Entre algunos de los sobrevivientes de calle Salta 2141 sobrevuela un recuerdo: la fracción de silencio previa a la explosión, que a las 9.38 del martes 6 de agosto de 2013 causó 22 muertes y dejó a más de 60 personas heridas. Once años después, a la misma hora y por un minuto, el silencio también se impuso para recordar a las víctimas de la peor tragedia que haya vivido la ciudad. Pero este no fue un aniversario más. No tuvo lugar el acto de todos los años, sobre la calle y con el fantasma de un edificio que ya no está como telón de fondo. Un corte de cintas inauguró el Espacio Cultural y Educativo de la Memoria y la Música. Un sitio de memoria que pasará a formar parte de la historia viva de la ciudad; un lugar que busca llenar el silencio de música y melodías.

Por primera vez, después de años de lucha y trabajo, los familiares y amigos de las 22 víctimas de la explosión tienen un lugar institucional para recordar a sus seres queridos. Está emplazado ahí, en Salta 2141, donde ocurrió la fuga de gas que terminó en explosión, derrumbe y tragedia. La planta baja del edificio será el sitio de memoria, donde funcionará la sede de la asociación civil “Salta 2141. Memoria y Justicia”. Desde el portón de ingreso, el recuerdo de las víctimas está presente con sus nombres escritos en las paredes y escritos que reconstruyen lo ocurrido. En el lugar también se está preparando un museo, con fotografías de aquellas jornadas y objetos que fueron hallados entre los escombros.

Pero la intención de los familiares siempre fue que el lugar no se quedase solo en el recuerdo. Por eso, acordaron que también sea la sede del Instituto Provincial del Profesorado de Música N° 5932 “Carlos Guastavino”. Pero eso será parte de una segunda etapa, que se proyecta hacia adelante, y que ya cuenta con el compromiso público del gobernador Maximiliano Pullaro para su concreción. En total, la construcción cuenta con dos bloques centrales y un subsuelo. La parte delantera del edificio tiene seis pisos, mientras que la parte posterior cuenta con cuatro. Además habrá salas con revestimiento acústico, así como también baños públicos y privados.

Tras el corte de cintas, el acto transcurrió adentro del memorial. La primera en hablar fue Eleonora López, hermana de Carlos López, una de las personas fallecidas en la explosión. “Este memorial será un faro de luz y también de justicia. Estas paredes contarán la historia a lo largo del tiempo. Sin impunidad, sin complicidades, sin corrupción. Con nombres y apellidos. Nada quedará escondido bajo los escombros. Formará parte de la memoria colectiva de la tragedia más grande que haya sufrido la ciudad”, dijo en su discurso. “Será un lugar donde se trabaje para el bien común, donde se cuide y respete la vida en todas sus manifestaciones”, agregó.

Uno de los espacios del edficio. Foto: Sebastián Granata

Del acto participaron el gobernador Maximiliano Pullaro, el intendente Pablo Javkin, la presidenta del Concejo María Eugenia Schmuck, y un amplio espectro de dirigentes y funcionarios de distintos espacios políticos de la ciudad y la provincia. También estuvieron presentes la exintendenta Mónica Fein, al mando del Ejecutivo local al momento de la tragedia, y el exgobernador Omar Perotti, a cargo de poner en marcha las obras, durante su gestión. Y si bien los familiares destacaron el acompañamiento general de la comunidad política, también hubo un reclamo marcado hacia el Estado.

“Como todos los años, reiteramos la enorme deuda que tiene el Estado municipal y provincial. Como se los solicitamos en aquellos tiempos, deberían haber tenido un rol mucho más activo en el reclamo de justicia, pudiéndose constituir como querellantes. Tampoco se gestionaron acciones políticas concretas, reclamando al Enargas y al Estado nacional, de quien depende la concesión de la empresa privatizada Litoral Gas”, expresó López. “Nos parece mentira que dicha empresa siga prestando el servicio como si nada hubiese pasado, gracias a la impunidad que le otorgó el Poder Judicial y la complicidad del poder político”, agregó.

