Sin la presentación pública de un informe técnico de YPF-Petronas para avalar la conveniencia del Puerto de Punta Colorada (Río Negro) en relación con el Puerto de Bahía Blanca (Buenos Aires) para la instalación de la planta de GNL, la decisión anunciada por la empresa petrolera nacional de capital mixto y la petrolera malaya es exclusivamente política, influenciada por el presidente Javier Milei.

¿Cuáles son las razones de Milei para perjudicar a la provincia de Buenos Aires y, en especial, a su gobernador Axel Kicillof?

Se identifican tres motivaciones: política, ideológica y personal. Existe una cuarta que sólo puede definirse como vulgar, pero que no se puede ignorar porque fue expresada por el propio Milei.

En una charla con su amigo y animador Alejandro Fantino dijo, antes del anuncio del directorio libertario de YPF, que la planta de GNL “obviamente” se instalará en Río Negro. Milei lo justificó con el siguiente argumento: “En Buenos Aires tenés al lastre de Kicillof, que es un expropiador serial. ¿Le van a confiar a un comunista? Si hubiera querido hacer las cosas bien, se hubiera adherido al RIGI nacional”.

Kicillof no es comunista ni expropiador de empresas privadas. Vale aclarar que ser comunista no es un insulto como vomita habitualmente Milei, como tampoco lo es ser peronista, radical o libertario. Además, la adhesión de una provincia al RIGI no define ninguna inversión.

La costumbre de naturalizar disparates del Presidente

Puede ser que Río Negro sea una mejor localización que Buenos Aires para la planta GNL por el mayor calado del puerto, para impulsar el desarrollo de una provincia patagónica frente a una que concentra riquezas y polos productivos, y por el mayor rendimiento de un gasoducto de menor extensión.

Nada de esto y de otras cuestiones fueron parte del debate técnico y político. Mucho menos hubo un diálogo transversal acerca de evaluar esta planta como un eslabón importante del proyecto de desarrollo de largo plazo.

El único factor determinante para Milei, que avaló la conducción de Tecpetrol (del Grupo Techint de la familia Rocca) en YPF, fue castigar a Kicillof.

Este resentimiento tiene tres motivos arriba mencionados:

* Político: El encono de Milei con los y las bonaerenses se debe a que en este distrito perdió tres veces en las elecciones del 2023: en las PASO, en primera vuelta y en el balotaje. Lastimar la provincia de Buenos Aires puede ser parte de una estrategia política-electoral de mostrar que Kicillof no defiende los intereses de los bonaerenses. Se verá si resulta efectiva en los comicios de medio término del año próximo castigar a la población bonaerense. Existe otra competencia política que incomoda a Milei. Kicillof se posicionó o lo ubicaron, según diferentes encuestas, como el principal opositor a Milei con similares porcentajes de aprobación.

* Ideológico: Este componente se resume en que Milei se considera parte de la Escuela Austríaca y Kicillof es keynesiano. Son corrientes económicas opuestas. Milei tiene una obsesión patológica con el mundo del inglés John Maynard Keynes, el economista reconocido como uno de los más brillantes del siglo pasado y de la historia de la ciencia económica.

* Personal: Este aspecto se cruza con el ideológico, y tiene base en la cuestión académica. Milei no es doctor en Economía, sólo recibió un doctorado honoris causa de la universidad privada Eseade. En cambio, Kicillof es doctor en Economía con honores con un 10 de nota, presentó su tesis sobre la Teoría General de Keynes que publicó Eudeba y también en inglés en el exterior. Es una diferencia académica sustancial, que no le debe resultar indiferente a Milei que fantasea con que le pueden dar el Premio Nobel de Economía.

Kicillof publicó libros de carácter académico (De Smith a Keynes), además de Fundamentos de la Teoría General (su tesis). Milei también publicó varios libros pero de divulgación con sospechas de plagio. El periodista Alejandro Alfie posteó en la red X que “el libro de Milei, que presentó en el Luna Park y se vende a $26.900, tiene plagiadas las últimas 51 páginas: del texto de los investigadores chilenos Verónica Milei y Ramiro Soto (pág. 324-339) y del libro Macroeconomía del profesor estadounidense Gregory Mankiw (339-375)”.

El presidente Javier Milei y el gobernador de la Provincia de Buenos Aires.

La política económica de Milei y las finanzas de la PBA

La localización de la planta de GNL en Río Negro es un hecho más del castigo generalizado a la provincia de Buenos Aires por parte del gobierno nacional. Página/12 accedió a un informe detallado de la particular crueldad de Milei ejercida sobre las y los bonaerenses, como parte del disciplinamiento general a las provincias.

El reporte indica que las políticas de ajuste y las decisiones macroeconómicas del Gobierno son cada vez más evidentes y generalizadas; la destrucción de riqueza y de puestos de trabajo no cesa. El Estado nacional se ha retirado de muchas de sus funciones básicas e incumplido sistemáticamente con sus obligaciones con las provincias.

