Boca desaprovechó una buena oportunidad para acomodarse un poco mejor en la tabla –la victoria lo hubiera dejado con 15 puntos, a 4 de Huracán– y empató 1 a 1 contra Barracas Central que la rema en el fondo. El público que descontaba el triunfo y no paró un instante el aliento, frustrado y desilusionado terminó cantando en forma de veredicto aquello de "movete, Boca movete...".

El equipo de Diego Martínez con los nuevos Medel, Belmonte, Martegani y Giménez como titulares y con Aguirre en el banco (entró en el segundo tiempo) empezó el partido perdido, sin precisión en los pases ni orden para frenar a un rival muy movedizo, y tardó mucho en meterse en el partido. 

Barracas, sorprendió en el arranque. El pibe Zalazar (cuyo pase le pertenece a Boca) metió un remate cruzado después de una falla de Belmonte que dejó al fondo desarticulado y le dio tranquilidad a sus compañeros.

El partido tardó bastante en entrar en los carriles esperados y a los 37 Giménez, con un buen taco, clavó el empate después de un centro de Blanco. El gol del ex delantero de Banfield fue lo más significativo de un equipo que en el segundo tiempo tuvo la pelota, atacó con mucho ímpetu y poca justeza y generó algunas llegadas que no pudo resolver. La más clara fue una en la que Zeballos quedó cara a cara con Moyano, pero el arquero logró tapar magistralmente. 

Sobre el final, Boca pareció resignado y quedó la sensación de que los visitantes podrían haberse llevado de la Bombonera un premio mayor. Juárez, que había entrado muy bien, exigió un par de veces a Romero y eso, sumado a la impotencia por los goles perdidos, provocó el fastidio final de la gente.

El triunfo contra Banfield en la semana había dejado la idea de que Boca podía avanzar algunos casilleros. Pero los retrocedieron con el empate. Se espera cada vez con más ansiedad el regreso de los que fueron a los Juegos Olímpicos.