Bajando unas escalinatas a las orillas del Sena y rodeada por bailarines que la abanicaban con plumas rosas, Lady Gaga dijo: “Bonsoir, bienvenue à Paris”. Su interpretación de Mon Truc en Plumes fue el puntapié inicial de una ceremonia de apertura que muchos consideran como la más queer de la historia, en el marco de unos Juegos Olímpicos que también quizás lo sean. La ceremonia de inauguración del pasado 26 de julio abrió una serie de discusiones que van a seguir mucho más allá de la ceremonia de cierre prevista para el 11 de agosto.

Performance drag durante la apertura de los JJOO 2024

Además de la presentación en la apertura de Gaga y de otro ícono como Celine Dion, un grupo de drag queens transformó a una mesa en una pasarela sobre el mismo río. Políticos de extrema derecha como el ex premier italiano Matteo Salvini y obispos de distintos países pusieron el grito en el cielo por lo que consideraron como una parodia a la última cena. El director artístico de la ceremonia, Thomas Jolly, aclaró que la presentación no era una referencia al cuadro de Leonardo da Vinci sobre aquella historia bíblica sino una reivindicación de la gastronomía francesa. 

Sin embargo, no fue suficiente: grupos extremistas en Estados Unidos, y también algunos de sus imitadores en Argentina, salieron a acusar al “movimiento woke” de haber “arruinado” los Juegos Olímpicos. Jolly, quien creció en un contexto homofóbico en el que lo cuestionaban por verse afeminado, respondió a las críticas con gracia. “En Francia, tenemos el derecho de amarnos los unos a los otros, de la manera en que queremos y con quienes queramos. En Francia, tenemos el derecho de creer y el derecho de no creer. En Francia tenemos muchos derechos, ¡voilá!”.

Juegos bien abiertos

Más allá de la espectacularidad de la ceremonia inaugural, estos son los Juegos Olímpicos en los que compite la mayor cantidad de atletas abiertamente LGBT. De acuerdo al conteo de Outsports, son 195 deportistas de distintas categorías y de 27 países sobre un total de 207. De Argentina hay dos, el jugador de hockey Nicolás Keenan y la tenista Nadia Podoroska.

Los números son impactantes sobre todo si se tiene en cuenta que en los juegos de Londres 2012 apenas habían participado 23 deportistas queer. En los anteriores, los de Tokio 2021, el número ya había ascendido hasta 186 deportistas de 35 países.

Al hablar de la importancia de la visibilidad en estos juegos, el equipo de Outsports destacó que esto muestra la creciente aceptación de deportistas LGBT en el mundo del deporte profesional. “De todos modos”, aclararon, “este es principalmente un fenómeno que se da en países de América del Norte y del Sur, Europa occidental, Australia y Nueva Zelanda”.

En la lista de 27 países que cuentan con atletas queer, se incluye al Equipo Olímpico de Refugiados. Al cierre de esta nota, este equipo ya cuenta con una ganadora: la boxeadora Cindy Ngamba, refugiada en el Reino Unido. En el mismo país reside el nadador Tom Daley, quien este año ganó su quinta medalla olímpica y festejó con su marido y sus hijos. Otro festejo que dio la vuelta al mundo es el de la judoca italiana Alice Bellandi, quien fue a besar a su esposa ni bien se enteró de que había ganado el oro. En las redes sociales mostraron la reacción en vivo de la RAI, que se limitó a hablar del abrazo que la deportista le dio a sus amigas. 

Estos logros para el colectivo se vieron empañados por los ataques contra la argelina Imane Khelif sobre los que se explaya Gaita Nihil en otra nota de este tema, en relación a la participación de las personas trans e intersex en estos juegos. Los mismos sectores que se escandalizaron por el show de las drag queens “acusaron” a la boxeadora de ser trans y haber jugado con desventaja. A esta campaña, que se demostró falsa, se sumaron personas como la escritora J.K. Rowling, subida a un sentimiento anti trans hace varios años, y el presidente argentino Javier Milei, entre otras.

Lo que empezó con Lady Gaga emplumada al lado del Sena no puede terminar mal. Por más que nuestros representantes argentinos queer no hayan subido al podio olímpico este año, París no defrauda y quedan unos días de competencia que pueden sumar algunos momentos queer a esta historia que seguimos escribiendo.