Bahía Blanca fue despojada de la planta de licuefacción de gas y la respuesta no se hizo esperar. El intendente local, Federico Susbielles, aseguró que el proceso para la toma de decisiones por parte de YPF se “alteró” por cuestiones políticas y sostuvo que “todo el respeto y seriedad que tuvo Bahía Blanca y parecían tener las empresas, se desnaturalizó”.
“Hemos construido con seriedad, profesionalidad y unidad para defender nuestra posición que hoy fue claramente vulnerada, pero es el camino que debemos seguir”, dijo Susbielles por la mañana de este miércoles. Horas después de que YPF y Petronas confirmaran que la locación definitiva de la planta de GNL será en la provincia de Río Negro, el intendente dio su postura ante lo que consideró “la decisión se pareció mucho a la de un sistema de casta”.
El jefe comunal bahiense eligió brindar una conferencia de prensa para transmitir su posición, el mismo método que utilizó Axel Kicillof. Minutos antes que Susbielles, el gobernador remarcó que la imposibilidad de contar con la planta en la provincia de Buenos Aires es una “venganza” de parte de Javier Milei contra “el pueblo bonaerense que no lo votó”.
Susbielles, por su parte, no nombró a Javier Milei. No habló del presidente. Pero sí dejó en claro que las condiciones políticas alteraron el destino de una inversión que podía ascender a 50 mil millones de dólares. Al igual que una semana atrás, enumeró todas las características del puerto bahiense que justifican la llegada de las inversiones por parte de YPF y Petronas y resaltó que, en los últimos ocho años, Bahía Blanca “subrecumplió” todos los pedidos de ambas empresas.
En relación a la consultora que contrató YPF para convalidar la decisión respecto a la locación, el intendente bahiense fue duro: “No sé que consultora puede ver en 48 horas todo lo que se hizo en cinco años de estudios”. Y remató: “Las reuniones entre ambas empresas siempre fueron en Londres, y esperaba que la decisión surja de una reunión de estas características”.
Además, tal como explicó Susbielles, la construcción de la planta generaría 15 mil puestos de trabajo directos e indirectos más otros 5 mil en lo que respecta a la operatividad de la fábrica. En este sentido, advirtió que Bahía Blanca tiene la infraestructura como ciudad como para llevar adelante la obra y que hacerla en Sierra Grande demandará un gasto extra para generar condiciones similares.
En concordancia con el intendente, Carlos Boer, Secretario General de la UOCRA local, afirmó que cerca de 3 mil trabajadores de la construcción deberían instalarse de forma permanente en las inmediaciones de la obra para llevarla adelante.
“Punta Colorada está en el medio de la nada, tenés que construir una ciudad ahí, con hospitales y calles, así pueden estar los trabajadores antes de arrancar a construir la planta, y eso te va a llevar al menos un 20 por ciento del presupuesto”, aseguró en diálogo con Buenos Aires/12.
Según Boer, “todo el país sabe que es una decisión política, no es técnica o económica, porque, ante todo, el Gobierno nacional odia al gobierno de la provincia de Buenos Aires”. Para el dirigente gremial, es una decisión que carece de lógica, pero que no sorprende, “porque nada es lógico con este gobierno”.
Esa falta de certidumbre también fue puesta sobre la mesa por Susbielles. Desde su mirada, no se dieron los tiempos prudentes como para estudiar de la misma manera que se estudió a Bahía Blanca a la nueva locación.
“Veremos en diciembre de 2025, cuando tengan que ir a buscar a los inversores, si la decisión fue sólida y si fue lo mejor para Argentina”, apuntó el intendente de Unión por la Patria.
¿Se hará la planta?
“Nosotros somos conscientes y sabemos el daño que hoy se le produjo a Bahía Blanca, pero el tiempo dirá si este daño también es irreparable para la Argentina”, señaló Susbielles. Rodeado de su gabinete, funcionarios y concejales, el intendente manifestó sus dudas acerca de la efectiva posibilidad del emplazamiento de la plata de GNL en otro destino que no sea el puerto bahiense.
Tal como contó este medio, Susbielles enumeró en varias ocasiones las ventajas del Puerto de Bahía de Blanca respecto a otras opciones. Pero, además, la centralidad de su análisis parte de que hubo más de siete años de estudios técnicos, de suelo, ambientales, adecuación de infraestructura, generación de seguridad jurídica municipal y múltiples reuniones con directivos de YPF y de Petronas. Eso, en Rio Negro, en voz de los protagonistas, aún no sucedió.
