El Gobierno brasileño, encabezado por Luis Inácio Lula Da Silva, celebró el "carácter pacífico" de los comicios en Venezuela, pero marcó una distancia con el anuncio de la victoria del presidente Nicolás Maduro al sostener que "acompaña con atención el escrutinio". En paralelo, el presidente argentino Javier Milei firmó un comunicado para exigir la revisión de los resultados "con la presencia de observadores electorales independientes". 

El comunicado del gobierno brasileño reafirmó que "el principio de la soberanía popular debe ser observado por medio de la verificación imparcial de los resultados" y pidió esperar la publicación de todos los datos "detallados por mesa de votación" como "un paso indispensable para la transparencia, credibilidad y legitimidad del resultado". 

"No pongo en duda necesariamente lo que está siendo dicho, pero el Gobierno (venezolano) dijo que suministraría todas las actas y eso aún no ocurrió", explicó el excanciller brasileño Celso Amorim, quien es asesor de asuntos internacionales de Lula y se encuentra en Caracas desde el viernes y permanecerá allí hasta este martes.

Amorín consideró el resultado electoral y las conjeturas en torno a la victoria de Maduro como una situación "compleja" en la que Brasil deberá ser "cauteloso". Esta posición había sido adelantada a periodistas brasileños por el asesor, que ha dicho además que "incomoda" la posible falta de "transparencia" del proceso.

Lula ya había advertido la necesidad de respetar el resultado electoral cuando Maduro dio desafortunadas declaraciones en las que dijo que si perdía las elecciones ocurriría "un baño de sangre". "Me asusté con esa declaración", dijo Lula y le pidió que "si quiere contribuir a resolver el problema de crecimiento de Venezuela y la vuelta de los que se fueron, tiene que respetar el proceso democrático". 

El presidente brasileño retomó la relación bilateral con Venezuela tras regresar al Palacio de Planalto y se mantuvo crítico al bloque económico que Estados Unidos y los países aliados en la región le impusieron al país sudamericano. 

De acuerdo al primer y único boletín emitido hasta ahora por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, con cerca de un 80 por ciento de las mesas escrutadas, Maduro fue reelegido con el 51,2 por ciento de los votos, frente al 44,2 por ciento obtenido por el opositor Edmundo González Urrutia.