Ni siquiera un abrazo en paz dejó hacer el gobierno de Javier Milei a la Universidad Madres de Plaza de Mayo (UNMa) que acaba de intervenir. Ayer por la mañana durante el simbólico acto de apoyo a esa institución policías motorizados pasaron por la calle de manera intimidatoria. "Detrás de la intervención hay una persecución ideológica por parte de este gobierno, que no sólo es negacionista sino reivindicador de la última dictadura cívico militar, que visita a los genocidas en la cárcel, lo que menos le interesa son los derechos humanos y sobre todo una universidad orientada a los derechos humanos, única en el mundo", dijo a Página/12 Cristina Caamaño, rectora de la UNMa. "Esa persecución también es financiera, porque hace ocho meses que no nos dan un peso para pagar los sueldos y los gastos de funcionamiento", agregó.

En el mismo sentido se pronunció Demetrio Iramain, docente de Historia de las Madres de Plaza de Mayo en dicha universidad. "Es un atropello y sobre todo es una intromisión en la autonomía universitaria", dijo en diálogo con este diario. "Es una intervención de facto que hace el gobierno nacional porque la figura que utiliza es la del 'rector organizador', siendo que nuestra universidad ya está plenamente organizada, hubo elecciones en diciembre para elegir los claustros de docentes, no docentes y estudiantes a la asamblea soberana, se eligió un Consejo Superior con esos tres estamentos, se eligieron las autoridades y Cristina Caamaño fue elegida rectora el 6 de marzo por unanimidad, todo esto el gobierno lo desconoce", agregó Iramain.

El jueves 25 poco antes de salir para la Plaza de Mayo, a las madres les había llegado la comunicación informal sobre la decisión oficial de intervenir la casa de estudios fundada por la fallecida Hebe de Bonafini, entre otros. "Lo comunicamos en la plaza y convocamos a todos a la marcha número 2415 de las Madres para repudiar esto, y finalmente el domingo a última hora nos notificaron de manera formal como hacen ellos, por correo electrónico, aún no fue publicado en el Boletín Oficial", describió el docente. Por ese motivo, hicieron un llamado a toda la comunidad universitaria y a la militancia para ayer a las 8 en la puerta de la Universidad, Defensa 119, por si el interventor pretendía ingresar recibiría todo el rechazo. Así fue, y al mismo tiempo estuvieron presentando en el fuero contencioso administrativo federal recursos judiciales para detener esto.

La materia que dicta Iramain es fundacional, empezó con la Universidad Popular en el año 2000 cuando se creó, y es de cursada obligatoria para todas las carreras que allí se dictan: Trabajo Social, Abogacía, Licenciatura en Comunicación, Tecnicatura en Periodismo, Profesorado y Licenciatura en Historia y Ciencias Políticas. "El gobierno desconoce la trayectoria de 20 años que tenemos como universidad, desde el 6 de abril de 2000 como Universidad Popular hasta noviembre de 2014 cuando se creó el IUNMA, Instituto Universitario Nacional Madres de Plaza de Mayo, que dependía del Ministerio de Justicia, y luego en 2023 se transformó en Universidad Madres de Plaza de Mayo, que depende del ex Ministerio de Educación, hoy de Capital Humano", relató. 

Iramain insistió en que "la universidad está plenamente organizada y normalizada, por lo cual rige la autonomía universitaria y el cogobierno que establece la ley de Educación Superior, y que en Argentina es norma desde 1918 cuando se produjo la Reforma Universitaria, de modo que esta decisión del gobierno atrasa 106 años". En este sentido, la UNMa tiene sus claustros con representantes en la asamblea universitaria y su Consejo Superior en funcionamiento, y sus autoridades, rector y vicerrector, en funciones. Por lo tanto, Iramain afirmó que "si hubiera algún motivo para una intervención ésta debe ser dictada por el Congreso Nacional, no puede hacerlo el titular ni ningún ministro del Poder Ejecutivo". 

La UNMa tiene 2300 estudiantes, 190 docentes y 90 no docentes, hay promociones de egresados y graduados. El rector/interventor designado por el gobierno es Eduardo Luis Mauricio, proveniente de Brandsen y cercano a Daniel Scioli, secretario de Turismo, Ambiente y Deportes. "Participó del proceso de normalización de la universidad porque fue el secretario administrativo en la gestión de Jacobo Grosman y María Elena Patzer, que perdieron la asamblea en marzo y ahora intentan regresar con este personaje de la mano de un decreto ilegal del gobierno", explicó Iramain. Y agregó: "La comunidad acompaña la decisión de resistir esto, la universidad va a estar donde esté el pañuelo de las Madres y el pañuelo va a estar siempre al lado de su asamblea soberana".

En el acto de ayer resolvieron permanecer en "estado de alerta y movilización permanentes" y acompañando la marcha de las Madres el próximo jueves a las 15.30, donde seguramente hablará la rectora Camaño para explicar las últimas novedades del conflicto. Por otra parte, piensan dictar clases en la Casa de las Madres, Hipólito Yrigoyen 1584, la primera sede que tuvieron, donde hay un salón auditorio y aulas. "Vamos a continuar con la mayor normalidad posible dentro de tanto hostigamiento, hace ocho meses que nuestra universidad no recibe un centavo de transferencia de fondos, los trabajadores docentes y no docentes no reciben su salario, es muy grave, pero sostuvimos las clases y tomamos los exámenes, además de hacer la inscripción para el segundo cuatrimestre, todo con un grado de compromiso muy grande que es lo que nos sostiene a pesar de los ataques de este gobierno criminal que tenemos", resumió Iramain.