En la misma línea, el intendente remarcó que la nueza zona elegida amerita un caudal de inversiones que no justifica el posible ahorro que, a priori, tiene la mudanza del proyecto, ya sean por cuestiones de infraestructura o del propio RIGI. Aunque, como el RIGI es parte de una ley nacional, quien se adhiera a la norma tiene potestad de ejercerla en cualquier punto del país, por lo que la famosa adhesión que pedía la oposición no es más que un gesto político.
Así, Susbielles destacó que el puerto bahiense está en condiciones de exportar “mañana mismo”. La mención radica en lo dicho anteriormente: en Punta Colorada hay que, prácticamente, construir un nuevo puerto con rutas, accesos, aeropuerto y todo un abanico de obras que llevarán más tiempo para que la planta comience a funcionar.
“Tampoco se tuvo en cuenta la operatividad del puerto, porque nosotros tenemos un puerto abrigado, lo que nos da un 22 por ciento más de días operativos”, dijo Susbielles, quien presidió el Consorcio portuario entre 2019 y 2023. Agregó que, durante 25 años, en Bahía Blanca se generó infraestructura y “expertise” en el rubro, ya que cuenta con el polo petroquímico más importante del país y el quinto de mayor relevancia en Latinoamérica.
Susbielles no dejó pasar por alto lo que significa una obra de estas características en el plano geopolítico y operativo: amerita un sistema de defensa. “Esta obra se volverá un punto geoestratégico para el mundo, y aquí tenemos a la Prefectura y al Ejército, cosa que otra locación no tiene”, indicó. A su vez, no hay dependencias de la Aduana o Migraciones, por lo que, según el intendente, son miles de millones de dólares de costo añadido.
“Esta aceleración en la decisión y la falta de estudios puede poner en riesgo este proyecto”, vaticinó.
A todo el combo de daños, Susbielles recordó que YPF reservó 1500 hectáreas durante más de dos años. “Mientras estuve al frente del puerto rechazamos tres proyectos que buscaban esas tierras: una terminal para elevar granos, una nueva planta de fertilizantes y otro proyecto energético”, contó el intendente.
Remarcó que el puerto alberga a diez empresas multinacionales porque garantiza seguridad jurídica y estabilidad, por lo que a partir de ahora “no se van a perder más oportunidades”.
Voces opositoras
Susbielles no hizo alusión al RIGI, algo que sí insistió en remarcar Kicillof en su conferencia de prensa. Allí explicó, tal cómo se conoció en el documento que horas más tarde publicaron YPF y Petronas, la no adhesión al RIGI nacional no fue un condicionante para la decisión de donde instalar la planta.
De todas maneras, el arco opositor bahiense volvió a hacer hincapié, en su mayoría, que el gobernador pecó por su ideología y el rechazo a aceptar el régimen de incentivo a las inversiones del mileísmo dejó a Bahía Blanca fuera de la carrera por la planta de GNL.
En un comunicado del radicalismo local, y en sintonía con el presiden del Comité Provincia, Maximiliano Abad, señalaron que “la intransigencia del Gobernador para adherir al RIGI, norma que otorga seguridad jurídica a los inversores de no tener trabas o imposiciones tributarias abusivas en el corto y mediano plazo” atentó contra el emplazamiento de la planta.
“Kicillof priorizó su aventura presidencialista, y se olvidó que es el gobernador de todos los bonaerenses”, apuntó en su red X, el concejal radical y titular del partido a nivel local, Pablo Daguerre.
En diálogo con este medio, el ex senador por el distrito y dirigente de la Coalición Cívica, Andrés De Leo, llevó el plano de responsabilidades a “una disputa entre un Presidente sin límites y un gobernador inepto que llevan a una decisión que perjudica a los argentinos no solo a los bahienses y bonaerenses”.
El tema del RIGI también fue puesto por la mesa desde el PRO local. Adrián Jouglard, concejal del partido amarillo, habló de que la “ideología de Kicillof lleva a una pelea política que nos condena a la pobreza”. Además, aseguró que “no hizo nada para defender a Bahía Blanca” ante esta situación.
El martes, compartió un documento de las Juventudes del PRO que “exigía” al gobernador a adherir al RIGI nacional en todos los puntos, más allá de que aún el régimen ni siquiera está reglamentado.