La Muncipalidad de Rosario decidió ayer impedir la continuidad de una feria de la comunidad qom, que funcionó tres días por semana en Juan José Paso y avenida Sabin (ex Travesía), en junio y julio. "Muchos de nuestros vecinos encontraban así un sustento", dijo Miguel Medina a Rosario12. Pero lo más grosero fue la explicación que le dieron tras la prohibición: "Nos dijeron que estábamos en una avenida de ingreso a la ciudad y que no quedaba lindo para los turistas", relató el referente de la comunidad, con sorpresa por la explicación.

Vecinos de la comunidad qom, del barrio Travesía en zona norte, revelaron que ayer temprano en la mañana fueron blanco de un desalojo forzoso por parte de agentes municipales y policías sobre la feria popular, que funcionó en las últimas semanas en el playón delantero de la subcomisaría 24 que está ubicada en la misma esquina "sin problemas para nadie y con la gente ganándose unos pesitos", subrayó Medina.

Los inspectores obligaron a los feriantes –mujeres en su mayoría– a levantar sus mantas y la mercadería con la que se aprestaban a establecer un mercado callejero de artesanías, artículos de cestería y ropa, frutas y verduras, propio de esa comunidad originaria.

“Ya hemos hecho esta feria otras veces, tenemos una autorización firmada por el Centro Municipal de Distrito Norte ‘Villa Hortensia’, pero los de Control (y Convivencia municipal) no quieren dejarnos trabajar. Y necesitamos hacerlo porque si no, cómo vamos a comer", contó Liliana Galeano, presidenta de la comunidad qom "L'mac na alhuá".

Los habitantes del barrio de Travesía y Juan José Paso encuentran en esa feria una posibilidad de amortiguar el impacto de la pobreza, que les cala hondo en esta crisis. La desocupación allí es el denominador común, y las familias afirman que la supervivencia depende de “changuitas” que se hacen aquí y allá. Pero con el desplome de la construcción como fuente principal de empleo, la situación se puso muy difícil.

“Debido a la falta de trabajo, y a la gran necesidad que tenemos, abrimos una feria para poder ganarnos unos pesos, y así también poder comprar un poco más barato. La Municipalidad nos manda a Control Urbano, diciendo que no podemos hacer nada, pero estamos resistiendo porque nos quitan la posibilidad de trabajar”, explicó Galeano.

“Sentimos discriminación por la necesidad que tenemos, tampoco hay trabajo, el gobierno de Milei no mandó alimentos. Así que nos vemos en la necesidad de hacer una feria para poder comprar y vender, o canjear más que nada sería. No conseguimos trabajo, no tenemos nada. Queremos hacer visible la pobreza que tenemos y que Control quiere esconder, en el barrio hay hambre, pero nos dicen que esto es una avenida y que no se puede hacer esta feria porque queda de mal aspecto. No ven la necesidad y el hambre que hay acá mismo”, remarcó la representante comunitaria.

Sonia Segovia, otra de las vecinas en el conflicto, contó a Radio Sí 98.9 que ese mercado popular es habitual los sábados, lunes y martes. Suelen ocupar un playón público sobre la avenida, pero esta vez se toparon con la negativa de la autoridad municipal. “Dicen que está prohibido, pero pedimos que nos dejen trabajar tranquilos. Aquí hay mujeres grandes que no consiguen un trabajo afuera. Y no podemos trasladarnos hasta otros lugares de feria. Acá hacemos más que nada un trueque, es para mantenernos, nos damos una mano entre todos”.

A pesar de que los vecinos exhibieron el documento de autorización expedido en el CMD Norte Villa Hortensia, los inspectores lo desconocieron. “Vinieron 6 o 7 vehículos, nos vinieron a echar. Me gustaría estar en casa tranquila, pero no puedo. Acá muchas familias no tenemos qué comer hoy. Mi marido changuea, tenemos 6 chicos”, expuso.