les tomó la denuncia y que este último mes fue ‘una tomada de pelo’ constante por parte de la policía. Esto, sin dudas, da cuenta de una complicidad machista instalada en la policía, en la justicia, y en la sociedad toda que constantemente minimiza, invisibiliza y subestima las violencias que nos atraviesan a las mujeres y disidencias”

“En la familia nadie lo quería, no lo aceptábamos porque conocíamos sus antecedentes --contó Iuliano--. Ellos se habían conocido hace 6 años. Mi sobrina trabajaba conmigo en mi comercio y él venía a comprar”.

“Marcela no lo podía ni ver, no lo podía tener cerca. Siempre le decía a la hija que lo dejara, que no se iba a poder desvincular del todo de la vida de él porque era el padre de su hijo, pero que ella no siguiera en pareja. Le estaba haciendo mucho mal a la familia entera. Nosotros somos una familia muy unida y él la había alejado: la aislaba y ejercía su poder en ella todo el tiempo. Era una persona insana y despreciable”, lamentó.

“Ya tenemos un abogado, Julio César Torrada, que es el que nos va a representar y vamos a ir hasta las últimas consecuencias, a que no vea más la luz del sol”, aseguró Iuliano.

La integrante de Fuegas Feminismo y Diversidad sostuvo que Schouten pudo asesinar a Marcela “porque antes hubo todo un sistema cómplice que lo encubrió e hizo la vista gorda a todas las situaciones y denuncias previas”. “Si el sistema hubiera actuado de manera efectiva, esto no hubiera sucedido”, afirmó.

“Cuestionamos a la justicia que, una vez más, lejos está de cuidarnos y garantizarnos una vida libre de violencias; que mira para el otro lado ante las denuncias. Una justicia que llega tarde o que, incluso, nos desampara y nunca llega. Cuestionamos a un sistema que no da respuestas; que protege y encubre a quienes nos violentan y nos matan”, afirmó Dilda y completó: “No queremos que sea algo que quede en el olvido, y queremos asegurarnos de que la justicia esta vez actúe y esté a la altura de las circunstancias”.

Informe: Lucía Bernstein Alfonsín


Femicidio en General Belgrano: un policía asesinó a su ex suegra y fue detenido cuando golpeaba con un palo a su ex pareja

El femicida, identificado como Nataniel Thierry Schouten, de 39 años, al momento del crimen se encontraba de licencia médica de la fuerza.