La vicepresidenta de Estados Unidos y candidata demócrata, Kamala Harris, llevó a cabo este domingo una ronda de entrevistas para elegir a su compañero de fórmula electoral, una decisión que adoptará contrarreloj ante de comparecer públicamente el martes junto al que será su "número dos". El Observatorio Naval de Washington, residencia oficial de Harris, albergó las reuniones entre la candidata y al menos tres políticos demócratas que aspiran a ser el próximo vicepresidente de Estados Unidos: el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro; el de Minesota, Tim Walz; y el senador de Arizona, Mark Kelly.
Harris lanzó su campaña hace solo dos semanas y su equipo tuvo que analizar en tiempo récord los perfiles de varios aspirantes, en busca incluso de escándalos ocultos que pudieran dinamitar la campaña en caso de salir a la luz. Los demócratas no tienen tiempo que perder en la batalla electoral con el republicano Donald Trump y llevarán a cabo una gira por los estados más competitivos del país que arrancará el martes en Filadelfia, estado de Pensilvania. Allí Harris aparecería por primera vez en público junto a su compañero de fórmula.
La danza de nombres
El hecho de que el primer mitin conjunto vaya a ser en Pensilvania situó al gobernador local como el gran favorito. Josh Shapiro, de 51 años, es una estrella en ascenso en el partido demócrata desde que en 2022 ganó las elecciones a gobernador con más de 14 puntos de ventaja sobre su rival republicano. Shapiro podría tener la llave de los codiciados 19 votos electorales que aporta Pensilvania, pero es judío practicante y el ala más progresista y propalestina de los demócratas ve con recelo sus posturas sobre la guerra de Gaza.
El senador de Arizona Mark Kelly fue aviador de la Marina y astronauta, y se metió en política en busca de un mayor control a la posesión de armas después de que su esposa, la excongresista Gabrielle Giffords, resultara herida de gravedad en un tiroteo en 2011. Kelly, de 60 años, demostró dos veces poder ganar en Arizona, estado fronterizo con México donde la migración centrará la campaña, pero sus aspiraciones pueden chocar con el temor de que su salida del Senado pudiera alterar la ajustada mayoría demócrata en la Cámara.
Harris podría decantarse por el gobernador de Minesota, Tim Walz, de 60 años, cuyo nombre no figuraba en las primeras apuestas pero emergió con fuerza luego de varias apariciones públicas. Walz es probablemente el aspirante más progresista, situado a la izquierda de Harris, y podía atraer a votantes trabajadores del cinturón industrial del Medio Oeste, pero fue criticado por retrasar el despliegue de la Guardia Nacional durante las protestas raciales tras el asesinato de George Floyd en 2020.
Durante estas semanas también se habló del secretario de Transporte, Pete Buttigieg, quien se convertiría en el primer vicepresidente abiertamente homosexual; y los gobernadores de Kentucky, Andy Beshear, y de Illinois, J.B. Pritzker. Tradicionalmente el perfil del vicepresidente complementa al del presidente para crear una coalición ganadora, de manera que el "número dos" suele apelar a un grupo de votantes específico, sirve de contrapeso ideológico o ayuda a ganar en un estado clave.