La presencia de China en la región se consolida de la mano del desembarco de empresas con inversiones directas en energía renovable, litio, minería, autos eléctricos y digitalización y también fusiones y adquisiciones, advierte un informe elaborado por el Global Development Policy Center de la Universidad de Boston. La contracara del estrecho lazo económico es la intensificación del vínculo político: en 2023 se registró un récord de ocho visitas de presidentes de la región a China.

Estas dinámicas están por detrás del drástico giro que dio el presidente Javier Milei en cuanto a la relación con China respecto de las declaraciones de la campaña electoral. De asegurar que "no haría negocios con comunistas" a tirarse encima de la necesaria renovación del swap de monedas y abrazar el vínculo diplomático. De hecho, la propia Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, se reunió días atrás con el embajador chino en Argentina, Wang Wei. También está en agenda, aunque sin fecha todavía, una visita de Milei a Beijing para entrevistarse con Xi Jinping.

"Tras una campaña caracterizada por una fuerte retórica crítica a China, la elección de Javier Milei en diciembre de 2023 provocó un enfriamiento inicial de la relación bilateral entre Argentina y China. Sin embargo, desde enero de 2024 hay indicios de que el pragmatismo puede prevalecer para ambas partes", indica el informe.

Intensidad

El citado informe explica que el comercio, la inversión y la infraestructura entre China y América Latina y el Caribe han crecido rápidamente de la mano de la intervención de las empresas chinas, dejando atrás a la financiación tradicional china para el desarrollo motorizada usualmente a través de los préstamos país-país.

"El cambio puede reflejar una maduración de la relación. Ahora es más probable que las empresas chinas trabajen directamente en la región, en lugar de requerir la intermediación de instituciones financieras de desarrollo chinas", indica el trabajo.

En términos de comercio, las exportaciones de América Latina y el Caribe a China aumentaron a aproximadamente 208 mil millones de dólares en 2023, mientras que las exportaciones chinas a la región cayeron a aproximadamente 242 mil millones de dólares en medio de una desaceleración de las exportaciones chinas en general. Como resultado, el déficit comercial de mercancías de la región con China se redujo a unos 33 mil millones de dólares, o el 0,5 por ciento del PIB regional.

Uno de los nuevos puntales del intercambio comercial entre la región y China es la carne vacuna, con la participación destacada de la Argentina. El año pasado, por primera vez desde que China se convirtió en un socio comercial regional importante, la carne de res ingresó en las filas de las cinco principales exportaciones a China. Asimismo, las exportaciones de la región hacia el país asiático ya representan la mitad del comercio mundial de dos minerales considerados claves en transición energética, como carbonato de litio y minerales y concentrados de cobre. El 34 por ciento de las exportaciones minerales de América latina y el Caribe tienen como destino a la economía china.

En el terreno de la inversión china, los nuevos proyectos se han concentrado predominantemente en los sectores manufactureros, en particular el automotriz, durante los últimos 12 años, junto a la minería, dice el informe. Entre las principales operaciones aparecen dos desembolsos realizados en Argentina: el de Chengxin Lithium Group y Zijin Mining Group, por 823 million de dólares y 600 million de dólares, respectivamente, ambos en el sector del litio.

Los otros proyectos de inversión más significativos son los de Solarever (1000 millones de dólares para fabricar autos eléctricos en México), Huawei (800 millones de dólares para manufacturar teléfonos en Brasil), Ningbo Xusheng Group (350 millones de dólares para desarrollar una planta de autos eléctricos en México), Minerals and Metals Group (350 millones de dólares para expandir la mina de cobre Las Bambas en Perú), y los 290 millones de dólares de BYD para desarrollar una fábrica de cátodos de litio en Chile.

Otra vía de canalización de inversiones es a través de las fusiones y adquisiciones. En este capítulo, la inversión china se concentró en los sectores energéticos, con la compra de Enel Perú por parte de State Grid Corporation por 2900 millones de dólares y la compra de Pontoon de Brasil (y su planta solar de Ceará) por parte de PowerChina por 360 millones de dólares.

En el caso de Argentina, un capítulo importante de la relación bilateral pasa el swap de monedas, que el gobierno libertario logró renovar para evitar tener que desembolsar el equivalente a unos 5 mil millones de dólares utilizados el año pasado.