Culpa cero 6 puntos 

Argentina, 2024 

Dirección: Valeria Bertuccelli y Mora Elizalde 

Guion: Malena Pichot, Mora Elizalde y Valeria Bertuccelli 

Duración: 105 minutos 

Intérpretes: Valeria Bertuccelli, Justina Bustos, Cecilia Roth, Martín Garabal, Fabiana Cantilo, Fabián Arenillas. 

Estreno: Salas.

¿Será posible que Culpa cero, el nuevo trabajo protagonizado y dirigido por Valeria Bertuccelli, tenga algún punto de contacto con El estudiante, ópera prima que en 2011 confirmó a Santiago Mitre como una joven promesa del cine argentino? Aunque en la superficie ambas películas no pueden parecer más ajenas, existen coincidencias de fondo que ameritan indagar en el cruce. La más evidente es el lugar que ocupa una de sus protagonistas en el universo en el cual se desarrollan las acciones, que si en la película de Mitre era el de la política universitaria, en Culpa cero es el de la industria editorial.

Berta Muller es una escritora muy exitosa de libros de autoayuda, una mujer contradictoria que fuera del ojo público, donde se muestra empática, inteligente y segura, parece más bien fría, necia y arrogante. Esta faceta íntima la conocen pocos, entre ellos Marta, su joven asistente, con quien mantiene una relación de dependencia. Ella no solo se ocupa de algunos encargos menores (y otros no tanto), sino que en secreto también oficia de ghostwriter, escribiendo esos libros que la han vuelto famosa. Hasta que una acusación de plagio hace que el mundo de ambas quede patas arriba de un día para el otro. Tanto Bertuccelli como su coprotagonista Justina Bustos interpretan con gracia a estos dos personajes repletos de dobleces.

Claro que Culpa cero y El estudiante utilizan tonos y recursos diferentes a la hora de narrar y avanzan por caminos cinematográficos distantes entre sí. Por ejemplo, la película de Mitre podría ser descrita como un thriller político, mientras que la de Bertuccelli, dirigida a cuatro manos junto a Mora Elizalde, es abiertamente una comedia. Sin embargo hay algo que Marta comparte con Roque, el protagonista de El estudiante: el rol de novatos que no solo conocen muy bien el detrás de escena del poder, sino que se transforman en parte de esos andamiajes en los que la ética tiene un valor relativo.

Es cierto que Culpa cero se enfoca en la figura de Berta, en mostrar sus contradicciones, ideales para alimentar diversos pasos de comedia. Sin embargo, a la hora de los bifes abraza el punto de vista de Marta, confirmándolo a través de una escena final que alienta el paralelo con la de Mitre. En ella, la joven asistente debe dar una respuesta que implica una decisión ética respecto del discurso que se construye a través de la escritora. Desde lo cinematográfico, esa necesidad de expresar una postura de forma tan literal se parece mucho a un exceso, en tanto revela una dificultad concreta para conseguir que la misma se corporice a partir de la puesta en escena y los recursos dramáticos, dejando en el aire una sensación de ambigüedad. Queda claro que en el cine a veces la mejor respuesta sigue siendo el silencio.