El Centro Cultural Ricardo Rojas, dependiente de la Universidad de Buenos Aires, cumple este año cuatro décadas de vida y actividad ininterrumpidas y, desde mayo pasado, viene celebrando el aniversario con actividades que recuperan hitos, artistas y momentos especiales de la historia del emblemático espacio de Corrientes 2038 proyectándolos hacia el futuro. Desde fines de julio y durante agosto, es el turno de la danza con un menú de espectáculos y performances que tomarán prácticamente todo el edificio, además de una mesa redonda y el reconocimiento a figuras destacadas

La apertura será el miércoles 31 de julio a las 20: Brenda Angiel, Adriana Barenstein, Alejandro Cervera, Roxana Grinstein, Silvina Szperling y Susana Szperling van a reunirse en una mesa-debate sobre “La danza y sus cruces”, en la sala Batato Barea, con entrada libre y gratuita. Todxs son reconocidxs creadores que a lo largo de sus carreras articularon la danza con otros lenguajes como el teatro, la acrobacia, el cine, el videoarte y la ópera. Un rato antes, a las 18, en el hall y en el entrepiso, habrá performances de danza contemporánea y de danza-teatro como reconocimiento a Barenstein y Cervera, que en distintos momentos del Rojas programaron, enseñaron y organizaron actividades en el área de Danza.

Desaparecer, de Alejandro Wilkinson.

Luego, del miércoles 7 al viernes 9 de agosto, tendrá lugar el festival ROJASDANZA.40, curado por Cervera, con propuestas con entrada gratuita y otras a $4.500. “No pude con mi genio y terminamos convocando bastante más que cuatro coreógrafos, que era la idea inicial, y haciendo cruces con coreógrafos que son históricos y, por ejemplo, con una compañía universitaria como la de la UNA. Me interesó convocar también a docentes del Rojas porque los cursos de danza siempre fueron una columna muy importante en el centro. Por eso hay obras en las que bailan Rhea Volij, Susana Szperling y Liza Taylor”, comenta Cervera a Página/12. El coreógrafo, que viene de presentar en vacaciones de invierno Colin y Colette en el Teatro Colón, un espectáculo para chicxs sobre la ópera El adivino de la aldea de Jean-Jacques Rousseau, cuenta que se dio el lujo de invitar además a “un artista muy interesante como Alejo Wilkinson, que desarrolla un trabajo de una gran belleza con papeles, materiales y cuerpos en escena”.

También programó a Mayra Bonard (una artista con una producción marcada por una energía física muy alta, por el erotismo y la experimentación), María José Goldín (referente de la danza local desde la década del '80), Adriana Barenstein (fundadora del Grupo de Danza Teatro de la UBA) y a Roxana Grinstein, “que va a presentar una conferencia performática sobre una obra suya”. Y sumó a coreógrafas emblemáticas como Teresa Duggan, Daniela Lieban y también a Fernando Noy, “un icono que excede los límites de la literatura, de la danza, del teatro: un ser artístico en sí mismo”. Asegura que este festival es una forma de “plantar bandera, de mostrar que a pesar de todas las limitaciones y las crisis, en el Rojas, en la ciudad de Buenos Aires y en el interior del país, los artistas de la danza siguen produciendo”.

Las olas de la memoria, de María José Goldín.

El 7 de agosto a las 19 en la sala Batato Barea se presentará Quiero ser tú mismo, una coreografía de Carlos Casella interpretada por la Compañía de Danza de la UNA. Según Roxana Grinstein, directora del elenco, es una obra emblemática creada por Casella hace 20 años para ese elenco y que lo marcó fuertemente. A las 19.30 en la galería del centro cultural se podrá ver Desaparecer, de Alejo Wilkinson Hassler, una instalación performática en la que intervienen grandes cantidades de papel y cuatro performers alterando la percepción del tiempo y del espacio. A las 20.30, en la Batato Barea,subirá a escena un programa compartido con tres piezas en las que participan docentes de la institución: Lingua Ignota del jujeño Mateo de Urquiza, una creación sobre la releción entre cuerpo y lenguaje interpretada por Liza Taylor; La hija del sueño inquieto de y por Rhea Volij (artista que cruza la danza contemporánea, la danza butoh, las artes marciales y otros lenguajes) y La pisada (fragmento) de Susana Szperling, una coreografía que mezcla la rítmica folklórica del malambo y la danza actual con música de Axel Krygier.

