Las pistolas Taser, cuyo uso es polémico por parte de las fuerzas policiales porque corriente eléctrica sobre el cuerpo del sospechoso, podrían llegar a fines de año a Santa Fe y las autoridades celebran esta adquisición. El arribo a la provincia se da luego de que el Ministerio de Seguridad de la Nación haya dispuesto el uso de las mismas en todas las fuerzas para detener agresores. Armando Faraoni, Subsecretario de Tecnología y Equipamiento del Gobierno de Santa Fe, explicó que se espera que las pistolas ingresen a la provincia antes del inicio de 2025, "siempre y cuando se complete el proceso de capacitación del personal". "Esto hace que en el uso gradual de la fuerza podamos darle un electroshock que dura nada más que 15 segundos y poder reducirlo de manera rápida sin tener que usar un arma de fuego", explicó el funcionario.

Una de las voces que se alzó frente a la compra de estas armas fue la del diputado provincial del Frente Amplio por la Soberanía, Carlos del Frade, quien entrevistado en LT8, dejó en claro que para él la incorporación de las pistolas Taser en las fuerzas de seguridad de Santa Fe "es un gran negocio para el que venda las Taser". 

Según el diputado, en los últimos 20 años en Santa Fe se produjeron muy pocos enfrentamientos entre la Policía y las bandas criminales. En ese sentido, Del Frade se preguntó: "¿Para quién le van a dar las Tasers? ¿Para quién es el negocio?", y se respondió: "Es claramente un negocio para quien vende las pistolas".

Cuando a Del Frade le preguntaron cuáles son las empresas que venden las pistolas Taser, el diputado indicó que son "distintas empresas, pero fundamentalmente Israelíes, que son las que generalmente se ponen de moda cuando vienen gobiernos como el de Macri, como ahora esta unidad de gestión de negocios que encabeza Milei, son generalmente las más vinculadas a Estados Unidos". Por último, el diputado cuestionó al Gobierno de Santa Fe por la compra, que según él cuestan US$ 1.700 cada una, en medio de "un discurso de ahorro, de no dilapidar recursos estatales", e insistió en que "comprar armas para una policía que no se precia de tener enfrentamientos para evitar delitos es raro".

También el diputado provincial peronista Miguel Rabbia fijó posición frente a la consulta de Rosario/12. "Considero que las pistolas Taser pueden ser una herramienta más para el personal policial, complementaria a su equipamiento. Lo fundamental es que existan protocolos claros de actuación y que su uso esté reservado para situaciones límites. El problema radica en que se le dé un uso discrecional, un policía no puede utilizar este tipo de armas ante cualquier situación. Tienen otros elementos para ello como la tonfa. Aquí entramos en qué es indispensable la formación y preparación de los oficiales".

"Otro punto a observar es el proceso de adquisición de estás pistolas -agregó el legislador-. "Hay que poner especial atención a cómo se adquieren y bajo qué criterios. Actualmente nos encontramos con una emergencia en seguridad que permite una gran discrecionalidad a la hora de adquirir elementos, esto no debe ir en contra de la transparencia, eficiencia y control del dinero de la gente. Tiene que responder a una necesidad real y no a un negocio". 

Amnistía Internacional dijo que entre 2001 y 2016 que al menos 670 personas murieron solo en Estados Unidos por una descarga de Taser. En un informe de mayo de 2019 la organización dejó en claro que este tipo de pistolas “debe usarse solo como sustituto de armas letales y únicamente por personal capacitado”.

De todos modos el gobierno provincial ya puso en marcha el proceso administrativo para adquirir las Taser, para uso policial. Se trata de unos 50 dispositivos que, a la manera de una prueba piloto, se utilizarán seguramente en las grandes ciudades y que estarían disponibles para fin de año. Así lo informó Faraoni, en el marco del acto de apertura de sobres de la licitación para adquirir uniformes policiales y para el Servicio Penitenciario.

La medida se puso en marcha a partir de la reglamentación dictada por el gobierno nacional para el uso de armas de baja letalidad, no obstante lo cual el funcionario puso el énfasis en la necesidad de capacitación del personal policial y se explayó sobre algunas características del dispositivo y acerca del modo de utilizarlo. Faraoni aclaró que los agentes portarán al mismo tiempo la pistola Taser y la reglamentaria, y evaluarán en cada caso cuál de ellas utilizar, a la vez que el contexto y las acciones registradas por cámaras corporales.

"Partimos de la base de que no hay por qué utilizar un arma de fuego cuando es posible utilizar armas de menos letalidad. En ese sentido, quiero aclarar que las armas no letales no existen: en este caso, son armas con menos letalidad. Y hay que dar capacitación al personal y tener un buen protocolo, una buena conducta y apreciación en el uso, para que el dispositivo realmente surta el efecto deseado", explicó.

El funcionario comentó que se estuvieron analizando también otros sistemas, y que, en el caso de la Taser, es un arma que "genera un arco electrovoltaico, que hace pasar por el agresor 50 mil voltios de tensión, pero con una intensidad de corriente muy baja, de 2 miliamperios". En tren de "desmitificar" marcó que "no hay que asociar el voltaje a la letalidad", sino que ésta deviene de la intensidad de corriente. "Por ejemplo, este tipo de pistolas están preparadas para disparar a una persona que tiene un marcapaso, y tiene menos intensidad de corriente que un desfibrilador", añadió.

Por otra parte, Faraoni sostuvo que a este tipo de armas se recomienda utilizarlo "especialmente en aquellas personas que están con una psiquis alterada o bajo algún efecto de estupefacientes. No está recomendada para el uso común de infantería".

En cualquier caso, enfatizó que "va a haber protocolos de utilización, Nación ya la reglamentó para fuerzas federales. Pero quiero hacer énfasis en que la pistola tiene instrumentos de auditoría, tanto para el buen uso como para el caso de que haya alguna especie de abuso".