Estaba la expectativa de encontrar ADN de Loan en los genitales de Antonio Benítez, uno de los adultos que estaba con el chico camino al naranjal. Parece que no se encontró nada. También la posibilidad de detectar ADN de Loan en un chaleco que María Victoria Caillava usó aquel jueves 13 de junio. Una hipótesis es que ella tuviera que ver con la desaparición del niño. Tampoco dio positivo: no se habría detectado nada en el laboratorio.
Se hicieron allanamientos en domicilios vinculados a Benítez y su esposa, Laudelina, familiares de Caillava y su marido, se buscó en el celular de la abuela y este lunes se volverá a hacer -algo muy cuestionado- la Cámara Gesell a los niños que estaban con Loan en el naranjal aquel día. Lo cierto es que por ningún lado aparece una pista contundente, un camino que se pueda sustentar en pruebas.
En ese marco, el jueves se le vence el plazo a la jueza Cristina Pozzer Penzo para decidir qué hace con los siete detenidos en la causa por la desaparición del niño. Es un plazo que debería respetarse por haber personas privadas de libertad. La impresión es que, hoy por hoy, no tiene con qué dejar presos a los siete detenidos. Pero si dicta la libertad de todos -lo que no significa cerrar la investigación sobre ellos- se tomará como un fracaso y más de uno pone la mirada en lo que será reacción social y mediática. Por eso, algunos piensan que la jueza pateará el caso hacia adelante, con el argumento de que el plazo es sólo ordenatorio.
Se hizo difícil en el laboratorio
Una de las hipótesis que se manejó desde el principio es que Antonio Benítez, uno de los adultos que estaba con los niños, se llevó a Loan, hubo un abuso y un final catastrófico. Es lo que explica que Benítez fue el único al que le hicieron hisopados en los genitales. Esa prueba se tomó el 16 de junio, tres días después de la desaparición.
Hace tres semanas, en el laboratorio del Instituto Médico Forense de Corrientes, que depende del Tribunal Superior de Justicia de esa provincia, se logró un perfil genético indubitable del niño. Se obtuvo del cuello del delantal de Loan. Con esa evidencia, la magistrada ordenó que se busque ADN en una larga serie de lugares o de ropa. Es ADN de contacto, o sea que el rastro del chico puede haber quedado impregnado casi en cualquier lado.
*Es público que en la camioneta de Caillava y Pérez se encontró algo que dio positivo de sangre de un masculino. La comparación hecha en el Laboratorio de la Policía Federal dio negativo: es una mezcla en la que no hay ADN de Loan. Como es de contacto, el masculino podría haber sido del que lavó la camioneta o de un policía que la tocó en el largo tiempo en que estuvo secuestrada.
*Por lo que se sabe, tampoco aparece ADN en la comparación que se hizo con el hisopado de los genitales de Benítez. El tío Benítez viene con mala fama. Su hermana Ana sostuvo que es un violador y que tiene antecedentes de robo. A eso debería sumarse que su esposa, Laudelina, mintió en el expediente, lo que hace pensar que trató de beneficiar a su marido. Y, finalmente, lo que no es menor, Benítez no tiene buenas explicaciones sobre lo que hizo aquella tarde, después de las 14, cuando desapareció Loan. Se lo vio transpirado y sin camisa, y él afirma que estuvo buscando al niño, algo de lo que no hay evidencia. Recién reapareció a las 18, con una remera puesta. Un obstáculo se hubiera planteado si Benitez se hubiera duchado, lo que borra rastros. Habían pasado tres días: el hisopado de los genitales se hizo el 16 de junio. Sin embargo, parece que no hubo baño y aun así no se encontró ADN. ¿Eso lo descarta? Para nada. Lo único que indica es que no se pudo detectar una evidencia que hubiera sido determinante.
*Otra hipótesis de la magistrada siempre fue que Caillava y Pérez, la ex funcionaria y el ex marino, se llevaron al nene. Por eso se secuestró un chaleco que Caillava usó aquella tarde. La posibilidad de que Loan haya estado a upa de Caillava parece encajar en esa hipótesis. Tampoco eso dio positivo.
Como se ve, los esfuerzos se siguen haciendo, pero por ahora no surge algo que encarrile la investigación.
