Néstor Soto declaró y confesó ante el fiscal José Mana haber matado a Catalina Gutiérrez, la estudiante e influencer cordobesa de 21 años. Así lo informó su abogado Gastón Schönfeld. De este modo, el joven quedó formalmente imputado por la causa de homicidio calificado por alevosía y por mediar violencia de género. Se enfrenta así a la posibilidad de ser condenado a prisión perpetua.
Schönfeld dijo a la prensa la declaración fue breve y que Soto se negó a responder preguntas. El chico, de 21 años, llegó un rato antes de las doce del mediodía a la sede de los Tribunales de la ciudad de Córdoba y 28 minutos después se retiró esposado. “Realizó una manifestación donde dijo que había sido él. Fue breve la manifestación que hizo”, subrayó el defensor en diálogo con los medios locales.
Según diversos contenidos de su declaración revelados a la prensa, Soto afirmó, textualmente: “Yo la maté, le arruiné la vida a Catalina, me arruiné la vida, arruiné la vida de nuestras familias y estoy muy arrepentido.” No obstante, la fiscalía del Distrito I turno 3, a cargo de José Mana y en consecuencia, a cargo de la investigación, dispuso el secreto de sumario en la causa.
Se espera que la semana próxima Soto amplíe su testimonio luego de que sus abogados puedan revisar el expediente, algo que no han podido concretar porque el fiscal solicitó el secreto de sumario. "Lamentablemente no pudimos acceder a todo el caudal probatorio, nos han enumerado el número de prueba y es extenso. Vamos a trabajar en los próximos días para verificar la posibilidad de que pueda declarar", confirmó Schonfeld en la puerta de los Tribunales.
Soto es de Bariloche y había llegado a Córdoba para estudiar arquitectura, donde era compañero de la facultad de Catalina Gutiérrez, de 21 años. El miércoles 17 de julio por la noche, cerca de las 21, ella salió de su casa para encontrarse con sus amigos y dejó de contestar mensajes. Pocas horas después, su cuerpo fue encontrado dentro de su auto, semi incendiado, gracias a la ubicación de su teléfono celular.
La pericia de autopsia determinó que falleció producto de un estrangulamiento y a las pocas horas lograron detener a Soto que --según había trascendido-- ya había confesado el crimen ante la policía.
Soto está detenido en el penal de Bower, en Córdoba. Primero lo instalaron en una celda aislada del resto de los presos. Pero el viernes de la semana pasada y por consejo de su abogado, se negó a participar de una pericia interdisciplinaria para una evaluación psiquiátrica.
Según la estrategia de la defensa, fue hasta que pudieran indagarlo y tener acceso al expediente judicial, algo que finalmente ocurrió hoy. Tras su declaración, las autoridades lo incorporaron a un pabellón común donde comparte espacio con otros detenidos.