“La muerte civil. La ignorancia social. Quedarte solo. No poder gritar. No poder percibir. No poderte nombrar. Llorarte en silencio; sin hacer ni un ruidito. Morirte y que no se entere nadie porque no le importa a nadie. Cortarme y que fluya mi rojo dolor por donde pueda. Contra ello la respuesta es unánime. Aquí están, estos son los muertos civiles." Parte de la obra Sin Reserva que realizaron los artistas internados y externados del Frente de Artistas del Borda en el ex Olimpo (Espacio para la Memoria).
Hoy vuelven a resonar en cada uno de ellos y adentro de todos los manicomios esos mismos sentimientos y sensaciones de la muerte civil y de la ignorancia social, al enterarse del cierre del Complejo Turístico de Chapadmalal por el gobierno de Javier Milei.
Fue como un tiro al corazón.
Un tiro al corazón porque miles de personas con padecimiento mental de los manicomios no podrán participar este año del “16° Festival y Congreso Latinoamericano de Arte hacia la Desmanicomializacion", como viene ocurriendo desde hace 30 años. Al cerrarse el Complejo Turístico de Chapadmalal, lugar donde se alojaban entre 600 y 800 personas, en su mayoría internadas o en tratamientos ambulatorios en los hospitales psiquiátricos públicos de la Argentina, ahora no encontramos alternativas posibles como brindaba ese complejo, dependiente del Ministerio de Turismo de la Nación.
En este festival creado en 1989 por el Frente de Artistas del Borda y desde 1995 organizado por la Red Argentina de Arte y Salud Mental participan personas artistas que viven y se atienden en los manicomios (llamados también loqueros, asilos, depósitos de personas) y centros de salud mental comunitarios, donde se presentaban talleres, videos, conferencias, experiencias, y espectáculos de teatro, mimo, danza, circo, música, poesías y plástica en los teatros de los hoteles de Chapadmalal y de Mar del Plata.
No es un Congreso de profesionales o de técnicos, es un “Festival de artistas locos”, como me gusta llamarlo, y está considerada como experiencia única en el mundo. Entonces, ellos “ los locos”, esos muertos civiles, esos desaparecidos sociales, a través de sus trabajos artísticos volvían a aparecer como personas pensantes y creadoras que ponían en cuestionamiento el imaginario social de la locura, y en debate la existencia del manicomio como espacio violatorio de los derechos.
Funcionarios de este gobierno con ese decreto o medida indebida cierran los espacios de los Hoteles de Chapadmalal para convertirlos ahora en espacios cerrados y sin personas, generando la tristeza, la angustia y la desesperanza de mucha buena gente. Y no solo de los pacientes o usuarios o personas con padecimientos mentales (esos Nadies) sino de los otros Nadies (los jubilados, los pobres, los niños sin recursos, los desclasados), que en épocas anteriores con políticas solidarias y sensibles de todos los gobiernos democráticos -menos este- lo habitaron, lo vivieron, lo gozaron desde su creación.
Es otro tiro al corazón de los ladrones de la esperanza a las personas. Artistas del Borda o el Moyano; también del Melchor Romero o Montes de Oca y del Chaco, de Mendoza, San Juan, la Patagonia, casi todos hospitales psiquiátricos del país. Con el cierre de Chapadmalal les han robado, les han negado el derecho a la alegría, a la vida, a la comunión entre personas. Este mismo sistema cotidianamente continúa convirtiéndolos en los Nadies, en los desaparecidos sociales de siempre.
Hoy ese lugar tendrá el mismo sentido de su existencia que el manicomio: será un lugar cerrado, de ausencia de vida, de malestares, de segregación, entre otras violaciones a nuestros derechos de ser más felices y más libres; en definitiva, mejores personas.
Igualmente, no nos impedirá seguir luchando y resistiendo desde y con el arte por la defensa de la salud, de los Derechos Humanos y de la desmanicomialización.
Aunque algunos no quieran.
Creador del Frente de Artistas del Borda y de los Festivales. Integrante de Red Argentina de Arte y Salud Mental y Red Latinoamericana de Arte y Salud Mental.