Este jueves Manuel Adorni se paró frente a los periodistas acreditados en Casa Rosada para una nueva conferencia de prensa. Y entre los presentes sobresalieron -con bastante claridad- dos cosplayers que intentaron robarse los mayores minutos de cámara posible, al vestirse y peinarse igual que el presidente Javier Milei. Pero lo más extraño fue que, justamente, no haya habido caras de sorpresa entre los cronistas acreditados. La respuesta puede encontrarse en los comentarios, por lo bajo, de quienes cubren el día a día en la Casa de Gobierno. Ellos mismos aseguran se trató un "día más en la oficina", ya que la Vocería Presidencial suele habilitar esas postales más propias de un circo que de oficinas gubernamentales.
Los justificativos de ese comentario no son díficiles de hallar. Basta solo con hacer un poco de archivo para dar cuenta cuando Adorni decidió incluir preguntas de estudiantes universitarios, quizás quejoso de los interrogantes de los periodistas acreditados. El experimento funcionó mal: asistieron chicos y chicas que estudiaban relaciones públicas para hacer consultas sobre el buen accionar del Ejecutivo, en especial, de la Vocería Presidencial.
De allí se pasó a la fase dos, que significó intentar poner en la agenda un nuevo esquema para la acreditación de periodistas. Allí Adorni -excolumnista esporádico de un portal online- dijo que se buscaría un esquema similar al de la Casa Blanca, en la cual se deba cumplir con varios requisitos, entre ellos, tener más de diez años dedicados al periodismo político y estar efectivo en los medios de comunicación. El rechazo fue casi unánime y el Gobierno no movió de nuevo esa carta.
En medio de esas fases, la Vocería se hizo cuenta en redes sociales y subió, clip tras clip, publicaciones que intentan poner en ridículo a determinados periodistas para que en los comentarios, los trolls repitan palabras como "basado", "domado" y otras yerbas. De allí también salió el impulso de Adorni en darle un lugar preponderante al exespía de la dictadura, Roberto Félix Alvarez, quien se quejó de una presunta "censura". Acusado de Figuretti por sus propios colegas, Alvarez está acreditado en el Parlamento y en la Casa de Gobierno, sin tener en cuenta sus antecedentes: según la información oficial fue informante del batallón 601 de Inteligencia.
Con ese recorrido llegamos a este jueves, cuando los brasileños Paulo Kogos y Ademar Meireles pudieron asistir a la conferencia de prensa después de dar la nota en las repetidas protestas frente a la embajada de Venezuela en Buenos Aires. Trajeados y despeinados, ambos entraron a la Casa Rosada, se pasearon por los pasillos y hasta llegaron al despacho presidencial. Luego, en redes, comentaron que hasta tuvieron reuniones con funcionarios del Ejecutivo y diputados libertarios, algo que desde el Gobierno ni afirmaron ni desmintieron.
Así se concluyó un día más en el circo en el que Adorni suele ser el presentador.