“Este atropello inédito al federalismo fiscal afecta a todo el territorio y pone en serio riesgo la salud, educación y seguridad de 47 millones de habitantes”, alarma, para describir que hoy, Argentina tiene una economía más pequeña, tiene más desempleados, habitantes con menos ingresos y ahorros, y más desigualdad que hace siete meses.

“Difícil justificar esos resultados en nombre de la libertad, más bien lo contrario. Si algo está generando este modelo son ciudadanos más pobres, con menos posibilidades de elegir; es decir, menos libres”, indica.

Señala que la provincia de Buenos Aires no es la excepción, siendo el territorio del 38% de la población del país, que genera el 36% de la riqueza y el 50% del valor agregado industrial, y está siendo enormemente castigada por las políticas económicas nacionales. Para concluir que “es un modelo económico antiindustrial, antipequeñas y medianas empresas, antimercado interno y antifederal”.

El problema principal para la PBA es económico, no fiscal

El informe explica que la megadevaluación sin compensación de ingresos de diciembre pasado y el recorte fiscal a nivel nacional son las razones de la recesión económica. Para dimensionar el impacto, la contracción del gasto primario del Sector Público Nacional alcanzó el 32,2% en los primeros 6 meses de 2024. Considerando los últimos 30 años, el ajuste del gasto público nacional es el más alto registrado.

El recorte de Milei duplica al segundo mayor ajuste fiscal en orden de importancia, el del 2002 (en el marco de la más grave crisis de nuestra historia), el cual fuera motorizado en aquel tiempo por la licuación del gasto asociado a la salida de la convertibilidad. “Esta es la magnitud histórica del sacrificio inútil que está implementando el gobierno nacional”, sentencia el documento.

Esta política recesiva golpeó fuertemente a la provincia de Buenos Aires debido a su impronta industrial. Por la escala de su mercado interno, las crisis económicas suelen ser más agudas en el territorio bonaerense que en el promedio nacional.

En relación al último trimestre de 2023, 155.000 bonaerenses se sumaron a las filas de la desocupación. La incidencia de la PBA roza el 60% de los nuevos/as desocupados/as del país, que ascendió a 266.000 en el mismo periodo. De esta manera, las estadísticas oficiales confirman y dimensionan en qué medida el ajuste del gobierno nacional recae con mayor crudeza sobre las familias trabajadoras bonaerenses, al ser la provincia el corazón productivo del país.

La desocupación no es el único dato negativo del mercado de trabajo bonaerense. También se registraron alzas en la tasa de subocupación, y caídas en las tasas de actividad y empleo, lo cual da muestras de un deterioro transversal de los indicadores laborales. No sólo hay más desocupados, sino que una mayor cantidad de personas necesita trabajar por más horas o directamente se retiró del mercado laboral. 

"El desempeño de la actividad productiva en la PBA: hasta mayo, se retrajo 3,4% frente al 2,9% de la economía nacional. Además, el retroceso provincial escala a cerca de 7,9% al netear el sesgo estadístico de la sequía de 2023”, precisa, para concluir que “como resultado lógico de las políticas nacionales, los sectores que lideran la caída son los pilares del mercado interno: industria, construcción y comercio”.

Una de las 899 obras paralizadas en la provincia de Buenos Aires por parte del Gobierno nacional.

El impacto de las políticas nacionales en las finanzas de la Provincia

El plan de Milei contra Kicillof genera enormes dificultades fiscales en la provincia y los municipios, viéndose perjudicados centralmente la población bonaerense, que no sólo están sufriendo las consecuencias de la crisis económica, sino que además ven afectados servicios esenciales como educación, salud y seguridad, así como el mantenimiento y ampliación de infraestructura básica.

En todas esas funciones, el gobierno nacional tiene responsabilidad concurrente con las provincias y los gobiernos locales. El ataque a las provincias por parte del Gobierno nacional, en general, se canaliza por cuatro vías:

1. La recesión autoinflingida, que afecta directamente la recaudación tributaria en todos los niveles del Estado.

2. La eliminación de transferencias nacionales obligatorias con destinos específicos a educación, transporte, seguridad y previsión social.

3. La paralización absoluta de la obra pública nacional en todo el territorio (899 obras nacionales abandonadas a lo largo y ancho de la PBA).

4. El retiro del Estado nacional de funciones que comparte con los estados provinciales, para lo cual recauda impuestos.

En el caso de la PBA, existe un quinto elemento: el perjuicio estructural que significa una ley de coparticipación injusta.

Deuda total del Gobierno nacional con la PBA sólo por la paralización de 899 obras públicas con parte de financiamiento nacional.