El jueves 8 a las 19, en la sala Batato Barea, será el turno de Las olas de la memoria, de María José Goldín, una pieza que explora la memoria y los fantasmas del pasado, por la Compañía Pata de Ganso Danza Teatro. A las 20 y a las 22, en la sala Cancha, llegará Mi fiesta Rojas, una creación de Casella y Mayra Bonard (dos de los integrantes de la mítica compañía El Descueve), interpretada por Bonard, también autora de los textos junto a Pedro Mairal. Es una experiencia que cruza monólogos y acciones físicas exigentes que aluden a la curiosidad, al cuerpo, al sexo y a la ferocidad. A las 21, en la sala Batato Barea, habrá una creación multimedial con Revueltas, de Adriana Barenstein, con cinco performers que dialogan con las imágenes de Un leve laberinto lábil, obra de los años '80 del Grupo de Danza Teatro de la UBA, creado y dirigido por Barenstein, desencadenando conflictos y choques en el intento de reconstruir esas escenas del pasado.

Mi fiesta, de Mayra Bonard. Imagen: Alejandro Guyot.

El viernes 9 habrá una nueva función de Desaparecer, de Alejo Wilkinson Hassler en la galería, y Roxana Grinstein va a presentar a las 20 en la sala Batato Barea Intrusando mis obras sobre Solos en el túnel del tiempo (una obra de su autoría del 2008), que cobrará vida en los cuerpos de Liliana Toccaceli y Margarita Wolf. "Una mesa, un decir, un relato, un ensayo, un proceso: lo virtual y lo presencial se entremezclan generando una nueva composición singular y única. Como un caleidoscopio, diferentes imágenes especulares sobre un material preexistente irán construyendo un presente. Abrir este proceso íntimo, mostrando algo de lo que vendrá y algo de lo que fue”, anticipa la directora.

El cierre de la tercera jornada será a las 22 en la misma sala con un programa formado por dos piezas, Canciones para encender rincones y Marea Noy. Poesía danzada. La primera es una propuesta multidisciplinaria de Daniela Lieban y Teresa Duggan sobre una mujer que ilumina diferentes aspectos de su vida a través de canciones interpretadas por Lieban, acompañada por dos bailarinas y un guitarrista que musicaliza las escenas coreografiadas por Duggan. En la segunda obra, el escritor y performer Fernando Noy recita sus poemas, presta su cuerpo al movimiento que le generan las palabras, junto a Laura Peralta con canto y caja, Daniela Lieban en el doble rol de bailarina y coreógrafa, y Silvia Maldini en videoarte en vivo.

La hija de Rosita y sus actuales, de Susana Szperling.

También, en el marco de este ciclo de danza, llegando a fin de mes, el sábado 24 de agosto a las 21 en la sala Batato Barea, se va a realizar una única función de La hija de Rosita y sus actuales, con coreografía y dirección de Susana Szperling, una pieza multimedia sobre los vínculos familiares interpretada por la directora, que aborda un suceso de su historia personal, junto a Milena Loguercio, Gerardo Carrot e invitados. Y por fuera de este festival, el viernes 9 de agosto a las 21 en la Sala Cancha, lxs coreógrafxs Florencia Vecino y Marcos Torino estrenan Emociones dedicadas, anunciado como un ensayo performático sobre el afecto y su carácter ingobernable, con las actuaciones de Carmen Pereiro Numer y Carolina Saade, y música en vivo de Ismael Pinkler. Se podrá ver viernes y sábados de agosto y septiembre. Hasta aquí los festejos vinculados a la danza (toda la programación disponible en https://www.rojas.uba.ar/), pero hasta diciembre El Rojas sigue celebrando sus cuarenta años con programaciones especiales de otras disciplinas.