”Con dolor entiendo que es el momento de dar un paso al costado, es lo mejor para el club”, expresó Miguel Russo ayer para anunciar su renuncia como entrenador de Central. Su alejamiento, a una semana del clásico, tomó por sorpresa a los hinchas pero no a los dirigentes, quienes ya le habían planteado al entrenador las señales de ciclo agotado que daba el equipo. El título de Copa de la Liga llegó a Russo a la exclusiva galería de los campeones en Arroyito, pero deja además su increíble invicto en los clásicos y los antecedentes de haber vuelta a la institución cada vez que se lo fue a buscar. Emocionado, Russo grabó un video para dar a conocer la noticia y anticipó que continuará ligado al club, desde otro lugar, después de unos días de descanso.
Russo eligió hablarle a los hinchas para dar a conocer su decisión. No pudo ocultar la angustia como así tampoco su determinación para reconocer que ya no había más tiempo que esperar por la reacción del equipo. Diez derrotas en el año y un bajo nivel generalizado en toda la temporada obligaron el entrenador a aceptar lo que pedía el presente del equipo.
“Me voy de un club que está armado en muchísimas cosas, especialmente en lo futbolístico. Pero tenemos que mejorar mucho para volver a ser un potencial permanente, incluso en las divisiones inferiores. Esta decisisón creo que es la mejor, el club va a seguir creciendo. Central sigue siendo mi casa, en muchas cosas seguiré ayudando como corresponde, en silencio. Me tomaré un tiempo de descanso ahora, es muy exigente el fútbol actual. Creo que este es el momento y la forma. Con dolor, porque a uno no le gusta tomar este tipo de decisiones. Pero es una decisión mía, en la cual entiendo que es lo mejor para el club, que está por encima de todas las cosas. Me tocó salir campeón y eso queda en la historia, ya pasó. El presente es otra cosa”, reconoció el ahora ex entrenador de Central. “Quiero agradecer a toda la gente de Central por las muestras de cariño. A la gente de Central le digo que siga creyendo en este equipo y en este club, porque está para cosas más grandes”, recalcó por último Russo.
El equipo no dio nunca indicios de que estaba a la tarea de volver a ser el que logró el título el año pasado. Se sucedieron los partidos, hizo una muy mala Copa de la Liga, arrancó mal Liga Profesional y esta vez no alcanzó con los triunfos ante Newell’s para extender su trabajo en el club. La dirigencia le planteó al técnico terminar el ciclo durante el receso de invierno, incluso con la propuesta de asumir como manager del club. Russo la desestimó, convencido que el equipo iba a retomar la actividad, y hasta llamó a una conferencia de prensa para hacer un balance de los primeros seis meses del año. Pero más allá del pase a octavos de final de Copa Sudamericana, las derrotas en Liga Profesional no le dieron más argumentos al entrenador para mantener su continuidad en el cargo. Es que así como siempre negó la autocrítica después de las derrotas, Russo se mostró reacio a analizar con objetividad el presente canaya en los encuentros con la dirigencia. Y todo se vio amplificado si se tiene en cuenta que el plantel que salió campeón el pasado mes de diciembre fue el mismo que comenzó compitiendo en el corriente año, incluso con refuerzos que decepcionaron, como el caso de Abel Hernández. Junto a Russo se va todo su cuerpo técnico.
La dirigencia que preside Gonzalo Belloso está obligada a ir a la búsqueda de Eduardo Coudet. El Chacho estuvo hasta el mes pasado en Inter de Brasil y actualmente se encuentra sin club. Pero las expectativas por su contratación son bajas. Coudet hizo saber que quiere volver a dirigir en Europa y no está en sus planes volver al fútbol argentino. Belloso intentará persuadirlo. Su trabajo en Central entre 2015 y 2017 fue muy bueno. Incluso fue el técnico del último gran equipo que tuvieron los canayas, con juveniles que luego dieron el salto al fútbol extranjero. Atrás de Coudet asoma la alternativa de Pablo "Vitamina" Sánchez.