La recesión autoinfligida

La crisis provocada en forma deliberada afecta a las provincias porque su principal fuente de recursos son los tributos que dependen del mercado interno, como el IVA o Ingresos Brutos. En este aspecto, la PBA no es la excepción. En 2023, los recursos tributarios representaron más del 70% del total de sus ingresos, integrado en partes equivalentes por la recaudación propia (35%) y los impuestos coparticipados (37%).

En los primeros 6 meses de 2024, la contracción económica deterioró significativamente el desempeño fiscal de la provincia: la caída de los recursos tributarios alcanzó el 10% en términos reales.

Las dos fuentes tributarias sufrieron mermas, aunque el desempeño de los fondos coparticipados y la recaudación provincial fue dispar. La caída de la recaudación propia (5%) fue significativamente menor que la de la coparticipación (14%), producto de las medidas de política tributaria y de administración llevadas adelante por la provincia, que lograron compensar, en parte, el impacto de la caída de la actividad.

El equipo de Kicillof estimó que expresada en términos monetarios constantes de junio, la pérdida semestral ocasionada sólo por la recesión rondó los 960.000 millones de pesos.

“La magnitud del impacto recesivo en los recursos de origen nacional tiene pocos antecedentes. La caída semestral observada en la recaudación de tributos coparticipables sólo es superada por la registrada en el año de la pandemia y por los registros de la salida de la crisis de convertibilidad, en 2002”, apuntan.

Transferencias específicas

Una fuente complementaria de ingresos de las provincias son las transferencias nacionales obligatorias no automáticas destinadas a programas y áreas sensibles. A pesar de que algunos analistas y funcionarios insistan en denominarlas en forma tendenciosa “fondos discrecionales”, estas transferencias nacionales son obligatorias y cuentan con respaldo legal.

Para dimensionar su importancia, el informe indica que los fondos englobados en esta categoría representaron un 8% de los recursos totales de la PBA en 2023

No conforme con los efectos contractivos de la recesión sobre la recaudación propia y coparticipable, Milei profundiza el ciclo del desfinanciamiento provincial mediante la acción directa. Decidió discontinuar las transferencias nacionales destinadas a educación, seguridad y previsión social, como es el caso del Fondo Nacional de Incentivo Docente, el Fondo de Fortalecimiento Fiscal y los Aportes a Cajas Previsionales.

Hasta diciembre de 2023, la PBA había recibido este tipo de transferencias nacionales de forma habitual y por parte de gobiernos de distinto signo político. Como corolario de la ofensiva nacional, el Poder Ejecutivo dispuso la insuficiente actualización de la Compensación del Consenso Fiscal 2017 por el Fondo del Conurbano Bonaerense (FCB).

La deuda total del Gobierno nacional con la PBA al mes de abril de este año.

Más de 6 billones de pesos

El perjuicio financiero para la provincia de Buenos Aires ocasionado por el incumplimiento de estas obligaciones ascendió, sólo en el 1° semestre, a 675.893 millones de pesos.

Este monto no contempla las deudas con la provincia por el año 2023, que se acumularon por el freno a las transferencias en diciembre pasado. Las políticas del gobierno nacional generaron una pérdida para la provincia estimada en 1,9 billones de pesos acumulados en 6 meses.

“Esta realidad impacta de lleno en las posibilidades del Estado provincial para hacer frente a las necesidades de las y los bonaerenses, algunas de las cuales resultan esenciales”, advierte el informe. A esto se suma el stock de deudas que mantiene el Estado nacional con la provincia, incluyendo las 899 obras paralizadas en todo el territorio bonaerense.

El monto total de la apropiación de recursos de la Nación que debían ser transferidos a la provincia de Buenos Aires supera los 6,3 billones de pesos.

Gracias

Desde la recuperación de la democracia, en estos 40 años, hubo tres momentos en los cuales no hubo coincidencia de fuerzas políticas en el gobierno nacional y la Provincia de Buenos Aires.

La primera fue en 1987, cuando el peronista Antonio Cafiero ganó la elección en la provincia con el radical Raúl Alfonsín siendo Presidente. La segunda fue en 1999, cuando el peronista Carlos Ruckauf fue gobernador con el radical Fernando de la Rúa en la Casa Rosada. La tercera es ahora con Kicillof y Milei.

El saldo económico, político y social de las dos primeras experiencias fue devastador. En 1989 estalla la hiperinflación y en 2001/2002 implosiona la convertibilidad con un descalabro descomunal.

Con estos antecedentes, buscar el incendio económico de la provincia de Buenos Aires no parecería ser una adecuada estrategia si el objetivo es la estabilidad general.

La gestión de Kicillof en la provincia para cubrir el abandono del gobierno de Milei de las y los bonaerenses resulta, en definitiva, un aporte fundamental para el equilibrio social y evitar, de este modo, el incendio. Milei no agradece y, por el contrario, alimenta el fuego.