El líder del grupo chiíta libanés Hezbolá, Hasán Nasrala, afirmó este martes que su formación responderá a los recientes ataques en Beirut y Teherán ya sea individualmente o de forma colectiva, junto a otros miembros del llamado "Eje de la Resistencia", una alianza informal antiisraelí, liderada por Irán, que integran además Hamas, la Yihad Islámica palestina y los hutíes de Yemen, entre otros.

"Nuestra respuesta vendrá, si Dios quiere, individualmente o en el marco de una respuesta extensa por parte de todo el 'Eje'", dijo Nasrala en un discurso televisado, al cumplirse una semana del bombardeo israelí que mató a su máximo comandante, Fuad Shukr, y a otras seis personas a las afueras de Beirut.

Medio Oriente está en máxima alerta a la espera de la respuesta que Hezbolá dará a ese ataque y de la que Irán prometió tras el asesinato un día más tarde en Teherán del jefe político de Hamas, Ismail Haniyeh, también atribuido a Israel. "Hezbolá va a responder, Irán va a responder, Yemen va a responder. Y el enemigo está esperando, viendo y calculando", sentenció el clérigo chiíta, durante su segunda intervención en apenas cinco días y en medio de crecientes temores a una escalada regional. "Esta es una batalla importante y este es un ataque peligroso, la Resistencia no puede pasarlo por alto así, sean cuáles sean las consecuencias", insistió.

Pese a los miedos al estallido de un conflicto abierto en el Líbano o incluso a nivel regional, Nasrala indicó que para Israel no sería una decisión fácil optar por esta vía y apuntó que el país vecino se enfrenta a un cálculo difícil, complejo y grande. "Cuando (Israel) quiera ir a la guerra, no necesita una excusa", agregó.

En cuanto al papel directo de Irán, el clérigo aseguró que no es necesario que entre en la batalla de los diferentes frentes contra Israel, si bien está obligado a responder al asesinato de Haniyeh, como lo estuvo el pasado abril cuando el Ejército israelí bombardeó el consulado iraní en Damasco. Tras ese ataque, Teherán lanzó una oleada masiva de drones y misiles contra Israel, casi todos neutralizados en el camino por los sistemas de Defensa de Israel y sus aliados occidentales, por lo que la ofensiva solo dejó daños menores.

Fuego cruzado

Las palabras de Nasrala se produjeron en un contexto en el que el intercambio de fuego entre las fuerzas israelíes y Hezbolá recrudeció en las últimas horas. El grupo chiíta libanés anunció seis nuevas bajas en sus filas a lo largo del día, si bien no ofreció detalles sobre las circunstancias ni ubicación. El Ministerio de Salud Pública del Líbano precisó en un comunicado el fallecimiento de cinco personas en un bombardeo israelí contra una vivienda en Mayfadoun y de una sexta en otro ataque a las afueras de Odaisseh, presumiblemente las bajas anunciadas por Hezbolá.

La formación chiíta respondió a las muertes lanzando drones y más de una treintena de cohetes que dejaron 19 heridos en el norte de Israel, entre los que se encuentra un hombre en estado crítico y una mujer en condición moderada. Ambos fueron víctimas de la caída de un interceptor israelí que erró en su trayectoria e impactó en la localidad árabe de Maazra, cerca de Nahariya, a unos 10 kilómetros de la divisoria con el Líbano.

Las autoridades locales de Nahariya y otras poblaciones aledañas pidieron a sus habitantes que permanezcan cerca de los búnkeres antiaéreos, reportó la prensa local, pese a que el Comando del Frente Interior de Israel no emitió ninguna orden especial a los civiles. Mientras este fuego cruzado toma más fuerza, diversos países han pedido la salida de sus ciudadanos presentes en el Líbano y varias aerolíneas han cancelado vuelos a Beirut.

Temor a una escalada regional

A la espera de los posibles ataques conjuntos, el portavoz del Gobierno israelí, David Mencer se refirió específicamente a Irán en una conferencia de prensa, señalando que ese país quiere atacar más que objetivos militares y que perderá más de lo que gana si lo hace. "A estas alturas ya no queda ni sombra de duda de que Irán y sus aliados del 'eje del mal' formaron un cerco contra Israel, pero queda igualmente claro que Israel cobrará un alto precio por ataques en su contra", aseveró.

Algunos de los aliados más estrechos de Israel, que se preparan para ayudarle a repeler el posible ataque, están presionando a las autoridades israelíes para limitar su respuesta a la anunciada agresión, según la cadena pública de noticias israelí, Kan. Los aliados, liderados por Estados Unidos, recordaron a Israel que el objetivo es evitar una guerra regional, por lo que debe ser comedido en su respuesta. Pero la diplomacia de Israel está alertando a la esfera internacional sobre su legitimidad para responder, según el Canal 12 israelí.

El Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, explicó en una nota que hay que evitar una guerra de proporciones desconocidas en la zona. "Todos debemos evitar otra catástrofe. El camino a seguir es ampliamente consensuado: alto el fuego ya", remarcó, al tiempo que advirtió que tendrán que rendir cuentas aquellos actores que pongan obstáculos a los esfuerzos para relajar las tensiones en la región.

El presidente estadounidense, Joe Biden, llamó al emir qatarí, Tamim bin Hamad Al Thani, y al presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, para abordar el modo de desescalar el conflicto en Medio Oriente y lograr un acuerdo de tregua en la guerra que Israel mantiene desde el pasado 7 de octubre con Hamas. Según informó la Casa Blanca en un comunicado, el líder estadounidense sostuvo llamadas individuales con los mandatarios de estos dos países, a los que agradeció por su papel de mediadores en el conflicto, además de acordar con ellos mantener un contacto cercano respecto a la tensión en la región.

El día anterior Biden había conversado también con el rey de Jordania, Abdalá II bin Al Hussein, para coordinar esfuerzos para reducir el conflicto en Oriente Medio. El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, conversó también el lunes con el primer ministro qatarí, Abdulrahman bin Jassim Al Thani, y el ministro de Asuntos Exteriores egipcio, Badr Abdelatty sobre este tema. En una comparecencia ante la prensa, el diplomático aseguró que Estados Unidos está inmerso en una intensa actividad diplomática las 24 horas del día a fin de evitar una escalada.