Mauricio Macri fue el lunes a la noche hasta la quinta de Olivos para anticiparle a Javier Milei el discurso que brindó ayer en La Boca. Durante más de cuatro horas, conversaron cara a cara sobre el rumbo de la gestión –el libertario recibió cuestionamientos por la ejecución del programa de gobierno– y discutieron respecto al armado de cara a las elecciones del año que viene –¿fusión o alianza?–. En paralelo, los gobernadores de Juntos por el Cambio fueron ayer a la Casa Rosada a exigir mayores recursos para sus provincias y que se retomen las obras públicas frenadas.
En el encuentro que terminó pasada la medianoche, el líder del PRO remarcó que está de acuerdo con el plan económico, pero fustigó su implementación. Según Macri, el mandatario necesita reforzar el Gabinete, armar mejores equipos de gobierno, pero el entorno presidencial impide que lo ayuden. Milei, por su parte, le dejó en claro al exjefe de Gobierno que no tiene intención de interferir en la interna del PRO y que su idea para el año que viene es que confluyan en un mismo espacio para competir contra el peronismo en los comicios legislativos. Su idea es discutir algún tipo de alianza, pero de ninguna manera aceptará fusionarse.
Más allá del hermetismo que envolvió a la reunión, los dos dejaron trascender que fue "positiva". En su habitual conferencia de prensa, el vocero Manuel Adorni, evitó dar detalles del intercambio y la calificó como "una reunión de amigos". Para justificar el secretismo, dijo que "el Presidente no habla de lo que conversa con sus amigos". Lo único que informó es que se trató de un mitín que inició a las 20.45 y que cenaron milanesa con ensalada y dos tostados de jamón y queso. Como dato político, destacó que la relación entre ambos "siempre ha sido excelente".
El principal cortocircuito entre Macri y Milei es la falta de acceso a la gestión que tiene el exalcalde porteño. Como responsable de esa barrera, siempre señaló al exjefe de Gabiniete Nicolás Posse y al asesor estrella Santiago Caputo. Tras el encuentro en Olivos y en la previa del acto en La Boca, Caputo recogió el guante y salió a elogiar Macri. Poco afecto a las apariciones públicas, brindó una breve entrevista en la que dijo tener "una excelente opinión" del fundador de Cambiemos. "Conmigo en particular siempre ha sido extremadamente generoso", se explayó y completó: "Creo que sentó las bases para que la Argentina finalmente pudiera cambiar. Admiro la construcción que hizo el PRO los últimos años y aparte yo vengo de esa escuela".
En busca de limar asperezas y acercar posiciones, Caputo aseguró que La Libertad Avanza está "enormemente agradecida" con Macri por "el apoyo incondicional al cambio que está llevando adelante Milei". "Hemos tenido muy buenas charlas privadas, siempre es interesante escuchar a una persona que logró tantas cosas", abundó.
Macri y Milei retomaron el diálogo después de la firma del Pacto de Mayo en Tucumán y aprovecharon la crisis en Venezuela para despotricar contra Nicolás Maduro. Horas antes de conocerse los resultados, el dirigente del PRO indicó que "Maduro (Nicolás) debe dejar el poder", a la vez que llamó "a la comunidad internacional y en especial a los países de la región que deben velar por el compromiso con la democracia, a no permitir que esta dictadura se perpetúe en el tiempo". El libertario, por su parte, señaló que Argentina no iba "a reconocer otro fraude" y que esperaba "que las Fuerzas Armadas esta vez defiendan la democracia y la voluntad popular", a la vez que sentenció: "Dictador Maduro, afuera!!!".
Cumbre con gobernadores
Luego de la reunión secreta en Olivos, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, invitó a la Casa Rosada a los gobernadores de Juntos por el Cambio. Fueron nueve de los diez mandatarios que integran el espacio y llevaron planteos sobre la falta de recursos de las provincias y la parálisis de la obra pública, entre otros puntos.
Los mandatarios provinciales llegaron a Balcarce 50 pasadas las 11 con un listado de reclamos que incluyó la cancelación de deudas y detalles necesarios para el avance de la obra pública. "Tuvimos una muy buena reunión en la que hablamos de la posibilidad de darle celeridad en la reactivación de muchas obras", contó Ignacio Torres, gobernador de Chubut, el único que habló con los medios.
Estuvieron en el extenso intercambio que tuvo lugar en el Salón de los Escudos, y que se extendió poco más de dos horas, Leandro Zdero (Chaco), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Carlos Sadir (Jujuy), Alfredo Cornejo (Mendoza), Marcelo Orrego (San Juan), Claudio Poggi (San Luis), Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Jorge Macri (Ciudad Autónoma de Buenos Aires). El único ausente fue Gustavo Valdés (Corrientes).
En la charla se avanzó en mecanismos para "compensar" las deudas entre la Nación y las provincias, y la operativización de las transferencias de las cajas. Otro de los temas de la reunión técnica fue la ejecución de las obras públicas cedidas a las provincias. Si bien el listado de obras prioritarias está blanqueado, los gobernadores reclamaron precisiones respecto a los plazos, a los detalles en la ejecución y a la modificación en los precios. En algunos de esos proyectos, la Nación mantenían deudas con los contratistas, por lo que las obras se encontraban paralizadas. De esta forma, Francos se comprometió a saldarlas para que las provincias puedan concluirlas. "Se van a peinar todas las obras para hacer un corte, y después nos vamos a hacer cargo", reveló uno de los presentes.