La reunión entre la dirigencia de River y Marcelo Gallardo, prevista en principio para este lunes por la noche de manera virtual, pasó para este martes de manera presencial previo al regreso a las prácticas del plantel en el River Camp de Ezeiza. Si se cerrara el acuerdo económico y el plan de trabajo, la idea es oficializar allí mismo el regreso del entrenador más ganador de la historia y que sin pérdidas de tiempo conduzca el primer entrenamiento y prepare el equipo para jugar el domingo a las 15 ante Unión en Santa Fe.
Mientras los jugadores disfrutaban de su día libre tras la esforzada victoria del domingo por 1 a 0 ante Sarmiento, la cúpula dirigencial tomó contacto telefónico con Gallardo, que había llegado a Buenos Aires alrededor de las 10 de la mañana procedente de Mendoza. En principio, luego de la reunión de comisión directiva que tuvo lugar a las 18:30 horas en el Monumental, el presidente Jorge Brito, el vicepresidente Matías Patanian y Enzo Francéscoli como máximo responsable del Departamento de fútbol iban a realizar una videollamada con Gallardo para escuchar sus peticiones de cara a su segundo ciclo, luego de su exitosísima etapa entre 2014 y 2022. Finalmente se resolvió trasladar todo a Ezeiza y cerrar el trato de manera presencial.
La derrota del miércoles en Mendoza ante Godoy Cruz aceleró todos los tiempos para el regreso. Dirigentes de segundas líneas que no están en el día a del fútbol de River pero gozan de la confianza de los altos mandos tantearon al entorno de Gallardo acerca de su predisposición para volver al club. Y la respuesta fue positiva aunque acordaron no iniciar negociaciones hasta tanto no fuera desvinculado Martín Demichelis.
Con esa carta sobre la mesa, Brito presionó el sábado al exentrenador para que dejara su cargo y logró convencerlo de que su ciclo estaba agotado. Una vez logrado ese objetivo, Gallardo se avino a sostener conversaciones que se cree llegarán rapidamente a un final feliz. Aunque en un primer momento circularon los nombres de Hernan Crespo y Eduardo Coudet, el nombre de Gallardo reune en River un consenso excluyente de cualquier otro postulante.
La idea del nuevo entrenador es conservar el mismo equipo de trabajo de su primer ciclo: Matías Biscay y Hernán Buján seguirán siendo sus ayudantes de campo, Diego Dolce volverá como preparador físico y Cesar Zinelli, uno de los entrenadores de arqueros. Aunque esta posición podría reforzarse con Marcelo Barovero, quien recien se retiró del fútbol.
Quedan por cubrir algunos cargos importantes ya que Pedro Hansing (médico), Jorge Bombicino (kinesiólogo) y la doctora Sandra Rossi (neurocientífica) dejaron el club durante el ciclo de Demichelis y Gallardo pretende reincorporarlos. Tambien pidió tomar a su cargo el control de todo el fútbol del club desde las divisiones preinfantiles hasta las profesionales y tener la última palabra respecto de altas y bajas del plantel.