El teatro argentino cruza el charco. Importantes producciones locales de teatro oficial e independiente podrán verse en la octava edición del Festival Internacional de Artes Escénicas (FIDAE) que se celebra en Uruguay del 16 al 24 de agosto. Serán nueve días durante los cuales también podrán verse obras del país anfitrión y otras provenientes de Alemania, Bélgica, Brasil, España, Francia y Portugal como país invitado. El evento tendrá como epicentro a Montevideo (que concentra el 40 por ciento de la programación) pero también tendrá una gran presencia en el interior el país, en los departamentos de Paysandú, Canelones, San José, Colonia, Tacuarembó y Treinta y Tres.
Más de 185 artistas convocados participarán de una ambiciosa agenda que incluirá espectáculos de teatro, danza, circo y títeres. Además, el festival ofrecerá espacios para el diálogo y la formación, con una variedad de charlas, talleres y demás actividades diseñadas para enriquecer la experiencia tanto de los artistas como del público en general. Toda la información puede consultarse en el sitio oficial.
“El objetivo es siempre acercar obras de calidad del mundo al público uruguayo. Y en esta edición, Portugal es el país invitado de honor, lo cual nos permite enfocar en la creación escénica de un país muy cercano a nuestras raíces. Por otro lado, desde la Argentina, vienen grandes maestros como Ricardo Bartis y Mariano Tenconi Blanco. Y gracias a la Ciudad de Buenos Aires, vienen también los títeres del San Martín y eso ha creado mucha expectativa”, comenta en diálogo con Página/12 Mariana Wainstein, Directora Nacional de Cultura de Uruguay, Directora Artística del FIDAE y también una de las responsables de la selección de las obras junto con el coordinador del Instituto Nacional de Artes Escénicas Álvaro Ahunchain.
En este marco, subirán a escena La gesta heroica, de Ricardo Bartis; Quiero decir te amo, la puesta más reciente de Mariano Tenconi Blanco; Tita y Rodhesia, obra con Laura Azcurra y Valeria Stilman; Romeo y Julieta, del Grupo de Titiriteros del Teatro San Martín y La omisión de la familia Coleman, el clásico de Claudio Tolcachir.
En Uruguay, el Estado y la cultura tienden puentes. “Los festivales son grandes motores en muchos sentidos. Porque tienen una cadena de valor, crean empleo y activan la economía, pero además crean espacios de encuentro social y de disfrute”, apunta al respecto Wainstein.
Es por ello que son múltiples las instituciones involucradas en la realización de este festival. Junto con el trabajo del Ministerio de Educación y Cultura, a través de la Dirección Nacional de Cultura, se suma el apoyo de Antel, Banco República, UTE, los gobiernos departamentales de Canelones, Colonia, Montevideo, Paysandú, San José, Treinta y Tres, Tacuarembó, la Embajada de Portugal en Uruguay, el Instituto Camões, la Embajada de España en Uruguay, el Instituto Goethe, el Complejo Cultural Teatral de Buenos Aires, Sodre, Gráfica Mosca-Insprinta, Edenred, la Asociación Turística del Departamento de Colonia, la Cámara gastronómica de Colonia y la Cámara hotelera de Colonia.