Una nueva pericia de la Policía Federal Argentina (PFA) complica al efectivo Juan Alberto García Tonzo imputado por el crimen de Bastián Escalante en Wilde. Según el examen, las ocho vainas halladas pertenecen al arma que utilizó el agente para defenderse del robo de motochorros.

De acuerdo a lo informado por el equipo del estudio de Matías Morla, abogado de la familia de la víctima, la pericia de la PFA explica que “las ocho vainas son de la pistola de Tonzo y que no pudieron determinar la procedencia por el estado de otras cuatro, pero no hubo otras armas al momento del hecho delictivo”.

“A partir de este resultado se pidió a la Cámara el cambio de carátula y que al agente Tonzo se le revoque la excarcelación impuesta por el fiscal Juan Ignacio Colazo”, informaron. Se espera que la semana que viene haya respuestas sobre la decisión que tomó la Sala 2 de la Cámara de Lomas de Zamora.

Un mes del crímen

A pocos días de que se cumpla un mes del crimen, la familia de Bastian y el letrado Matías Morla sostienen que se trató de un homicidio y no de un exceso en la legítima defensa.

Nosotros estamos convencidos de que no hay exceso en la legítima, sino que hay homicidio y la pericia avala eso”, manifestó Morla. Mientras que Johana, mamá del niño, expresó: "El policía actuó muy mal, sabía que había chicos, conoce la zona. Iba a buscar a su hijastro al colegio".

Unos diez días atrás, las primeras pericias ya habían revelado que las únicas vainas servidas halladas en el lugar pertenecían Tonzo. A estos resultados se suma que en las cámaras de seguridad no se observaba que los cuatro jóvenes a los que el policía perseguía y que habían intentado robarle, hubieran disparado ni que estuvieran armados.

El hecho ocurrió el miércoles 10 de julio alrededor de las 20 horas en la intersección de Caxaraville y Rondeau, cuando Bastian y su madre salían de Barrio de la Carne, el club barrial de Wilde donde el niño jugaba al fútbol.

Estaban cruzando la calle cuando se encontraron con García Tonzo, que iba de civil persiguiendo a los jóvenes que habían intentado robarle. El policía dice haber dado la voz de alto y disparó --él argumenta que "en legítima defensa"--, dando inicio al tiroteo. En el medio quedaron Bastian y su madre y las balas lo alcanzaron.

Los médicos del hospital Presidente Perón de Avellaneda que atendieron al pequeño precisaron que recibió dos impactos, uno en el omóplato izquierdo y otro en la cervical derecha. Ese jueves, después de ser operado en dos oportunidades, Bastian falleció.