Los investigadores del crimen de Franco Russo, el joven de Zárate asesinado a balazos en la puerta de su casa tras una discusión con un vecino, analizan este lunes una pista que podría esclarecer el caso: la novia de la víctima era vecina de uno de los atacantes, con quien tenía problemas de convivencia.  

El crimen de Russo, de 28 años, tuvo lugar este sábado al mediodía en la puerta de su casa, ubicada en la esquina de las calles Belgrano y Máximo Paz, en Zárate. Según pudieron reconstruir los investigadores, un hombre identificado como Miguel Ángel Pereyra estacionó en esa esquina su vehículo, un Volkswagen Golf blanco en el que circulaba con su hijo Julián, e inició una discusión con la víctima, que escaló y terminó a las trompadas.

En medio de la pelea, de la que también participó Julián, Miguel Ángel Pereyra sacó un arma y le disparó a Russo, quien falleció pese a las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) que le realizó el médico de la ambulancia que llegó al lugar.

Tras los disparos, los Pereyra intentaron escapar por la Ruta 193 para luego tomar Autopista Panamericana hacia Capital Federal. Horas más tarde, sin embargo, ambos quedaron detenidos: el padre se entregó a la Comisaría 1 y el hijo fue apresado por la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Zárate de la Policía Bonaerense en el domicilio de un pariente en Saavedra.

En la tarde de este lunes, los dos detenidos serán indagados por la fiscal del caso, Andrea Palacios, acusados por el delito de homicidio agravado por el uso de arma.

Además de los Pereyra, la fiscal también tiene intenciones de tomarle este lunes declaración a la novia de la víctima, una testigo crucial para la causa, ya que según los investigadores "era vecina de uno de los detenidos y tenía problemas de convivencia”, motivo que, sospechan, podría haber desencadenado la fatal discusión entre Russo y Miguel Ángel Pereyra.

En un principio, estaba pautado que la joven declarara durante el fin de semana, pero el shock psicológico que sufrió atrasó los tiempos. Fue por eso que Palacios, titular de la Unidad Fiscal de Instrucción (UFI) N°7 de Zárate, la reagendó para este lunes.

Una de las hipótesis que se analizan es que la pelea entre los agresores y la víctima podría haber estado pactada con antelación, por esto Miguel Ángel y Nicolás habrían estacionado a unos metros de la puerta de la casa de Russo, quien ya los estaba esperando en la vereda con intenciones de dirimir el conflicto.