"Eva baila sola" es una obra de teatro performática que incorpora una mixtura de artes escénicas, sonoras y plásticas para acercarse a la figura mítica de Eva Duarte de Perón, pero de una forma no convencional y casi metafórica, mediante la mirada de Amparo, una vendedora de boutique de 1940, interpretada por la actriz Monserrat Llaó. Con la dirección de María Morales Miy, esta propuesta ya se estrenó con éxito en la ciudad de Salta.

Amparo trabaja como vendedora en una boutique de fines de los años 40. Motivada por los cambios sociales de su época y por la incipiente participación política de las mujeres, va creciendo en ella una admiración hacia la figura de Eva Perón. La radio cuenta lo que pasa en el país y en el mundo y Amparo, lo que le pasa a ella, con esa realidad que la atraviesa.

Las próximas funciones de "Eva baila sola" serán el 1 de agosto, en la Sala Mecano de la Casa de la Cultura, y el 16 de agosto, en el Centro Cultural América. La obra cuenta con el apoyo del Instituto Nacional de Teatro y del Fondo Ciudadano de Desarrollo Cultural de la provincia.

Salta/12 conversó con la directora de la obra, María Morales Miy, reconocida en la escena salteña por su trayectoria como actriz, investigadora y realizadora teatral, pero también como militante feminista y de derechos humanos. 

-¿Cómo surgió esta obra y qué te llevó a explorar la figura de Eva Duarte?

-Fue una propuesta de la actriz de la obra, Monserrat Llaó, que me convoca para que llevemos adelante juntas este espectáculo, esto que considero termina siendo una experiencia. Trabajo desde la dirección con una forma, un modo de entender el teatro que está rondando lo que llamo teatro performático, que tiene que ver, si se quiere, con un lenguaje más amplio del teatro en el cual se amplían, se engrosan los bordes de lo teatral y aparecen otras artes escénicas como, por ejemplo, la danza, lo corporal, la música. Esta mirada más abarcativa de lo que tiene que ver con la escena es lo que a mí me interesa abordar y la figura de Eva, que es siempre convocante para mí, por mi militancia, por mi historia personal, por la cuestión politica, que atraviesa mi actividad todo el tiempo, ya sea desde el teatro, mi trabajo por fuera del teatro, mi militancia. Si bien es una propuesta a la que me convocan, creo que tenía mucho que ver conmigo también y eso es lo que me alentó a aceptarla.

-¿Cómo creés que la obra puede generar un diálogo con la audiencia sobre la figura de Eva y su legado?

-A la obra yo la ubiqué especialmente en el momento en que se debate la ley por el sufragio femenino y a partir de ese momento en que la ley se aprueba y las mujeres podemos votar en Argentina, lo que implicó la figura de Eva Perón, cuando ella puede votar y muy poco tiempo después fallece. Ese es el momento histórico. Mi intención fue tomar ese momento histórico sin juzgamientos sino como si fuese una cuestión casi documental. Me parece que es algo que atraviesa a la historia argentina. Más allá de la posición política o doctrinaria que tengamos en relación al peronismo o en relación a esos años que vivió nuestro país. En ese sentido creo que cualquier persona puede ser interpelada y tomar algo del legado de Eva Perón hoy. Me parece que en ese sentido es una mirada bastante amplia que tiene una fuerte búsqueda artística, no tanto de posicionamiento político. Aunque, por supuesto, nosotras tenemos un claro posicionamiento. Hay cuestiones históricas, aparecen noticias, propagandas de la época, personajes muy importantes como Enrique Santos DiscépoloNiní Marshall. Ese es un poco el aire que se respira en el espectáculo. 

-¿Cómo fue el proceso de creación de la obra?

-El proceso de creación de la obra está básicamente en una búsqueda que yo vengo haciendo hace mucho tiempo que tiene que ver con una interacción entre distintos lenguajes artísticos. Esta obra tiene la particularidad de que llegás a la escena, al teatro, al museo, donde sea que se esté haciendo, y te entregamos un tablero con hojas y un lápiz para dibujar, el público está todo el tiempo levemente iluminado porque con el papel blanco no hace falta demasiada luz para poder dibujar. En algunos momentos de la obra la actriz se congela durante dos, tres o cuatro minutos, y se transforma en una experiencia de modelo vivo. Esa propuesta que también viene de la actriz Monserrat Llaó a mí me interesó mucho porque además de actriz, yo trabajé muchos años de modelo vivo en mi adolescencia aquí en Salta, en Tucumán, en Buenos Aires. Entonces me resultaban lenguajes muy conocidos, con los que yo podía expermentar y trabajar.

