Frente al estupor de su público, Italia confirmó la debacle absoluta: no pasó del 0-0 en el partido de vuelta del repechaje europeo contra Suecia, que se había impuesto 1-0 en la ida jugada en Estocolmo, por lo que quedó afuera de la Copa del Mundo de Rusia 2018 y faltará a su primer Mundial desde 1958. En esa ocasión –curiosamente en Suecia– y en la primera Copa del Mundo disputada en Uruguay en 1930 –a la que no acudió pese a estar invitada—, la máxima competición futbolística no contó con la azzurra. Si bien el equipo dirigido por Gian Piero Ventura buscó denodadamente el gol para forzar como mínimo la prórroga en el duelo disputado en el estadio San Siro de Milán, atiborrado y con unas 74 mil almas, no consiguió romper la sólida defensa del equipo escandinavo, que volverá a jugar un Mundial tras perderse las últimas dos ediciones y es el 29º de los 32 seleccionados con cupo asegurado, ya que sólo restan definir las plazas restantes en los choques Perú-Nueva Zelanda, Australia-Honduras e Irlanda-Dinamarca. El veterano arquero de la Juventus, Gianluigi Buffon, anunció su retiro del seleccionado peninsular luego de 20 años de carrera (ver aparte).
En uno de los momentos más negativos de la historia, después de 60 años la selección italiana de fútbol no irá a un Mundial de fútbol al empatar 0-0 con Suecia en la revancha del play-off, tras haber perdido 1-0 en el primer encuentro. De esta manera, el conjunto azzurro, cuatro veces campeón del mundo, será el único de los campeones del mundo que no estará en Rusia 2018. Aunque su crisis viene de arrastre, dado que no había superado la primera ronda en Sudáfrica 2010 y tampoco en Brasil 2014.
Por su parte, para Suecia la clasificación tiene mucho mérito, después de haber sorteado el denominado “grupo de la muerte” junto a Francia y Holanda y ahora eliminar a los campeones de 2006. Será la duodécima intervención de los nórdicos, que llegaron a la final en el Mundial disputado en su casa y fueron terceros en Estados Unidos 1994.
Con el San Siro en estado de ebullición, el equipo dirigido por Ventura volvió a defraudar a los tifosi, que esperaron por un gol salvador que nunca llegó. Ni siquiera el polémico arbitraje de Mateu Lahoz ayudó a Italia, que vio cómo el español no pitó penal por mano de Barzagli cuando se jugaba media hora. Tampoco la salida por lesión de Jakob Johansson, autor del gol de la ida, afectó a la visita, replegada y a la espera de algún contragolpe.
La primera ocasión para los locales la tuvo Candreva, pero remató alto. Immobile tuvo otra, pero el defensor Granqvist despejó sobre la línea. Parolo tuvo la suya, pero tampoco pudo vencer al arquero Olsen.
En el complemento, el asedio italiano fue aún mayor, pero las ideas nunca aparecieron. Los locales reclamaron por un posible penal sobre Darmian. Suecia aguantó bien los embates de los italianos, que tuvieron el balón pero carecieron de ingenio para romper el cerrojo escandinavo. Los últimos minutos fueron de pura tensión, con Italia desesperada por el gol y Suecia defendiendo con sus once hombres en el área. La imagen de Buffon yendo a buscar el último corner reflejó a la perfección lo que fue el ataque itálico. Finalmente, el último disparo de Alessandro Florenzi se fue apenas alto y con él se murieron las últimas esperanzas de los italianos.