La Cámara Gesell, otra vez
Como ya señaló este diario, está contraindicado por los expertos realizar por segunda vez una Cámara Gesell a menores de edad. Sucede que ya perdieron espontaneidad: estuvieron casi dos meses viendo televisión y escuchando lo que dice su familia. No obstante, la jueza ordenó volver a hacer esa medida de prueba este lunes. Los cuatro chicos, en la primera Cámara Gesell, sostuvieron que Loan dijo que quería volver con su padre, pero fue hacia el lado contrario. Se equivocó. Eso es lo que no termina de descartar la idea de que se haya caído en algún lugar, un pozo o una laguna. Hubo rastrillajes, sin dudas, pero nunca se sabe de la eficiencia de esas tareas o que el niño haya caído en algún lugar en el que no queda rastros ni para los perros.
Habrá que ver qué sucede en esta nueva Cámara Gesell. Tal vez la jueza quiere que se le hagan otras preguntas a los chicos.
Loan no está en Colombia
Como sucede en buena parte de las causas en las que se ofrecen recompensas, suelen recibirse muchas llamadas y pistas de todo tipo. En este caso, apareció la foto de un niño que toda la familia Peña afirmó que es Loan. Al menor, en Barranquilla, se lo veía en un shopping.
Se ordenaron distintas medidas, incluyendo la participación de la Cancillería. Pero una pericia determinante fue realizada por la Policía Federal. Se usó uno de los mejores softwares de comparación de fotos y el resultado fue concluyente en que el chico de Colombia no es Loan.
¿Qué va a hacer la jueza?
En teoría, Pozzer Penzo tiene hasta el jueves para resolver la situación de los siete detenidos. Benítez, su esposa Laudelina, Daniel Fierrito Ramírez, su esposa María del Carmen Millapi; María Victoria Caillava, su marido, Carlos Pérez, y el comisario Walter Maciel.
Contra el que más evidencias hay es Benítez. A Caillava y Pérez lo único que los involucra es la prueba odorífica de los perros. A Ramírez y Millapi, casi nada. Los fiscales federales Mariano De Guzman, Alejandra Mangano y Marcelo Colombo les enrostran que no está claro lo que hicieron enseguida después de la desaparición de Loan. Ellos dicen que buscaban al chico, a los fiscales no les convence. Respecto del comisario Maciel no parece haber nada que lo involucre, salvo alguna demora, pero no más que eso.
Por supuesto que la jueza puede utilizar un testimonio de Laudelina que, sin prueba alguna, sostuvo que los que estaban con los chicos -Benítez, Ramírez, Millapi- secuestraron a Loan y se lo entregaron a Caillava y Pérez, tal vez para venderlo. Todo con la supuesta complicidad del comisario Maciel. Con esa óptica, Pozzer Penzo puede procesar y dejar presos a todos, sin evidencias que sostengan la hipótesis. La lógica indica que no todos pueden estar en semejante trama, esencialmente porque casi no se conocían entre ellos. Algunos dicen que la magistrada le dejará la responsabilidad de resolver libertades a la Cámara Federal de Corrientes, jueces que están lejos de 9 de julio, y contra los que no habrá manifestaciones ni mayores protestas.
La realidad es que el caso está mediatizado y politizado, lo que enturbia las decisiones. Cuando se venza el plazo -este jueves- la jueza puede resolver el procesamiento de todos, de ninguno o de algunos. Y, también, puede demorar la resolución, argumentando que el Código no la obliga a decidir, sino que impone un plazo para ordenar, para poner un marco de tiempo, no obligatorio. La cuestión es delicada por haber personas presas. Tal vez sostenga que necesita más tiempo.
Hay una segunda cuestión planteada: no está claro que Loan haya sido secuestrado o que el caso sea de trata de personas. Por lo tanto, no hay que descartar que la jueza resuelva y luego decida dar un paso al costado, devolviéndole el expediente a la justicia provincial.
Lo cierto es que, a casi dos meses, no sólo no se sabe dónde está o qué pasó con Loan. El expediente carece de rumbo, es decir, que las policías de Corrientes y Federal, y la justicia, no le encontraron la vuelta. Ocurrió con Sofía Herrera en Tierra del Fuego; Guadalupe Lucero en San Luis e internacionalmente con Madeleine Maccann en Portugal. Está el peligro cierto de que Loan Peña se sume a esa lista.