Durante el acto, los familiares hicieron entrega a Pullaro del informe realizado por la Auditoría General de la Nación, recordando que el documento plasma “serias responsabilidades” de Litoral Gas y Enargas en la tragedia, a quienes definieron como “encubridores”, cuestionando la falta de controles antes, durante y después de la explosión del edificio. “Con la esperanza de que se tome en cuenta dicho documento, que es de suma importancia para velar por la seguridad de todos los santafesinos, y para controlar un servicio público, seguro y de calidad, les solicitamos a este gobierno la participación de un representante santafesino en el directorio del ente regulador”, remarcó Marcela Nissoria, esposa de Hugo Montefusco.

Además, hubo un pedido público al gobernador santafesino para que en el corto plazo se ponga en marcha la licitación de la segunda etapa del proyecto. La intención es contar en el menor tiempo posible con el lugar acondicionado para el desarrollo de clases de la Escuela Provincial de Música: “Para nosotros la conclusión de esta obra es de vital importancia para que acompañe este memorial que hoy inauguramos. La música y la alegría de sus estudiantes nos abrigarán por siempre”.

Memoria y justicia

En total, once personas fueron llevadas a juicio por la explosión del edificio. Hubo diez absoluciones y una sola condena: el gasista Carlos García, responsable de manipular el gabinete de gas aquella mañana de agosto de 2013. La Justicia provincial dictó una sentencia de cuatro años de prisión y en estos momentos cumple una domiciliaria. Para los familiares, el fallo fue injusto y nunca convenció. Eso se plasma en una de las paredes del lugar, con una imagen de la escultura realizada por el artista danés Jens Galschiot, donde se ve la figura de una persona flaca y débil, cargando en sus hombros todo el peso de una Justicia obesa. 

Bomberos entregaron la bandera.  Foto; Sebastián Granata

El camino al memorial tuvo un primer paso en 2014, cuando el Concejo solicitó a la Legislatura provincial que declare al predio de utilidad pública y sujeto a expropiación, que finalmente se terminó ejecutando en 2019, por el gobierno provincial. En ese marco, este martes, invitada a hablar por los familiares, Schmuck dejó sobrevolando una pregunta: ¿qué aprendizaje deja lo ocurrido como sociedad? Y la respuesta estuvo dirigida directamente a los familiares de las víctimas presentes en el acto.

“Creo que de ustedes aprendimos. Nos enseñaron que el 6 de agosto de 2013 a las 9.38 esta ciudad cambió para siempre. Ya no va a volver a ser igual. Y dejó una huella abierta que nos duele aún. También nos enseñaron que la Justicia muchas veces tarda en llegar y que, a veces, nunca llega. Y que sin embargo, por eso es importante luchar”, expresó y agregó: “Esta conquista les pertenece completamente. Pudieron transformar este dolor en esperanza, la muerte en vida, y en muy poco tiempo, este silencio en música”.

Por su parte, con un discurso breve, Javkin consideró que la tragedia de calle Salta representa “el dolor más grande que tuvo la ciudad” y destacó la pelea por memoria y justicia de los familiares de las víctimas. “Este lugar pone un piso para lo que viene. No termina acá y eso es lo más importante”, sostuvo. Y apuntó contra el devenir de la causa judicial: “Con sus fallos, ni repararon, ni hicieron justicia en ninguna de las instancias que tuvo esta causa”.

Por último, tomó la palabra Pullaro, quien reafirmó su compromiso de continuar la obra para que desde la escuela de música “se puedan generar momentos de alegría” para la ciudad y la provincia. Y también cerró con un mensaje en relación a la causa judicial: “Yo quisiera que aquí también veamos el rol de la Justicia en este caso, que no dio la respuesta que todos esperábamos. Y muchas veces, nadie termina reclamándole. Pongamos a ese poder del Estado en el lugar que tiene que tener, con el control y el compromiso de toda una ciudadanía”.

 

El aplauso más sentido de la jornada se lo llevaron los bomberos voluntarios, que además hicieron entrega de la recordada bandera colocada en el edificio de calle Balcarce, desde donde se organizaron las tareas de búsqueda y rescate. Se trata de una bandera de Argentina, con un mensaje escrito en rojo: Gracias Rosario. Todo un símbolo de lo que se vivió en aquellas jornadas. También lo es el jacarandá frente al edificio, que pese a tener parte de su tronco quemado, sigue tiñendo de violeta la vereda del lugar cuando florece. Por pedido expreso de las familiares, el árbol no se quitó. Este martes, a sus pies, algunos se acercaron a dejar flores.