Desde junio funcionarios del ministerio de Salud Pública de Salta analizan muestras de personas que han tenido síntomas compatibles con dengue y que en los estudios de laboratorio dieron resultado negativo para esa enfermedad y para chicunguña para determinar si se trata de la fiebre del Oropouche. Hasta el momento todos los estudios dieron resultados negativos.

Así lo informó ayer la cartera de Salud salteña. Detalló que ante una alerta emitida por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se está haciendo una vigilancia de la fiebre de Oropouche, enfermedad endémica de la región amazónica brasileña, de la cual se han detectado casos en Bolivia y en otros países de Sudamérica.

La jefa del programa de Vigilancia por Redes de Laboratorio, Ruth Juárez, afirmó que el estudio que realizan para determinar si el virus ingresó al territorio de la provincia, se realiza sobre muestras de pacientes febriles que fueron considerados como sospechosos de dengue a partir de enero de este año, cuando comenzó el brote de la enfermedad.

“Se han procesado 336 muestras en el Laboratorio Provincial de Referencia de Dengue y Otros Arbovirus, pertenecientes a pacientes de todas las edades notificados en el evento síndrome febril agudo inespecífico y que resultaron negativas para dengue; todos los estudios dieron resultado negativo también para fiebre de Oropouche”, dijo la funcionaria.

El laboratorio donde se procesan las muestras está ubicado en el Hospital Señor del Milagro. Las determinaciones se realizaron por métodos de biología molecular RT-PCR en tiempo real para virus Oropouche, sobre muestras priorizadas de pacientes provenientes de zonas fronterizas con Bolivia, como Salvador Mazza, Santa Victoria Este, Tartagal, General Mosconi, Embarcación y Orán.

Juárez dijo que “la vigilancia a través de estudios de laboratorio fortalece la vigilancia en general del diagnóstico diferencial para el conjunto de arbovirus que circulan en la región”, agregando que “desde el centro de referencia nacional, que es el Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas Julio Maiztegui, se fortaleció a las provincias limítrofes con Brasil y Bolivia, donde se evidenció la circulación del virus de Oropouche”.

Vigilancia de laboratorio

La bioquímica Gabriela Bravo, a cargo del Laboratorio Provincial de Referencia de Dengue y Otros Arbovirus, explicó que “la OPS pidió a los países de la región activar la vigilancia ante el aumento de casos de fiebre de Oropouche que se viene dando en la zona amazónica del Brasil y en Bolivia, principalmente en el departamento La Paz”.

Agregó que “el Ministerio de Salud Pública ya se encuentra haciendo vigilancia ante la posible introducción del virus, que produce una enfermedad conocida como fiebre de Oropocuhe y que presenta un cuadro muy similar al dengue”.

También comentó que en Brasil se estudian casos de posible transmisión vertical, es decir, de madre infectada a hijo, aclarando que “ni en Salta, ni en todo el país, hasta el momento se ha documentado ningún caso de la enfermedad “.

Bravo informó que en la actualidad a todo paciente con síndrome febril agudo inespecífico se lo estudia para saber si tiene dengue, chicunguña, zika u oropouche.

La última vez que se detectó el virus fue en 2005, cuando se confirmaron ocho casos positivos de fiebre de Oropouche en personas de Jujuy. Posteriormente, no hubo nuevos casos detectados en todo el país.

Fiebre de Oropouche

Es una zoonosis producida por el virus Oropouche, que se transmite a los humanos principalmente por la picadura del mosquito jején, que está presente en todo el continente americano.

La presencia del jején es abundante en los meses cálidos y lluviosos. Este mosquito se reproduce colocando sus huevos en lugares húmedos, como barro, estiércol, excrementos, y basura.

El virus fue aislado por primera vez en 1955 en Brasil, a partir de una muestra de sangre de un trabajador forestal. Desde ese momento, se sabe que circula en la región amazónica, que incluye países de América del Sur y América Central.

Se encuentra inicialmente en animales vertebrados, como monos, perezosos y roedores, desde donde pasan al mosquito, que actúa como vector para la transmisión a los humanos.

Prevención

Dado que el mosquito jején está presente en las provincias del norte argentino, es de suma importancia que la población refuerce las medidas de prevención para evitar picaduras, como lo hace para prevenir el dengue, ya que ambas enfermedades se transmiten de la misma manera.

La prevención implica buenas prácticas socio-ambientales, la instalación de métodos de barrera en las viviendas y medidas de protección personal.

Entre las medidas preventivas se reseñan: evitar la acumulación de residuos y la formación de charcos o sitios de anegación temporal; mantener desmalezados el espacio donde se asienta la vivienda y los predios cercanos; colocar en puertas y ventanas mosquiteros de malla fina, ya que el jején es un mosquito pequeño. Usar prendas de vestir que cubran brazos y piernas, sobre todo si en la familia hay alguna persona enferma; usar repelente de insectos que contenga icaridina o DEET, sobre la piel o sobre la ropa, respetando las indicaciones en la etiqueta del producto.

Las personas de mayor riesgo, como trabajadores del campo, deben usar prendas que cubran las partes expuestas del cuerpo y productos repelentes autorizados.

Actualmente no se dispone de vacuna ni de medicamentos antivirales específicos para prevenir o tratar la infección por virus de Oropouche. El tratamiento a las personas infectadas consiste en alivio del dolor, rehidratación, reposo y control.