“El desastre comenzó el 1 de enero”, asegura Ricardo Móccero a Buenos Aires/12. El intendente de Coronel Suárez explica los ordenamientos presupuestarios que debe hacer porque no cuenta con los 1.800 millones de pesos que le hacen falta para sostener el funcionamiento del hospital local. Esto motivó la decisión de disminuir la cantidad de cirugías diarias y el criterio de atención. La desregulación de los precios de los medicamentos orquestada por Javier Milei y la escalada inflacionaria que elevó el valor de los insumos médicos, afirma, detonaron el sistema de salud local.
El combo se completa con la fuerte caída de la actividad económica que motorizó los recientes despidos en la fábrica Dass de zapatillas. Cerca de 200 trabajadores quedaron sin ingresos y sin cobertura médica y, por ende, con una nueva necesidad: ir al hospital municipal Raúl Caccavo. Con menos recaudación por el derrumbe del comercio y el consumo, el cuello de botella que afronta el distrito pone al intendente a tomar medidas urgentes que necesitan del acompañamiento económico de sectores que, como el de los productores rurales, se niegan a brindarlo.
Para graficar este momento, Móccero pone los números sobre la mesa. A través de un informe elaborado por el propio hospital local y al que este medio tuvo acceso, se observa que, durante el primer semestre de 2023, el gasto en medicación para 6.220 pacientes internados fue de poco más de 15,5 millones de pesos. Durante el mismo período, pero de 2024 y con sólo 137 pacientes más, el montó ascendió a 105 millones de pesos. Un aumento por encima del 720 por ciento.
En el caso de los pacientes ambulatorios, los números también presentan incrementos desorbitantes. Los aumentos vienen de arrastre, pero este año se dispararon. Durante el primer semestre de 2022, la medicación para casi 7.200 pacientes demandó cerca de 3 millones 140 mil pesos. En el mismo período de 2023, con casi 7.500 pacientes, el aumento fue del 100 por ciento. Pero para 2024, y con menos pacientes atendidos que en 2023, el hospital debió gastar más de 40 millones de pesos contra los 6,6 millones que gastó en 2023.
“Ya gastamos el presupuesto del hospital para todo el año”, afirma Móccero. Este dato lo comunicó días atrás en una reunión que mantuvo junto al equipo de la Secretaría de Salud local y el director del Hospital Caccavo, Mariano Sein, con distintos referentes de gremios, cultos, instituciones, concejales, dirigentes políticos y de la comunidad en general.
El mismo documento elaborado por el hospital arroja aumentos en medicamentos de uso generalizado, como el Omeprazol, que ascienden al 1.900 por ciento en lo que va del año. En el caso del desinflamatorio Diclofenac, el incremento fue cercano al 1.500 por ciento, y ampollas de ampilicina que se usan para tratar infecciones producidas por bacterias como la meningitis, tuvieron un aumento del 2.941 por ciento.
Este cuadro de situación motivó decisiones de urgencia. Entre ellas, explica Móccero, la necesidad de reducir la cantidad de cirugías diarias. De cinco se pasará a una sola que, a su vez, esté programada. También se reducirá la atención a quienes provengan de otras localidades y se buscará derivar al Hospital Interzonal José Penna de Bahía Blanca, de administración provincial.
A raíz de información que corrió por otros medios, el intendente de Suárez deja en claro que no existe ningún problema con la Provincia y que “quieren generar ruido donde no lo hay”. “A Nicolás Kreplak le subrayé que lo que dijeron sobre roces con el gobierno provincial es todo mentira”, remarca Móccero.
Además, desde la cartera de Salud que comanda Kreplak le confirmaron a este diario que la Provincia se hará cargo del servicio de neonatología del Hospital Caccavo, lo que posibilitará sostener la atención regional. A su vez, significa un ahorro de 200 millones de pesos que el jefe comunal local reorientará a otros sectores del efector de salud.
“El culpable es Milei”
Móccero se toma el tiempo para dejar varios ejes en claro. Principalmente, que la relación con la Provincia es “excelente”. Incluso, estuvo en la última reunión que Axel Kicillof mantuvo con cerca de cuarenta intendentes de Unión por la Patria. “Todos le plantemos los problemas, pero él los sabe, y viene trabajando para paliar lo que nos quita la Nación, y todos lo apoyamos incondicionalmente”, afirma.
También remarca, ante todo lo sucedido, que el hospital mantendrá la atención de guardia las 24 horas y todos los días de la semana, lo mismo para el funcionamiento de terapia intensiva, así como todos los servicios. Al frente de su séptimo mandato en la Municipalidad, Móccero destaca el fortalecimiento tanto del hospital Caccavo como el Huanguelen, el segundo efecto con el que cuenta el municipio a cien kilómetros de la ciudad cabecera.
“Contamos con tomógrafo y tecnología que no hay en la región, por eso muchos pacientes de otros distritos son derivados a Suárez o al hospital municipal de Tres Arroyos, pero hoy no podemos mantener el mismo volumen de atención porque los recursos no están”, asegura.
Detalla que en la reunión que se tuvo con dirigentes de la comunidad local, se destacó el orden en la administración del hospital de parte de un funcionario de carrera como los es el directo Sein. “Acá el problema es Milei y todo lo que viene haciendo”, señala.
