Un cabo de la Policía de Salta fue condenado a un año y dos meses de prisión de ejecución condicional por herir de gravedad a un hombre al que dejó sin ojo mediante el disparo con un arma marcadora. También lesionó de forma leve a otra persona, a la que atacó por la espalda.
El hecho tuvo lugar el 9 de diciembre de 2019, en la localidad de La Silleta, cercana a la ciudad de Salta. El policía, de 41 años, cumplía funciones en la División Infantería y concurrió junto a otros a un predio donde se llevaba a cabo una fiesta patronal. En el marco de un operativo de despeje, el cabo realizó disparos con un arma marcadora lesionando a un hombre en el ojo y a otro en la espalda. El primer hombre sufrió la pérdida del globo ocular.
El policía cumplirá una pena de prisión en suspenso, y para conservar este beneficio deberá seguir reglas de conducta durante dos años, entre ellas, abstenerse de contactar a los damnificados.
La jueza Carolina Sanguedolce, vocal de la Sala III del Tribunal de Juicio, lo condenó a un 1 año y 2 meses de prisión de ejecución condicional en calidad de autor de los delitos de "lesiones leves y lesiones graves en concurso ideal". En la misma causa, el policía fue absuelto de vejaciones agravadas y se dispuso su sobreseimiento.
Otros dos policías resultaron absueltos de vejaciones calificadas por el uso de violencia por retiro de la acusación fiscal.
Mientras que en una causa acumulada, el primer imputado, junto a otros siete efectivos, fueron absueltos por el principio de la duda de vejaciones agravadas por el uso de violencia y lesiones leves en concurso ideal. Y otro policía fue absuelto lisa y llanamente del delito de sevedidades calificadas porque la fiscalía no acusó.
Disparos al ojo, modus operandi
En los últimos años en la provincia de Salta se denunciaron casos en los que la policía disparó a la cara contra personas no armadas y les provocó la pérdida de sus ojos.
En febrero de 2020, Luciano Cruz, de 19 años, residente en el barrio Norte Grande, en la zona sudeste, fue víctima de disparos que le provocaron la pérdida de uno de sus ojos y lesiones con más del 90% de pérdida de la visión en el otro. En el juicio, los policías que imputados fueron absueltos y en ese caso, fiscalía y querella presentaron un recurso de casación.
Después, en mayo de 2020, Adrián Mercado, un joven padre de 31 años de la localidad de General Ballivián en el departamento San Martín, sufrió la pérdida del ojo izquierdo luego de que policías le dispararan a la cara. Los imputados fueron absueltos.
En julio de 2020, Néstor Avalos, soldado de 20 años, fue baleado en el barrio Norte Grande. En su caso hubo condenas contra los policías acusados.
Después, Carlos Johnatan Avalos, de 24 años, fue baleado en el barrio 17 de Octubre, en la zona norte de la ciudad de Salta. Denunció en la Fiscalía de Derechos Humanos que policías le dispararon a la cara y le hicieron perder la visión del ojo derecho. Esto ocurrió en el contexto de una represión a 50 familias que quisieron asentarse al final del barrio 17 de Octubre, en un pedazo de tierras fiscales en cercanías al río Mojotoro.
En septiembre de 2020, también Mirta Del Valle Pérez, de 58 años, perdió un ojo por disparos de policías en su propia casa en el barrio 20 de Febrero.
Mientras que en abril de 2023, Mateo, de 19 años, fue baleado en el ojo en las afueras del Estadio Padre Martareana.