Los Gladiadores completaron una actuación decepcionante al caer 35-25 ante Hungría, en un duelo que estaba considerado clave en busca de la clasificación a los cuartos de final del torneo de handball olímpico. Para colmo, el capitán Diego Simonet sufrió una lesión en el tendón cuando promediaba el primer tiempo y ya no pudo volver al campo, por lo que preocupa su continuidad en lo que resta del torneo.

Si en los cálculos previos el partido ante Hungría era el duelo a ganar para tener chances de avanzar, la Selección Argentina ahora está obligada a un impacto mundial para mantener la ilusión: vencer a una potencia como Dinamarca o Francia para luego llegar con chances al cierre ante Egipto. Pero lo más grave es la manera que cayó ante los húngaros, que a partir de los 10 minutos del primer tiempo pasaron a dominar de forma abrumadora el desarrollo de un encuentro que estaba terminado mucho antes de que se completaran los 60 minutos.

Argentina llegó a estar en ventaja 10-9, pero la salida de Diego Simonet impactó en el ánimo del equipo, que vio como los húngaros aprovechaban cada error para alejarse en el marcador. Pablo Simonet, con cinco tantos, resultó el goleador, en un partido que no tuvo equivalencias. El miércoles, a las 16 ante Dinamarca, será la próxima presentación de Los Gladiadores.