Bajando unas escalinatas a las orillas del Sena y rodeada por bailarines que la abanicaban con plumas rosas, Lady Gaga dijo: “Bonsoir, bienvenue à Paris”. Su interpretación de Mon Truc en Plumes fue el puntapié inicial de una ceremonia de apertura que muchos consideran como la más queer de la historia, en el marco de unos Juegos Olímpicos que también quizás lo sean. La ceremonia de inauguración del pasado 26 de julio abrió una serie de discusiones que van a seguir mucho más allá de la ceremonia de cierre prevista para el 11 de agosto.