Organizaciones feministas se concentraron en Quito, frente a la Comandancia del Ejército de Ecuador para exigir justicia por el femicidio de la subteniente Aidita Ati, quien según trascendió fue violada en el cuartel Fuerte Militar Napo, en la provincia amazónica de Orellana (este) el pasado 29 de junio.

Un mes después de que el Ejército de Ecuador informara de la muerte por "asfixia producida por una obstrucción de vía aérea mientras dormía" tras una noche de fiesta, según el reporte inicial, un centenar de personas, incluida la familia de Ati, se reunieron para denunciar que la militar fue “violada y asesinada”.

La autopsia final, de la que fuera oficial perteneciente al Comando de Apoyo Logístico N. 19., que se hizo pública el pasado martes, indicó que su cuerpo presentaba varias lesiones y que se observa “un presunto abuso sexual con fisuras” en las partes íntimas de la militar.

Esta nueva información sobre el caso ya se entregó al Tribunal de Orellana, que revisó las medidas cautelares de los cuatro sospechosos, y les dictó prisión preventiva.

"No puede quedar en la impunidad"

Los manifestantes reclamaron que los cuatro uniformados vinculados al presunto feminicidio sean separados del Ejército. Asimismo, la familia pidió que el caso no quede impune.

El padre de la soldado, Luis Ati, militar en servicio pasivo, que sirvió por 27 años a la institución, demandó al presidente de Ecuador, Daniel Noboa, que “exija a los más altos mandos militares que se haga justicia y que se aclare esta situación” porque este caso “no puede quedar en la impunidad”.

“Las investigaciones no han dicho nada, no me han dado respuestas”, señaló, y apuntó que espera que “los jueces puedan dictar de manera correcta para salvaguardar la vida de las mujeres”.

Este martes se realizará una audiencia para estudiar la vinculación de otros dos militares: el subteniente Luis F., quien testificó que no acudió a la fiesta, pero que se enviaba mensajes con la soldado y que en la noche fue a verla, y de la capitana María V., quien encontró el cadáver de Ati.

Los femicidios en Ecuador

En esta marcha también se recordó a María Belén Bernal, asesinada por su esposo, el ahora expolicía Germán Cáceres, en la Escuela Superior de Policía, en Quito, el 11 de septiembre de 2022.

La madre de Belén Bernal, Elizabeth Otavalo, denunció este lunes que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional son espacios “patriarcales” y “machistas”, que debieron de cuidar a sus hijas. Por ello exigió “verdad, justicia, reparación y no repetición” para todos los casos de violencia de género e hizo un llamamiento a que en la justicia “no sean negociadas las muertes” de estas mujeres.

Según la Asociación Latinoamericana para el Desarrollo Alternativo (Aldea), entre el 1 de enero y el 31 de mayo se han cometido en Ecuador 108 muertes violentas por razones de género, la mayor parte de ellas en la provincia costera del Guayas (suroeste). En consecuencia, una mujer ha sido víctima de femicidio cada 34 horas en lo que va de año.

Desde 2014, cuando se tipificó el femicidio como delito en el Código Orgánico Integral Penal (COIP), se han registrado al menos 1.812 mujeres, niñas o adolescentes que han sido asesinadas violentamente por razones de género en Ecuador, según los datos de Aldea publicados el 31 de mayo pasado.