Independiente -que jugó 70 minutos con uno menos- y San Lorenzo empataron sin goles este sábado en Avellaneda, por la novena fecha de la Liga Profesional. Tras el partido, hubo algunos incidentes con socios del Rojo, que protestaban contra la dirigencia encabezada por Néstor Grindetti.

En la previa, el clásico tuvo una particularidad, dado que dos de los equipos más grandes del fútbol argentino peleaban por salir de abajo en la tabla, con la pequeña diferencia que San Lorenzo pudo usar a sus refuerzos, pero Independiente no, ya que no consiguió levantar las inhibiciones. 

Pero lo cierto fue que en los primeros 45 minutos prácticamente no hubo llegadas a los arcos, aunque sí una jugada sumamente violenta: a los 19 minutos, Alex Luna perdió el balón en un costado y, a pura impotencia, le dio un descalificador planchazo a Braida, que quedó tendido en el césped muy dolorido. El árbitro Mastrángelo de inmediato le mostró tarjeta amarilla al volante de 20 años, pero tras la revisión del VAR terminó retirando la amonestación y decretó roja directa. 

En inferioridad numérica, el conjunto de Julio Vaccari dejaba a Avalos demasiado aislado arriba y casi sin participación en el juego, mientras la parcialidad local bramaba su descontento por la pobre exhibición de su equipo. De su lado, al Ciclón tampoco le sobraban ideas, lo que redundó en un espectáculo muy deslucido. 

En el complemento, el Rojo mejoró un poco a partir de la movilidad del chico Santi López. Entonces San Lorenzo tuvo dos llegadas seguidas: en la primera, el ingresado "Perrito" Barrios -que inyectó agresividad a los azulgranas- habilitó a Cuello y el remate de éste fue sofocado por el arquero Rey, quien en el corner siguiente volvió a salvar las papas al desviar un cabezazo a quemarropa de Vombergar.

Independiente tuvo dos chances con el ingresado Hidalgo que Altamirano logró conjurar en gran forma. Luego, el local le cerró los caminos a San Lorenzo y casi lo gana con un cabezazo de Fedorco. Al final quedaron a mano.