Sobre la medianoche, aun sin datos oficiales y con las dos fuerzas venezolanas en disputa adjudicándose la victoria (ver nota central), el Presidente Javier Milei sorprendió con una violenta declaración por redes sociales, que incluyó un llamamiento a las fuerzas armadas: "Los venezolanos eligieron terminar con la dictadura comunista de Nicolás Maduro. Los datos anuncian una victoria aplastante de la oposición y el mundo aguarda que reconozca la derrota luego de años de socialismo, miseria, decadencia y muerte. Argentina no va a reconocer otro fraude, y espera que las Fuerzas Armadas esta vez defiendan la democracia y la voluntad popular".
Una hora antes, la canciller Diana Mondino también había arrojado resultados propios, asegurando que "la diferencia de votos en contra de la dictadura chavista es abrumadora. Perdieron en todos los estados por más de 35%". También la ministra Patricia Bullrich, en un canal televisivo, sostenía que la oposición ganaría "por 20 o 30 puntos de diferencia". Y Mauricio Macri no perdía la oportunidad de decir que "la mayoria de los venezolanos hablaron fuerte y claro: Maduro debe dejar el poder. Ahora las Fuerzas Armadas de Venezuela tienen la oportunidad de ponerse del lado correcto de la historia".
Más temprano, el gobierno de Venezuela denunciaba una amenaza del gobierno argentino de "invadir" la embajada bolivariana en Buenos Aires, donde cientos de migrantes venezolanos que residen en el país votaron en las elecciones presidenciales. A través de X el viceministro venezolano para América latina, Rander Peña, expresó que el Ejecutivo de Milei "en medio de su desespero, amenaza con invadir la embajada de Venezuela en Argentina, constituyendo una violación a la Convención de Viena".
"Hacemos responsable a Milei por la integridad física de nuestro personal diplomático. No toleramos ninguna amenaza", aseguró Peña respondiendo a una publicación de la ministra Bullrich, quien ayer por la tarde dijo estar frente a la embajada venezolana "esperando los resultados de las elecciones junto a cientos de personas". Más tarde, en televisión, se contradijo planteando que en realidad estuvo junto a otros funcionarios del gobierno a veinte cuadras de la embajada.