-¿Por qué elegiste esta forma de narrar mediante la combinación de teatro, sonido y dibujo?

-El tipo de obra, tiene que ver con el teatro performático porque hay un entrecruce de lenguajes artísticos, los márgenes de lo que tiene que ver con la teatralidad son más borrosos, se engrosan y empiezan a jugar otros lenguajes artísticos, la música es importante, todo el lenguaje sonoro, la cuestión visual, la línea, el dibujo, la palabra, las proyecciones, vemos fotografías, el cuerpo está todo el tiempo afectado por una visión metafórica, eso como metáfora de Eva como una loba que lucha por defender a sus cachorros, a su gente, a sus descamisados. Esa metáfora está impregnada por un teatro muy físico, cercano al campo de la danza que tiene que ver si se quiere con lo coreográfico, lo performático. Es una experiencia, tiene un relato que no busca tener una introducción, nudo y desenlace, sino que más bien, se vuelve un poco circular. Si estás dibujando y dejás de mirar al obra, hay un relato de lo sonoro que te va contando también lo que sucede. Yo me animo a decir que uno no se pierde nada aunque no mire y si no quiere dibujar entra en otro tipo de lenguaje también. Está muy acompañado lo visual, con lo sonoro y lo poético.  Y ese es el tipo de experiencia teatral que me interesa.

-¿Qué papel juega la radio y cómo contribuye al ambiente y la narrativa?

Me pareció que el partener es la radio de época, que acompaña a la actriz protagónica todo el tiempo, está combinada por tangos que están interpretados especialmente para esta obra por Julieta Laso. La radio es la coprotagonista de la obra, justamente porque la propuesta desde la dramaturgia es bastante rota, con un relato bastante inusual o circular. O porque quizás no es lo más importante el relato en cuanto al texto, me pareció que era necesario que haya un elemento que nos ordene, que nos ubique en tiempo y espacio. La edición sonora y en algunos casos la selección de lo que escuchamos  estuvo a cargo de Natalia Avendaño. Además se dedica un poco a hacer podcast y ese es el elemento inspirador que nos llevó a trabajar con ella concretamente...Desde la dirección todo el tiempo también estuve seleccionando y asistiendo en esos lugares para dar cuenta de lo que quería en la obra.

-¿Cómo consideras que la obra se relaciona con la actualidad?

-Posiblemente el entrecruce más fuerte que tenga la obra hoy, tenga que ver con esta noción, este criterio de justicia social, que está siendo tan defenestrado, tomado casi como una mala palabra por quienes están en el gobierno. Me parece que en ese sentido, esos pilares que sostienen o que han fundado el movimiento peronista que tienen que ver con la justicia social, la soberanía política, la independencia económica, son anclajes, que hoy vuelven a ser necesarios, por lo menos traerlos de nuevo, volver a discutir sobre esos temas, a entenderlos o a pensar cómo los entendemos hoy. ¿De qué hablamos cuando hablamos de justicia social?, simplemente de un piso de igualdad para todos y todas. Sin quererlo, porque nosotras empezamos a trabajar con este espectáculo antes de que gane Milei, hoy vuelven a ser temas sumamente necesarios, plantear de que más allá de la postura partidaria si se quiere, en la que uno se pueda sentir más identificado o la posición política inclusive que uno pueda tomar, pensar si realmente creemos que debe haber un piso de igualdad para todos y todas y que debe ser en algún punto el Estado el que garantice ese piso de igualdad. Me parece que hay distintos momentos de la obra, tanto por lo que escuchamos en las noticias de ese momento como por algunas intervenciones artísticas como la de Santos Discépolo con su personaje Mordisquito que se vuelven tremendamente actuales por lo menos en el sentido de pensar hoy en esos conceptos. La justicia social vuelve a ser un tema importantísimo hoy, otra vez.