El "lunes negro" no le es indiferente al Plan Caputo, quien deberá recalcular la salida del cepo que, coinciden los analistas, amortizó el impacto en las variables financieras locales. En términos estrictamente financieros, la jornada comenzó igual de vertiginosa que en el resto del mundo, con un riesgo país que llegó a superar los 1700 puntos por primera vez desde hace cinco meses y una caída de las acciones de las principales empresas argentinas con mermas de hasta el 12 por ciento, guarismos que se acomodaron hacia el cierre de los mercados. Quedan sin embargo los costos ineludibles de una crisis global en un escenario de fragilidad de la economía argentina: los efectos del aumento del riesgo país que dificultan cualquier tipo de financiamiento externo, y la aversión global al miedo inversor que tiende a hacer presión en los dólares paralelos para refugiarse en bonos más "seguros", con el impacto en un aumento de la brecha cambiaria - y la inflación-, además de la canilla de reservas que el gobierno utiliza para intervenir el Contado con Liquidación (CCL). 

Todo comenzó a gestarse el viernes pasado, cuando un informe de Departamento de Trabajo de Estados Unidos le puso números a una expectativa de recesión del país: la creación de puestos de trabajo se desaceleró fuertemente en ese país, de la mano de las altas tasas de interés que enfrían la actividad al tiempo que la Reserva Federal norteamericana afirmó que la mantendrá al mismo nivel hasta septiembre. Al mismo tiempo, el Banco Central de Japón aumentó por encima de lo esperado su tasa de interés para apreciar al yen y el Nikkei - índice que agrupa a los 225 títulos más representativos del mercado nipón-, se desplomó 13 por ciento, exhibiendo la caída más fuerte desde 1987.

"En esta primera etapa podemos decir que la estamos sacando mejor que el promedio. Si esto se sostiene, al ser una economía pequeña y en crisis hace años, vamos a sufrir probablemente más que el promedio de las otras economías", vaticina en diálogo con este diario el analista financiero Cristian Buteler.

Santo Cepo

En plena turbulencia, en los pasillos del Ministerio de Economía se escuchó decir que Argentina se verá afectada, pero con un impacto menor al de otros eventos similares “dado el orden macroeconómico y que no tomamos medidas apresuradas como haber salido del cepo”, dijeron.

En el mundo financiero coinciden: "En Argentina es un dia normal te diría", responde ante la consulta de PáginaI12 Paula Gandara, CIO de Adcap Asset Management, "vimos el mercado abrir en tono negativo, los dólares, los bonos en dólares estaban casi 3 por ciento abajo, e incluso las Lecap que recuperaron. Lo mismo el valor del dólar. Más allá de que subió el riesgo país y el tema de los bonos, que eso es un coletazo, el impacto de lo que pasa en el mercado internacional es mucho más limitado que en el resto del mundo por el cepo. No tener una apertura hace que Argentina, ante estas situaciones de volatilidad externa, sea como un buffer, y el cepo funciona en ese caso como aislante de la volatilidad internacional".

Si el mal ánimo de los mercados persiste, y aunque nada dijeron desde el oficialismo, algunos analistas comienzan a dudar del ya lento camino de levantamiento del cepo: "La salida del cepo es algo que no va a ocurrir este año seguro", afirma el economista del Centro Cultural de la Cooperación Martín Burgos.

El (ex) plan Caputo 

El "resguardo" de las variables financieras no puede opacar otros efectos colaterales que la crisis global pueda generar en el Plan Caputo. Economistas y analistas del mercado resaltan particularmente los efectos del aumento de la brecha cambiaria y el riesgo país que dificultan cualquier tipo de financiamiento externo, y la aversión global al miedo inversor que tiende a refugiarse en bonos más "seguros". Variables que impactarán en una economía sin margen, y podrían profundizar la recesión, el desempleo y la pobreza.

*Brecha cambiaria: "Si esta crisis se mantiene en el tiempo te va a pegar por el "vuelo a la calidad" va a existir (Nota de la Redactora: movimiento de dinero de inversiones relativamente riesgosas a otras más segura), y va a implicar que, si no salís por el mercado oficial, terminas saliendo por el CCL", asegura Buteler. El CCL es una de las variables que el gobierno quiere controlar aún a costa de perder reservas del Banco Central, para evitar un aumento de la brecha cambiaria que impacta, entre otras cosas, en los índices inflacionarios.

*Crawling peg: los economistas de la consultora Outlier Gabriel Camaño y Juan Manuel Truffa resaltan que el actual escenario internacional hace más costos mantener el crawling peg (o devaluación administrada) del 2 por ciento:"Al momento en el que se decidió, las condiciones y la situación externa eran diferentes", destacan. "La situación es bastante dramática en el país, y veremos cómo reacciona el gobierno", complementa Burgos, "yo supongo que se va a seguir con la idea de no devaluar a pesar de que toda la región devalúe. Pero hay que ver cuánto está dispuesto a pagar para seguir con este tipo de cambio planchado o si va a tratar de seguir un poquito lo que pasa en la región. Ese es el gran debate porque, obviamente, implicaría mayor inflación".

*Riesgo país: Desde los despachos oficiales relativizan el pico de 1700 puntos que tocó el riesgo país - y que se acomodó aún alto, en 1653 puntos básicos-, bajo el argumento de que "el gobierno no necesita financiamiento, y el sector privado lo está consiguiendo a tasas favorables". El efecto, sin embargo, preocupa a analistas locales: "Argentina tiene pendientes pagos a partir de enero del año que viene", continúa Buteler, "que dependen pura y exclusivamente de alguna operación que se pueda armar financiera. No creo que podamos ir al mercado voluntario de crédito, creo que eso ya quedó descartado con este tipo de riesgo país".