Gonzalo Peillat, el argentino nacionalizado alemán que le marcó a Los Leones en el triunfo 3-2 de este domingo por los Juegos Olímpicos, pisó el acelerador tras la polémica por su festejo de gol, con unas declaraciones que dieron y darán mucho que hablar.
"Argentina es un país que es muy futbolero... Que sos un traidor o sos un hijo de puta, que blanco o negro. Sí, hay mucho que se habla en las redes sociales. El staff nuestro se peleó con gente que estaba en la tribuna todo el día gritando... Sabía que iba a ser así, para mí es un capítulo cerrado. Cuando lo hablé, lo hablé a corazón abierto. Expliqué cuáles eran los motivos y no esperaba que la gente me apoye", inició Peillat en declaraciones a los medios presentes en el Estadio Yves-du-Manoir, ubicado en la ciudad de Colombes, entre los que estaba Página/12.
Lejos de bajarle la espuma a la cuestión, el jugador de 31 años recordó su decisión, apuntando contra los jugadores argentinos. "No quiero volver mucho al pasado pero la decisión no fue fácil y no fue que de un día para el otro, 'uh sí, lo hago'. Siempre tuve la esperanza de 'va a cambiar, va a cambiar' y trataba de demorar la decisión por esa esperanza de cambio de la Confederación (Argentina de Hockey). En ese momento se quebró el equipo, literalmente. Dijimos: 'Muchachos, hagamos esto para que se cambie'... Jugadores que están jugando hoy me dan hasta vergüenza porque estaban al lado mío, dijimos 'vamos y lo hacemos todos juntos' y después cuando yo fui y miré para atrás, estaba solo. Miré para atrás y jugadores referentes que están en el equipo, que te dejen solo, bueno, se quebró el equipo".
Y Peillat continuó: "Hubo jugadores que en ese momento se quisieron acomodar por estar en el equipo, por tener privilegios. Yo la verdad nunca quise tener privilegios y si los hubiera querido tener, los hubiera tenido porque quién... Yo no soy un arrogante ni nada pero en ese momento, ¿quién me iba a echar del equipo? (refiriéndose a su importancia en el mismo) Yo me fui porque quería cambiar la cosa. ¿Es triste? Sí, en su momento me rompió el corazón porque éramos 10 jugadores que íbamos a cambiar y después quedás solo. Con los campeones olímpicos no nos podemos sentar en una mesa. El referente del equipo no me puede dirigir la palabra, eso lo dice todo".
Como para finalizar, Peillat se dedició a diferenciar los valores alemanes -sí, alemanes- de los argentinos. "Alemania, a diferencia de Argentina, es un país que planea, que planifica. Sabés cuándo es momento de pausa, cuándo no, cuándo es momento de club, cuándo es momento de Selección. No quiero hablar mucho pero es un país más ordenado... El argentino es 'me llevo el mundo por delante' y en Europa, sabés cuáles son los límites y si hacés una de más, chocás la cabeza contra la pared o vas preso. En Argentina es 'eh no pasa nada, pasó el semáforo en rojo' y 'somos Argentina, no pasa nada'. En Alemania te sacan el registro por tres años. El argentino es viveza y en Europa, no". Completito...