La nadadora brasileña Ana Carolina Vieira, expulsada de los Juegos Olímpicos 2024 por salir junto a su pareja del complejo donde se hospedan los deportistas sin autorización la noche del viernes 26 de julio, aseguró haber sido víctima de acoso sexual dentro de su propio equipo y haberlo denunciado ante el Comité Olímpico Brasileño (COB) sin obtener respuesta alguna.

Este lunes, en un video que compartió en sus redes sociales, Vieira habló sobre el estado de desprotección en el que se encontraba al enterarse -luego de haber denunciado una situación de acoso y no haber recibido la atención adecuada- de la noticia de su expulsión de los Juegos de París por supuestos actos de indisciplina.

"No pude comunicarme con nadie cuando salí de la habitación cuando anunciaron que estaba fuera por mala conducta. Gracias a Dios, demostraré que no cometí ninguna mala conducta. No tenía acceso a nada, no podía hablar con nadie. Ella (la empleada) me dijo que me comunicara con los canales de la COB, pero ¿cómo voy a hablar con la COB, si ya hice una denuncia por acoso sexual dentro del equipo y no se ha solucionado nada? Así que espero que puedan contenerse un poco mientras hablo de todo esto con los abogados. Prometo decirlo todo”, les dijo a sus seguidores.

En el video, la nadadora brasileña, que viajó a Portugal luego de la expulsión, afirmó sentirse desamparada y muy angustiada por toda la situación, en particular porque -aseguró- ni bien ocurrieron los hechos se le impidió contactar a un psiquiatra y comunicarse adecuadamente con sus seres queridos.

La respuesta del Comité Olímpico Brasileño

Este miércoles, el COB refutó las afirmaciones de Vieira, asegurando que no hay denuncias pendientes de acoso en la Confederación Brasileña de Deportes Acuáticos (CBDA).

La entidad también desmintió que no se le haya brindado la asistencia adecuada después la expulsión, que estuvo motivada según el Comité no solo por la salida no autorizada de la Villa Olímpica junto a su pareja Gabriel Santos -que sí se quedó en los Juegos- sino por "la conducta agresiva e irrespetuosa" que habría demostrado la nadadora durante una discusión técnica con Gustavo Otsuka, jefe de la selección brasileña de natación, respecto al equipo de relevos.

"Durante la salida de la nadadora Ana Carolina Vieira de la delegación, las acciones del Comité Olímpico Brasileño estuvieron guiadas, como es habitual, por el respeto, la atención y el cuidado hacia la atleta debido al delicado momento que atravesaba", afirmó el COB en un comunicado. 

Durante todo el proceso, siguió el documento, "Ana Carolina Vieira estuvo acompañada por el Oficial de Salvaguardia y líder de Deporte Seguro de la Misión de Brasil en París, quien brindó apoyo". Además, sostuvo el COB, luego de recibir la noticia "la deportista habló con su madre, con la psicóloga de la delegación, hizo las maletas y tuvo acceso irrestricto a alimentación e hidratación antes de dirigirse al aeropuerto".

"Los hechos que hayan sido comunicados por la deportista a través de los canales de atención y soporte del COB no tienen relación con lo ocurrido en los Juegos Olímpicos de París", sostuvo el Comité, al tiempo que aclaró que no hará mayores comentarios porque "tales denuncias son confidenciales y dependen de la investigación del área, que actúa con total autonomía en relación con el ejecutivo de la COB".