A los aumentos en los medicamentos en lo que va del años se le suma el de los insumos descartables. El mismo informe del hospital advierte que las piezas de gasa se incrementaron en un 300 por ciento, el algodón casi un 550 por ciento, las llaves de tres vías que se utilizan para la aplicación de medicación por suero pasaron de 123 pesos cada una en 2023 a 2.372 pesos en 2024, y los descartadores de aguja cuestan casi veinte veces más.
Este cuadro crítico del sistema de Suárez se complementa con las decisiones de política económica y tributaria del Gobierno nacional. Tal como viene publicando semanalmente el ministro de Economía bonaerense, Pablo López, todos los indicadores de la actividad industrial, comercial y, particularmente, el consumo, vienen cayendo en picada.
A esto se le suma que más de 155 mil habitantes de la provincia de Buenos Aires perdieron su trabajo en lo que lleva de gobierno el presidente Milei. Casi 200 de esos empleados que hoy están a la deriva provienen de la firma Dass, la fábrica de zapatillas de Coronel Suárez que, producto del derrumbe en las ventas, redujo su personal.
“Despidieron a 200 y pretenden despedir 200 más, los cuales se quedan sin obra social junto a su grupo familiar, por lo cual tenes que multiplicar por tres la cantidad de personas que si se enferman ahora van al hospital”, señala Moccero. “Se sobrecargó hospital y la guardia está excedida”, agrega.
Precisamente, es el servicio de guardias médicas el que acaba de recibir otro golpe por parte de la Nación. La restitución del impuesto a las ganancias y la derogación de la Ley Gollán que eximía a los médicos de tributar ganancias por sus guardias médicas, pone en jaque la situación en Suárez. “Tenemos 33 médicos que aún no sé que harán con sus guardias”, apunta el intendente.
Además, los pacientes siguen llegando. A la situación de la fábrica de zapatillas se le suman los despidos desde la administración pública nacional que Manuel Adorni, vocero presidencial, suele festejar como un hito del Gobierno. “En la reunión de los intendentes con Kicillof muchos expusieron que le llegaron cartas documento y retiros voluntarios al personal de la ANSES y del Correo Argentino, y esos son más bonaerenses sin cobertura obra social”, remarca Móccero.
“Los inviernos son re duros, con temperaturas de 6 o 7 grados bajo cero, con viento y frio, la gente se enferma y el hospital se satura”, relata el intendente. Explica que en pandemia triplicaron la cantidad de camas en la institución a 159, pero la realidad actual es comprometedora: “Están todas ocupadas y no tenés los recursos para mantener el servicio”.
En búsqueda de soluciones
A pesar de un escenario que marca un camino cuesta arriba, Móccero describe el recorrido de medidas que busca implementar al corto plazo para recaudar los 1.800 millones de pesos con los que no cuenta de acá a fin de año para mantener los servicios en el hospital.
Con el mencionado pase del servicio de neonatología al sistema provincial, el municipio espera ahorrarse 200 millones de pesos. A partir de ahora, espera contar con el acompañamiento de los concejales de Juntos para que revean la decisión de no votar un incremento en las tasas municipales del 47 por ciento, tal como se había pactado a principios de año de acuerdo al acumulado de la inflación. Esta medida otorgaría, según Móccero, otros 440 millones de pesos.
A su vez, el intendente espera que la Comisión Vial local reevalúe su postura. ¿Cuál? La de otorgar un 20 por ciento de su recaudación al hospital. Eso significaría, asegura, un aporte de 300 millones de pesos.
La dificultad está en que la Comisión Vial la comandan los productores rurales del municipio. Es un ámbito que se creó durante la gestión de Cambiemos entre 2015 y 2019 y cuenta con la administración de los fondos de la tasa vial: el 70 por ciento de lo recaudado va a la comisión y sólo el 30 a la Municipalidad.
“Rechazaron volcar ese porcentaje cuando todos los peones pasan por ese efector, por eso les pido que no sean egoístas”, apunta Móccero.
Más allá de todo este panorama, el intendente asegura que el 11 por ciento de la población de Suárez que integra el grupo de más bajos recursos contará con la total atención gratuita y su correspondiente medicación. “Ese sector está claramente identificado”, resalta.
Esa “solidaridad”, dice, es el punto de mayor conexión con la Provincia. “Axel está solucionando los problemas que deja la Nación”, afirma. Cuenta que hay obras de cloacas en el municipio que el Gobierno nacional abandonó y no le pagó a las empresas y que, tras charlas con el Gobernador, hay indicios de poder continuarla.
Además, se logró inaugurar un centro universitario mediante el Programa Puentes que lidera el ministro de Gobierno, Carlos Bianco. “La Provincia sigue apostando y construyendo con nosotros”, indica.
Esa distancia entre la Provincia y la Nación es, para Móccero, la foto de lo sucedido recientemente con la quita de la planta de GNL para Bahía Blanca por parte de YPF. “Lo que hicieron es una guachada total”, condena.
“Hace años se está trabajando con Bahía e YPF, y lo que se hizo es bien de un loco nefasto que se levanta con el pie izquierdo y dice que a Buenos Aires no se le da nada sin medir consecuencia”, señala. “Ahora la planta la llevan al medio de la nada cuando antes todos los distritos de la secta sección se iban a ver beneficiados con puestos de trabajo por el capricho de este loco”, completa Móccero.