Los mercados internacionales y el argentino registraron un rebote luego del desplome de este lunes. La bolsa de Japón recuperó buena parte de las pérdidas de inicio de la semana y la bolsa porteña terminó este martes con un avance del 2,6 por ciento. Sin embargo, el episodio bursátil de agosto marca una alerta de la inestabilidad financiera que puede atravesarse en los próximos meses tanto a nivel local como en el escenario internacional.
El equipo económico mantiene su política de emisión cero pero con un destino incierto por la dificultad para acumular dólares en el segundo semestre. La autoridad monetaria terminó este martes con compras por 17 millones en el mercado de cambio, aunque venía de dos jornadas de ventas y una performance para el olvido durante julio.
Al mismo tiempo, se registró durante la jornada que las reservas tuvieron una fuerte caída de más de 880 millones de dólares, la más elevada para un día desde inicio de abril, debido a pagos de deuda al Fondo Monetario y a la baja de cotización de activos que componen las reservas. Las reservas brutas suma no mucho más de 27 millones de dólares, una cifra que no alcanza para pagar todas las deudas en moneda extranjera hasta final de 2025.
En el plano cambiario, el dólar blue terminó con una baja de 15 pesos, para ubicarse en 1375 pesos. La brecha cambiaria se mantiene por encima del 45 por ciento y a pesar de la política de emisión cero sigue generando tensiones para avanzar en el programa de unificación cambiaria. El gobierno promete lanzar un nuevo esquema de competencia de monedas y terminar con los controles al tipo de cambios pero en la práctica su implementación parece imposible.
En el mercado siguieron de cerca durante la jornada la publicación sobre expectativas de inflación y otras variables macroeconómicas que hace el Banco Central. Además circularon informes que muestran que los precios, aunque siguen siendo una preocupación de la sociedad, empiezan a perder cada vez más protagonismo contra otros puntos que generan temores.
Un estudio global de Ipsos sobre las preocupaciones de los ciudadanos reveló que la problemática social que más creció en el último tiempo es el desempleo (o el temor a perder el trabajo). Se detalló que la inflación sigue siendo el principal punto de preocupación con una cifra del 51 por ciento en junio de 2024, aunque el desempleo escaló rápidamente, llegando al 47 por ciento.
A nivel de los activos bursátiles, se destacó este martes una menor presión de los inversores globales y un rebote en las acciones y en los bonos locales. El índice de la bolsa porteña terminó la jornada con subas de más del 2,5 por ciento, y en Nueva York algunas empresas argentinas llegaron a rebotar hasta casi 8 por ciento. El inicio de la semana había sido de gran volatilidad y despertó temores en todas las plazas financieras globales.
Los bonos soberanos en moneda extranjera también cerraron con subas y colaboraron para contener la suba del riesgo país, que esta semana había llegado a ubicarse en niveles cercanos a los 1700 puntos. Durante el martes se ubicó en 1626 unidades, una cifra que sigue siendo elevadísima y muestra que el país tiene cerrado totalmente el acceso a los mercados internacionales. Más allá del superávit fiscal, del superávit comercial, la supuesta moderación de precios y la emisión cero, los inversores no le creen a la Argentina.
En el plano internacional, además del rebote de Japón, la bolsa de Estados Unidos también registró una recuperación de precios. Después de su peor jornada en dos años, el índice industrial Dow Jones y el S&P 500 marcaron subas cercanas al 1 por ciento. La economía norteamericana genera preocupación entre los economistas porque muestra señales de estancamiento y la posibilidad de entrar en recesión. Uno de los puntos que generó incertidumbre fue la publicación de datos del mercado laboral, que adelantaron un enfriamiento de la economía de Estados Unidos.