6 - ESTEPA
(Argentina/2024)
Dirección y guion: Mariano Benito
Duración: 83 minutos
Intérpretes: Agustín Sullivan, Jorge Prado, Ariadna Asturzzi y Emanuel Gallardo
Estreno en el Cine Gaumont y Espacios INCAA de todo el país

Que la majestuosidad de la naturaleza no engañe, porque la Patagonia esconde muchos secretos, varios de ellos terribles. Como el que alberga en su interior el Mustang, un parador en medio de la nada donde, tras la fachada de una proveeduría y comedero, funciona un prostíbulo con chicas que están allí fruto de la trata de personas. Viven en condiciones penosas y son obligadas a prestar sus cuerpos a quienes estén dispuestos a pagar lo que corresponde. El joven policía Francisco Revenga (Agustín Sullivan, de la serie Sandro de América) llega hasta allí casi de casualidad, cuando interrumpe su viaje hasta el conteiner que hace las veces de refugio y oficina del oficial cargo de controlar a quienes transitan por un camino local. Solamente busca algo para comer durante una guardia que presume eterna, pero la visita será el principio del fin para la vida tal como la conocía.

Filmada íntegramente en la provincia de Río Negro, Estepa se balancea con sabiduría entre su trasfondo de denuncia social y un relato deudor de los aquellos policiales que meten la nariz en la corrupción interna y en cómo ella es un elemento indispensable para que las organizaciones criminales puedan operar con tranquilidad. No hay dedos acusadores ni tampoco bajadas de línea, pues se trata de una película donde las conclusiones son fruto de los hechos y no un elemento predeterminado.

Es también una película que hace de las particularidades de la dinámica social y de la geografía del lugar dos factores condicionantes del comportamiento de sus personajes. Empezando por Francisco, un tipo que de tan responsable no dice ni mu cuando su superior, el comisario Navarro (Jorge Prado), le asigna una guardia justo el día de su cumpleaños a modo de castigo. De su parada en el Mustang se va con un sándwich de milanesa y un video grabado en su celular que registra con detalles las condiciones de vida de un par de chicas obligadas a prostituirse. No lo graba él, sino una de las empleadas, que se aferra a la posibilidad de que Francisco lo vea con la misma fuerza que un náufrago a sus salvavidas.

El primer largometraje del realizador rionegrino Mariano Benito acompaña a Francisco durante las largas horas de guardia. Un tiempo en el que aparecerá un hombre y una mujer a bordo de una camioneta con una carga sospechosa en la caja, pero terminarán fungiendo como ocasionales compañeros de celebración del cumpleañero. Entre charlas compartidas con sus involuntarios invitados y un cordero asado, Francisco descubrirá el video y, con ello, será víctima de una encerrona de índole moral, pero también laboral. 

¿Qué hacer ante la contundencia de la evidencia? ¿Alzar la voz aun cuando eso implique un inevitable despido? ¿O preservarse con un silencio cargado de complicidad? Benito pone en diálogo esos dilemas internos con un paisaje monocromático y pedregoso que, aunque inmenso, parece asfixiarlo. De esta manera, Estepa refuerza así la sensación de soledad y aislamiento que invade al policía ante una situación de la participó sin proponérselo, pero cuyas consecuencias asoman tan imprevisibles como la ética de quienes lo rodean.