"¿Siguen enviando oro al exterior?", lanzó el diputado nacional y titular de La Bancaria, Sergio Palazzo, en las redes sociales para anuciar que realizó un nuevo pedido de acceso a la información pública al presidente del Banco Central, Santiago Bausili, para que "explique si están enviando más reservas de oro al exterior". Se trataría del tercer envío de oro de las reservas del Central al exterior desde que el propio Palazzo denunció la primera maniobra financiera a mediados de julio.
El titular de La Bancaria denunció que los envíos de oro al exterior podrían estar superando los mil millones de dólares en reservas y apuntó: "Sería sano institucionalmente que abandonen el secretismo y respondan". El BCRA cuenta con 1.98 millón de onzas troy de oro, que estaban valuadas en unos 4.500 millones de dólares, según el último dato oficial publicado por la entidad monetaria.
Tras el primer pedido de información pública hecho por Palazzo, el ministro de Economía, Luis Caputo, defendió la decisión: "Si tenés el oro afuera le podés sacar un retorno". "Tener oro en el Central es como tener un inmueble adentro, no lo podés usar para nada. En cambio, si tenés ese oro afuera le podés sacar un retorno, y la realidad es que el país necesita maximizar los retornos de sus activos", justificó en una entrevista con LN+.
Respecto de esa decisión de Caputo, Genaro Grasso, economista del Centro Cultural de la Cooperación, analizó que "primero, hay que comparar ese rendimiento contra la potencial apreciación del oro. En segundo lugar, hay que ver si en este contexto el oro no va a terminar siendo una garantía contra créditos más grandes. Esto que en otra época se dio en llamar REPO, o acuerdo de recompra, que es tomar un crédito grande contra una garantía en bonos".
"Se abriría un agujero legal mediante el cual el Gobierno podría emitir deuda esquivando los canales tradicionales", señaló el economista a PáginaI12, tras conocerse la primera denuncia hecha por Palazzo, respecto de las limitaciones que el Poder Ejecutivo tiene para obtener crédito exterior. Las normas votadas en la gestión del Frente de Todos indican que determinados tipos de títulos de deuda exterior en dólares, emitidos por el Tesoro, tenían que utilizarse para financiar obra pública y no gastos corrientes.
