El presidente de Industriales PyMes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, pronosticó la desaparición de 12 mil pequeñas y medianas empresas para fin de año y la pérdida de 180 mil puestos de trabajo como daño colateral. 

Además, señaló que producto del programa económico hay 300 mil personas suspendidas porque las empresas, incluso algunas de las más grandes del país, están trabajando a dos terceras partes de su capacidad. "El mercado interno está totalmente deprimido, no hay ninguna política para impulsarlo", reclamó Rosato en la 750.

Las estimaciones sobre el futuro de la economía nacional surgieron de un informe elaborado por el Observatorio de Industriales PyMes Argentinos en el que se advirtió que, en el peor de los casos, la pérdida de puestos de trabajo alcanzaría a 226.000 personas. El mejor de los casos no es más alentador: 117.000 trabajadores podrían perder su empleo a fin de año. 

"Esto no solamente está ocurriendo en las PyMes", insistió el titular de asociación. "Una empresa muy grande de acero dijo que en el segundo semestre la fábrica va a estar paralizada y le está dando a los trabajadores el 80 por ciento del salario", apuntó Rosato en referencia a Acindar, una de las mayores siderúrgicas del país.

Las críticas centrales del industrial al programa económico de Javier Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, son la falta de políticas destinadas al sector, la predilección que el Gobierno muestra, hasta ahora, por las inversiones extranjeras y el objetivo de inflación cero "sin importar lo que pase".   

En esa línea, el titular de IPA realizó varios reclamos al Gobierno, como la eliminación del Impuesto País y la baja de la presión tributaria para las pequeñas y medianas empresas, dos medidas que, a priori, no parecieran alejadas de la campaña anti impuestos de La Libertad Avanza. "Necesitamos un compre nacional y que las empresas grandes tengan un compromiso, una contraprestación de un 20 o 30 por ciento de compra de insumos en el país", agregó con Gustavo Campana

Rosato cuestionó también la forma en que el sector se enteró del Régimen de Incentivo a las Grandes Fortunas, proyecto ya aprobado, pero aún sin reglamentación. "Nos enteramos de un día para el otro que había un RIGI que significaba la destrucción de la industria nacional", objetó el empresario y reclamó participación PyMe en el proyecto de la planta GNL anunciado días atrás.  

Por último, dejó una apreciación sobre los ánimos del sector que lidera: "Hay una reacción de muchas PyMes que estaban muy tranquilas porque creían que iban a ganar en dólares, que iban a pasar al primer mundo. Reaccionaron los trabajadores y también en los empresarios".