La policía militar de Israel detuvo este lunes a nueve soldados por haber cometido presuntos abusos contra un palestino que se encuentra preso en Sde Teiman, un centro penitenciario ubicado en el sureño desierto del Néguev donde según varias ONG la práctica de la tortura es sistemática. Los arrestos provocaron una violenta manifestación ultraderechista en esa cárcel ubicada a unos 30 kilómetros de la Franja de Gaza, así como airadas declaraciones desde la élite política y militar de Israel. El primer ministro Benjamin Netanyahu tuvo incluso que llamar a la calma. Al caer la noche decenas de ultranacionalistas israelíes intentaron asaltar la base militar de Beit Lid, en el centro del país.

Sin dar más detalles, el Ejército israelí indicó que "tras presuntos abusos sustanciales contra un detenido recluido en el centro de detención de Sde Teiman, se abrió una investigación por orden del Cuerpo del Fiscal General Militar". El encarcelado fue trasladado a un hospital de la zona tras padecer heridas graves en "su zona íntima", indicaron fuentes cercanas al tema al diario Haaretz.

Según la prensa local, que cita fuentes castrenses, hay órdenes de detención contra 10 soldados y el lunes fueron arrestados nueve de ellos para ser interrogados. En medios locales circularon imágenes de un fuerte altercado entre militares israelíes en Sde Teiman. Un grupo de soldados encapuchados increparon a otros con el rostro descubierto. 

El arresto indignó a los líderes de los partidos de extrema derecha (que abogan por maltratar a los palestinos detenidos e incluso aplicarles la pena de muerte) y decenas de sus simpatizantes acudieron a las puertas de Sde Teiman para protestar. Una turba enardecida golpeó las rejas del centro de detención, mientras varios manifestantes entraron por la fuerza, hechos que fueron "enérgicamente" condenados por Netanyahu. Después se unieron más manifestantes que ondeaban banderas israelíes y coreaban consignas.

El Ejército informó que sus tropas "lograron contener el asalto a la base de Sde Teiman", mientras que el jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi, calificó el incidente de "extremadamente grave y contrario a la ley". "Estamos en medio de una guerra y acciones de este tipo ponen en peligro la seguridad del Estado", dijo Halevi en un comunicado, en el que mostró su apoyo a las investigaciones.

Sin embargo los líderes de ultraderecha promovieron la violenta manifestación, alegando defender los derechos de los uniformados. "Los soldados merecen respeto. Quiten las manos de nuestros heroicos guerreros", escribió el ministro de Finanzas, el colono ultranacionalista Bezalel Smotrich, en la red social X.  Las fuerzas de seguridad pusieron en marcha un gran despliegue en las instalaciones y procedieron a detener a diputados y activistas que consideraron que la detención de los militares es "lamentable" y "antisionista". 

El ministro de Seguridad Nacional, el antiárabe Itamar Ben Gvir, dijo que acudiría a Sde Teiman junto a legisladores de su partido, Poder Judío. "El espectáculo de agentes de la policía militar deteniendo a nuestros mejores héroes en Sde Teiman es simplemente vergonzoso", dijo el ministro, quien esgrime que uno de sus objetivos es empeorar las condiciones de los palestinos detenidos y cuyo ministerio controla la policía y el servicio penitenciario de Israel.

El presidente de de Israel, Isaac Herzog, dijo que "el odio es sin duda comprensible y justificado" contra "los malditos terroristas de Nukhba", la célula de Hamas que planeó el ataque contra Israel del 7 de octubre de 2023, que causó unos 1.200 muertos y 251 secuestrados y fue el desencadenante de la actual guerra en Gaza. Pero Herzog defendió las investigaciones para evitar que el Ejército sea acusado ante instituciones internacionales al advertir: "No olvidemos que nuestros enemigos tratan de perseguirnos una y otra vez, incluso en el ámbito jurídico internacional".

Disturbios en una base militar

Más allá de las protestas en el penal de Sde Teiman, la televisión local difundió posteriormente imágenes de otros manifestantes frente a la base militar donde se estaba interrogando a los militares detenidos. "Varios ciudadanos irrumpieron en el edificio judicial de Beit Lid", recogió el comunicado policial, según el cual los agentes presentes en el edificio dispersaron en pocos minutos a los manifestantes extremistas. En los videos de ese momento se observa a los soldados de la base tratar de evitar la entrada a las instalaciones de la turba, de la que formaban parte otros uniformados con pasamontañas.

Usuarios en redes denunciaron además la presencia de miembros de la Juventud de las Colinas, un movimiento juvenil de colonos violento defendido por Ben Gvir. "La intrusión de civiles en las bases del Ejército es un acontecimiento que daña gravemente la democracia israelí y le hace el juego a nuestro enemigo durante la guerra", escribió en la red social X el titular de Defensa, Yoav Gallant. El ministro aseguró haber hablado con el jefe del Estado Mayor del Ejército, Herzi Halevi, para dar su apoyo a las fuerzas armadas a la hora de contener la situación.

Crímenes de guerra

Desde el 7 de octubre miles de palestinos, principalmente de Gaza, fueron internados en Sde Teiman. Allí las autoridades israelíes practican torturas, palizas y agresiones sexuales en zonas sin cámaras de seguridad contra palestinos, muchos de ellos presos sin tener cargos formales en su contra, según denuncias de la ONG Médicos por los Derechos Humanos de Israel y de Amnistía Internacional.

Al menos 36 palestinos murieron en Sde Teiman y unos 124 de ellos continúan encarcelados, según medios israelíes, a pesar de que la fiscal general pidió que fueran trasladados. La semana pasada la organización Human Rights Watch publicó un informe basado en imágenes tomadas y publicadas por los propios soldados y activistas israelíes en el que denuncia que Israel comete crímenes de guerra contra los presos palestinos, incluidos niños, al someterlos a violencia sexual y tratos inhumanos.

 La Corte Penal Internacional está considerando emitir órdenes de arresto contra el primer ministro Benjamin Netanyahu y su ministro de Defensa, Yoav Gallant, por crímenes de guerra y lesa humanidad en territorio palestino durante la guerra.