Electrocutado por una descarga de 1500 voltios. Así murió un trabajador de la empresa Metrovías mientras realizaba tareas de mantenimiento en una formación, en el Taller Colonia de la Línea H. La muerte del operario, ocurrida menos de 24 horas después de una audiencia en la Subsecretaría de Trabajo donde los metrodelegados le exigieron a la empresa que se sancione un protocolo para los trabajos con riesgo eléctrico, derivó en un paro total de los trabajadores del subte. El tránsito colapsó y la ciudad estuvo intransitable durante todo el día (ver aparte).
Alrededor de las 2.30 de la madrugada, Matías Kruger, oficial electromecánico especializado y jugador de futsal (ver aparte), se encontraba arreglando el sistema de aire acondicionado en el techo de una formación, donde está la catenaria –línea de tensión por donde circulan 1500 voltios–, en el taller de Colonia de la línea H. Una descarga eléctrica alcanzó al joven, que falleció inmediatamente, y lo sumó a la trágica lista de operarios electrocutados del subte: el quinto, “uno por año”, según la cuenta que llevan desde la Asociación de Trabajadores del Subte y Premetro.
Christian Palletti, metrodelegado representante de los trabajadores de talleres dijo a PáginaI12 que “hoy un trabajador se murió, como se murieron cuatro compañeros en los últimos cinco años, porque no hay protocolo de seguridad. Y lo trágico es que esto ocurrió doce horas después de que la empresa Metrovías se negara a discutir la implementación del protocolo de seguridad durante la reunión que mantuvimos en la Subsecretaría de Trabajo el día martes”, explicó el delegado en relación a la audiencia que los metrodelegados sostuvieron con las autoridades de la empresa y Sbase, la empresa estatal propietaria de la red de subterráneos.
En noviembre, la policía del Trabajo porteña había inspeccionado los 39 talleres de las seis líneas y constatado irregularidades que “resultaron en 53 fojas con incumplimientos de seguridad e higiene por parte de Metrovías a la que intimaron a que regularicen las condiciones de trabajo”, dijo Palletti.
“Ayer (por el martes) fuimos a la reunión en la Subsecretaría de Trabajo en la que habíamos pedido a Metrovías que fuera con personal idóneo para el tratamiento del protocolo; en el ámbito gubernamental están las actas. Les dijimos que se podía morir un trabajador y desoyeron el reclamo, mostrando un menosprecio absoluto”, remarcó Palletti.
Un comunicado de la empresa aseguró que “si bien existen lineamientos generales para la operación en los talleres en que se llevan a cabo las tareas de mantenimiento del material rodante del Subte y Premetro, cada uno cuenta con protocolos específicos que se ajustan a sus características y necesidades”.
“Si los protocolos existieran, en la audiencia no tendrían que haberse negado a discutirlos. Tendrían que haber dicho que existen y cómo se mejoran. No tenemos un protocolo de riesgo eléctrico, si lo hubiera, Matías no estaría muerto”, ratificó el metrodelegado.
“El protocolo que impulsamos –dijo Palletti– incluye las cinco ‘reglas de oro’, básicas para trabajo eléctrico: cortar toda fuente de tensión que alimente la zona de trabajo; bloquear el acceso a las fuentes de energía para evitar que otro operario pueda activarla; constatar la ausencia de tensión; cortocircuitar y poner a tierra la zona de trabajo para evitar que una posible fuga eléctrica pase por el cuerpo del trabajador y señalizar la zona de trabajo”.
“Si este protocolo se hubiera aplicado no estaríamos lamentando otro muerto” porque con esta situación “nuestros compañeros están siendo asesinados”, evaluó Palletti.
Por su parte, Metrovías aseguró que “todos los protocolos de referencia son revisados de manera periódica para que éstos cumplan con los más altos estándares de calidad, lo cual se encuentra avalado por la norma ISO 9001”.
En este sentido, Enrique Rositto, secretario de prensa de Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP), aclaró a este diario que “la norma ISO 9001 a la que refieren no tiene nada que ver con normas de seguridad o salud sino de calidad, y lo utilizan para quedar bien ante la opinión pública”.
Por la mañana, la empresa había emitido un comunicado en el que lamentó “profundamente el fallecimiento de un colaborador ocurrido a causa de un accidente en horas de la madrugada”, aclaró que se están llevando a cabo los peritajes pertinentes y que acompaña a la familia.
Un comunicado que no identifica al trabajador fallecido y al que según Palletti “quieren hacer pasar por un colaborador, alguien que hace de todo y en cualquier condición. Hasta con el léxico degradan”.
Por la tarde, Metrovías corrigió y comunicó que “lamenta profundamente el fallecimiento del operario Matías Kruger, ocurrido hoy en horas de la madrugada a causa de un accidente”. En este comunicado, la empresa aclaró que existen protocolos y los “altos estándares de calidad”, que las normas ISO avalan.
Desde la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte le contestaron con otro comunicado con el título: “Matías: ¿accidente o crónica de una muerte anunciada?”. Allí repudian las afirmaciones de la empresa “que intenta salvar su reputación afirmando que existen protocolos actualizados y que el personal está capacitado para su aplicación. De esta forma da a entender que lo que ocurrió fue por responsabilidad de nuestro compañero”.
Desde el área de Prensa de Metrovías informaron a PáginaI12 que “queremos ser muy cautelosos, no queremos hacer declaraciones hasta que concluyan los peritajes, hay una muerte de por medio y no queremos aventurar ninguna hipótesis”.
Por otra parte, mientras ayer por la tarde se realizaban los peritajes, la titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal de Instrucción N°40, Estela Andrades, centró su investigación en el supervisor del taller de Metrovías, Marcelo Cuttri, quien se desempeñaba como responsable del taller cuando murió Kruger.
El subterráneo y el Premetro estuvieron paralizados durante todo el día y recién volverán a funcionar en la mañana de hoy, aseguraron los metrodelegados. La medida fue en “repudio a la muerte de un compañero. Con bronca y mucha tristeza” y para reclamar “juicio y castigo a los culpables de las muertes”, dijo Palletti.