La Plataforma Lavardén recibirá este sábado 3 de agosto el concierto «Rosario de Oro» a cargo de la Orquesta del Guastavino. La presentación (que se realizará a las 20 con entrada gratuita) será una gran excusa para rendir homenaje a las grandes orquestas y autores del tango rosarino de la primera época dorada, es decir entre 1935 y 1955.

La Orquesta de Tango del Guastavino es un proyecto pedagógico que se inició en 2019 y pertenece al Instituto Superior del Profesorado de Música N° 5932 «Carlos Guastavino», dependiente a su vez del Ministerio de Cultura provincial. Uno de sus pilares es estudiar en profundidad la música ciudadana a través de los estilos más representativos de la época dorada del género a través de figuras como Aníbal Troilo, Horacio Salgán, Juan D’Arienzo, Alfredo Gobbi, Osvaldo Pugliese y Carlos Di Sarli, entre otros.

«Desde sus inicios, la orquesta tiene una agenda anual, donde suele tocar en diferentes salas y teatros de la ciudad y alrededores, pero también hemos iniciado una serie de ciclos, que nosotros denominamos con cierto compromiso social, e intentamos llevar el tango a sectores vulnerables de la sociedad, como son cárceles, instituciones de salud mental y geriátricos», explicó el músico y también asistente de la formación, Martín Marino. Y añadió: «También la orquesta está llevando adelante un ciclo de didácticos anual, donde intenta compartir esta experiencia de orquesta típica en escuelas primarias y secundarias, y además dicta una serie de talleres anuales, ya más específicos para músicos en formación, siempre abocados al género tango».

El proyecto fue aprobado en 2023 por el Ministerio de Cultura de la Provincia de Santa Fe y se encuentra enmarcado dentro de la Formación Artística Vocacional (FAV) siguiendo los lineamientos de la Ley Nacional de Educación 26.206. «El ingreso al organismo es mediante audición, con una duración de dos años por camada. Actualmente la orquesta cuenta con veinte integrantes: cuatro bandoneones, nueve violines, un violoncello, tres pianistas, un contrabajo y dos cantantes», contó Marino.

La época de oro

Desde el año 2020 la Orquesta del Guastavino lleva adelante el proyecto «Rosario de Oro». Un rescate de la música que generaban las grandes orquestas y autores del tango rosarino de la primera época dorada (1935-1955). «Es un trabajo que se centra en el estudio, transcripción, digitalización y grabación de tangos de autores y compositores rosarinos para orquesta típica de las décadas del ’40 y ’50, época de oro del género», expresó Marino y agregó: «Su objetivo es transmitir el legado de aquellas agrupaciones que han quedado en el olvido, reconstruyendo nuestra historia cultural y compartiéndolo a la comunidad en general y al alumnado de la institución en particular, siendo parte de su formación académica».

Al ser consultado sobre la historia y la tradición del tango en Rosario, Martín Marino reflexionó: «La magnitud del movimiento musical rosarino con respecto al tango ha sido de tal importancia, que resulta por momentos incomprensible el vacío informativo y desconocimiento al respecto. Rosario, debido a sus características de ciudad portuaria situada en el centro de la pampa gringa, ha sido terreno fértil para el desarrollo del tango, generando un importante número de artistas y un ambiente musical de considerable trascendencia. Sin embargo, la cercanía con la Ciudad de Buenos Aires y el poder absorbente de ésta hacia las ciudades más próximas ha relegado la posibilidad de un tango rosarino independiente, otorgándole a la producción local un segundo plano en la historia oficial».

Es innumerable la cantidad de autores, orquestas y agrupaciones que musicalizaron las diferentes etapas en donde el tango fue figura central de la cultura argentina. «Directores de orquesta como Abel Bedrune y Juan Rezzano, La Típica José Sala, los conjuntos musicales de Francisco Plano, Héctor Lincoln Garrot, Julio Conti o Juan Antonio Manzur, entre otros, se desempeñaron ininterrumpidamente durante décadas en las emisoras de radio más escuchadas de la ciudad, en los populares bailes y carnavales de la época y en los distintos bares, teatros, salones y todo tipo de centros de diversión en donde el baile y la música permitieron un virtuosa producción artística-cultural sin precedentes para nuestra región», sostuvo Marino e indicó: «Actualmente, toda esa incalculable producción musical rosarina registrada en fonogramas, acetatos, tomas radiales, discos de vinilos, partituras de editorial y manuscritos musicales, entre otros registros, se encuentra dispersa mayormente en archivos y colecciones privadas».

Por último, Martín se refirió al concierto de este sábado y señaló: «Estamos muy contentos de poder llevar a los escenarios esta hermosa investigación que venimos trabajando con la orquesta. Es una inmensa alegría poder volver a escuchar aquellas orquestas rosarinas del 40’ y del 50’. Estamos con mucha expectativa y con muchas ganas de compartirlo con el público».