River cerró una etapa y abre otra. El empate 0 a 0 ante Unión en Santa Fe no le quitó ni agregó nada a la actualidad de un equipo que no ha podido ganar como visitante en el actual campeonato. Pero desde este lunes la llegada de Marcelo Gallardo renovará todo el aire viciado. El nuevo técnico-ídolo será presentado al mediodía en la terraza de la tribuna San Martín. Y a primera hora de la mañana estará llegando al país Maximiliano Meza, la nueva incorporación que River trajo de Monterrey de México por dos millones y medio de dólares.
Meza y Germán Pezzella arriban por gestión directa de Gallardo. Al caer está Fabricio Bustos, el lateral derecho cordobés de Internacional de Porto Alegre que acaso estará arreglando antes de este miércoles. La idea es que los tres jueguen la semana que viene la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores en Córdoba ante Talleres.
Gallardo no viajó a Santa Fe. Y delante del televisor sólo debe haber quedado satisfecho por el volumen de juego de los primeros 25 minutos del equipo. River estrelló tres pelotas en los palos (dos cabezazos de González Pirez y Paulo Díaz dieron el poste izquierdo y un derechazo de sobrepique del primer marcador central reventó en el travesaño). Y el arquero uruguayo Thiago Cardozo fue uno de los mejores de la tarde. Por lo que no es equivocado afirmar que debió haberse llevado los tres puntos. Pero después de ese comienzo en el que movió bien la pelota en el medio y en el que Santiago Simón y Rodrigo Aliendro llegaron con frecuencia al área santafesina, todo eso se diluyó. Y retornó el andar inexpresivo y ordinario del que no pudo rescatarse en el resto del partido.
Sería injusto caerle por eso al chiquilín Mastantuono que como enganche, a los 16 años (cumplirá los 17 el día del partido con Talleres) no se esconde, pide la pelota, pisa el área, hace jugar y hasta pudo haber abierto el marcador a los diez minutos de primera etapa cuando cruzó un zurdazo ajustado que se fue al lado del palo derecho. La generación de juego tendría que depender de otros a los que les cuesta sostener el nivel. Gallardo debe haber apuntado que lo primero a recomponer es la media cancha para que pueda abastecer con continuidad al colombiano Borja y a quien lo acompañe adelante.
River también tendrá que recobrar aquella presión alta y agobiante que tuvieron los mejores equipos que el "Muñeco" pudo armar en su ciclo 2014-2022. Se le otorgan a los rivales espacios que antes no se les otorgaban. Unión apenas tuvo dos situaciones que desaprovechó Balboa, una en cada tiempo. Pero menos atrevimiento y manejo de la pelota que el que mostró ante Racing en Avellaneda. Igualmente River no lo pudo quebrar. Ni siquiera con las entradas de Lanzini y "Nacho" Fernández y el debut del juvenil Lencina por Mastantuono, Aliendro y Solari.
Por eso, el 0 a 0 en Santa Fe terminó dejándole todo a River en el mismo lugar en el que antes estaba. Si las dudas ahora no son tantas y las preocupaciones resultan menores es porque desde este lunes, el aura ganadora de Gallardo se hará cargo de la situación. Y se supone que traerá las soluciones imprescindibles para que todo vuelva a su lugar. En el comienzo de otro ciclo que se desea incorporar a lo mejor y más grande de la historia millonaria, convendría recordar que Gallardo es un muy buen técnico, pero no hace magia.