El proyecto de Ganancias de la oposición fue festejado entre economistas heterodoxos y despertó rechazo de especialistas conservadores ligados a las finanzas. La propuesta de gravar plazos fijos y Lebacs para financiar cambios en Ganancias despertó encontronazos. A favor del proyecto se mencionó que es un mecanismo distributivo y que fomenta el consumo en lugar del ahorro, tema que preocupa en los últimos meses por la fuerte depresión de la demanda en el mercado interno. Los que rechazan la idea aseguran que fomenta la dolarización y desincentiva la inversión.
“La idea de la ley, aunque llega con algo de retraso, plantea puntos importantes y tiene algunos elementos de fuerte simbolismo como el cobro de impuestos sobre los activos financieros. A mediano plazo, interesa la posibilidad de agrupar a la oposición para avanzar en reformas tributarias mucho más integrales que generen un cambio profundo para el sistema de recaudación”, dijo a este diario Martín Burgos, economista del Centro Cultural de la Cooperación (CCC). Planteó que “una de las claves es volver a pensar en grandes reformas estructurales, que contemplen impuestos para sectores exportadores y por qué no un gravamen sobre la herencia”.
El cobro de un tributo sobre activos financieros como los plazos fijos y las Lebacs, según Burgos, no es un problema para los mercados. “La bolsa no tuvo caídas fuertes ni nada de eso. El argumento de que no se puede gravar la renta financiera porque provoca incertidumbre es totalmente falso”, apuntó.
El ex titular del Banco Central, Alejandro Vanoli, planteó ante PáginaI12 que la normativa tiene una dirección adecuada. “El hecho de gravar la renta financiera es equitativo. Los que no quieren ponerle un impuesto a las finanzas dicen que nunca es un buen momento. Pero esto permite recaudar sobre los que más tienen y en todos los países desarrollados las personas tributan sobre las ganancias financieras”, dijo. Planteó que “la medida no afecta a los pequeños y medianos ahorristas, con depósitos a plazo fijo inferiores al millón y medio de pesos. El miedo a que haya corrida de depósitos y ese tipo de eventos es infundado. Además, en forma indirecta, el impuesto sobre estos activos puede darle algo de impulso al consumo, con individuos que decidan gastar estos recursos en lugar de comprar Lebacs”. La modificación progresiva de las escalas de Ganancias, según Vanoli, también puede resultar un estímulo al consumo de quienes pagarán menos del impuesto.
El director de la consultora Elypsis, Eduardo Levy Yeyati, es uno de los economistas cercanos al Gobierno que se mostró en contra del proyecto. “No hace falta ser economista para ver que un impuesto a la renta nominal de un plazo fijo sin ajuste por inflación invita a dolarizar”, advirtió. Aseguró a este diario que el Banco Central se vería obligado a subir la tasa de interés para evitar que parte de los inversores que hoy tienen Lebacs y otros activos en pesos pasen su cartera a activos dolarizados. El efecto de esta suba de tasa, indicó, podría ser mayor tensión sobre la actividad económica y falta de inventivos para la inversión. “La oposición responsable duró 9 meses”, cerró.