Una mujer policía de 32 años fue asesinada a puñaladas en la ciudad bonaerense de Bolívar y el principal sospechoso es su ex pareja Germán Olivare, encontrado en la casa de ella lleno de sangre y semidesnudo. Rocío González había pedido a la Justicia medidas de restricción que resultaron infructuosas y derivaron en el final trágico.

El crimen se cometió en la calle Larregle del barrio Pompeya y es investigado por la Unidad Funcional de Investigaciones Nº 15. Fue un vecino quien llamó a la policía, que la encontró a la víctima boca arriba en el comedor de la casa, ya muerta. El femicida también estaba allí y tenía profundas lesiones de arma blanca que se habría hecho él mismo, esa madrugada en que se desencadenó todo: lo llevaron al hospital Capredoni y terminó imputado del delito de femicidio agravado.

Compañeros de trabajo de ella, amigos y vecinos se reunieron indignados alrededor de la casa hasta altas horas de la madrugada. González desempeñaba funciones administrativas en la Comisaría de la Mujer y la Familia.

Dos horas después, el auto de Olivare fue incendiado intencionalmente a la vuelta del domicilio de la víctima. Según trascendió, González y Olivare se habían separado y ella recurrió a la justicia para que se arbitraran las medidas cautelares de prohibición de ingreso y acercamiento, perímetro de exclusión de 200 metros a la redonda, prohibición de contacto mutuo y cese de los actos de molestias, perturbación y hostigamiento. "No es el primer episodio que discutimos y que me insulta, ya que no tolera que finalice la relación", relató ella a la justicia. Pero el juzgado apenas ordenó el cese de los actos hasta el 10 de septiembre, sin aprobar todos los pedidos de Rocío.

Lo que se ha podido reconstruir del hecho hasta ahora es que Olivare estuvo merodeando la casa de la víctima desde varias horas antes del crimen con su auto. Luego se las ingenió para entrar por la fuerza a la casa de Rocío y hubo una gran discusión. Entonces él la apuñaló violentamente. Ante los gritos, un vecino llamó a la policía. Pero la encontraron muerta en la cocina herida en el cuello y semidesnuda. Y él estaba en un pasillo. La casa estaba llena de manchas de sangre.

Rocío trabajaba en la Comisaría de la Mujer y la Familia. Por el femicidio, el colectivo Ni Una Menos Bolivar organizó una marcha en el Centro Cívico de la ciudad pidiiendo justicia por Rocío.