Recorrer el Paraná con la voluntad de salir al encuentro de la gente, de quienes viven de ese río y con ese río, al que consideran un todo -mejor dicho: un Todo, con mayúscula-, es la propuesta de Por el Paraná: La disputa por el río, el documental de Franco González y Alejo Dirisio que exhibe El Cairo Cine Público (Santa Fe 1120), hoy a las 20.30 y mañana a las 18. Hubo una función estreno el viernes pasado: “Fue un festejo para todo el trabajo que venimos haciendo con el equipo, también por la presencia de muchas organizaciones sociales y ambientales, que vienen construyendo otros modelos y otros futuros para el río, y que formaron parte del rodaje. Fue un festejo de las militancias, de personas que dedican su vida y su tiempo a querer cambiar un poco la realidad de cada día”, señala Alejo Dirisio a Rosario/12.

-¿Cómo surgió la inquietud por este trabajo?

-Con Franco González (codirector), Claudia Aruquipa (productora), Matías Blanco y Demian Santander (directores de fotografía), quisimos contar nuestra propia historia, la de salir a navegar por el río Paraná durante dos años y entre pandemias, cuando el momento era muy complicado, durante el momento de bajante del río. Quisimos contar la historia de la hidrovía y terminamos encontrándonos con que, efectivamente, no había una hidrovía, sino que lo que había era un río. Un río en toda su potencia, en toda su poesía y en toda su vida, no solamente en términos del agua y la vida como posibilidad biofísica, sino el agua en el sentido y la forma en que la cultura litoraleña y la gente que vive en las costas del río conoce.

-¿Cómo fue la experiencia de salir al encuentro de la gente, pero también al de una narrativa?

-Creo que ahí contamos con una doble ventaja. Hay algo del formato, del modelo más clásico, que sería el de la road-movie, una película rutera, donde el viaje geográfico permite que la historia de los personajes avance. Nos hacíamos el chiste de que nuestra película era una “boat móvil”, en la que decidimos navegar el Paraná e intentar retratar un río. Pero, ¿qué es retratar un río? El río es algo que cambia todo el tiempo, geográficamente inabarcable. Una gran pregunta es dónde empieza y dónde termina; si es solamente ese canal central, el que modelos como el de la hidrovía quieren proponer; o si el río es también el que va por abajo, el de las napas, o el de los arroyos pequeños y meandros que se multiplican. La travesía nos permitía mostrar lo que es el movimiento del río y lo que es la vida cotidiana de las personas que viven en sintonía con ese movimiento.

-Y salir al encuentro de un conflicto, en donde hay intereses económicos.

-El subtítulo de la película es “La disputa por el río”, una disputa que no es solamente en términos sociales y culturales, sino que se trata de dos grandes miradas. Una mirada que se quiere imponer, al nombrar solo a un segmento del río como hidrovía: una mirada unidimensional y economicista, que solamente sabe de finanzas como manera de entender la realidad; y otra mirada que es la de quienes viven a la vera del río y forman parte de su cultura, quienes entienden que el río es todo. La gente nos explicaba muy bien cuando les preguntábamos qué es el río para ellos, nos decían que el río es todo, no solamente lo económico, el alimento y la fuente de trabajo, sino también la cultura: es lo social, lo político, lo ambiental. Esas miradas hoy en día están en disputa. Grandes proyectos como el de la hidrovía son ciegos a lo que pasa a lo largo del territorio, no tienen la capacidad de ver por encima de los barcos, en un sentido figurativo pero también literal. Quienes navegan el río Paraná no ven las orillas, a menos que se asomen por encima de los límites del barco, y eso demuestra cómo habitan el río, cómo lo explotan, y cómo abusan de su capacidad biofísica para sostener ecosistemas, vidas y sociedades.

-¿Cuál era la mirada de ellos, a partir del problema de la bajante?

-No puedo hablar en nombre de ellos, por supuesto, pero lo que adivino, por todas las charlas que hemos tenido, es que perciben muy en lo sensorial y en sus cuerpos las afectaciones que el río recibe. En ese sentido, lo que le hacemos al ambiente se lo hacemos a nuestros cuerpos, y eso es algo que las personas entienden de una manera muy literal. Cuando sobredragamos el río para que estos megabarcos sigan navegando, su capacidad de albergar toda su vida y cauce, va en detrimento, y lo que terminan percibiendo los pobladores es cómo el río ya no corre y las bajantes son peores. Muchos isleros e isleras lo perciben directamente en sus cuerpos, cuando no tienen agua para tomar, tampoco sus animales, cuando los cultivos no dan alimento. Cuando falta agua en las ciudades, como sucedió en Uruguay hace un año, se termina responsabilizando a lo social, en lugar de reparar en las afectaciones al ambiente.

Por el Paraná: La disputa por el río, es una producción de unviajecine, Chao Pescao, el Sur Global; con apoyo de Incaa y Green Grants Fund. Dirección de Alejo di Risio y Franco González; guion de Di Risio, González y Matías Blanco; montaje de Matías Blanco; producción ejecutiva de Claudia Aruquipa, Demian Santander y Franco González; dirección de fotografía de Matías Blanco y Demian Santander; y música de Pol Nada.