Desde Barcelona
UNO A Rodríguez las elipsis le dan calor. O tal vez sea que el calor le hace pensar en las elipsis. Ahí están esas dos grandes y perfectas y muy calurosas y africanas elipsis de la historia del cine: primate antropoide arrojando un hueso al aire que de golpe es el espacio exterior millones de años después en 2001 y ese oficial británico apagando fósforo para que se encienda desierto en Lawrence de Arabia. Y así se siente ahora Rodríguez en plena tsunámica ola de calor: mono sudando en Barcelona y preguntándose cuánto falta para que lo den de baja sus inferiores superiores quienes lo único que desean es pasar de él olímpicamente.